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PROYECTO DE TP


Expediente 4434-D-2015
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LA PREVENCION Y CONTROL DE LA CAZA INDISCRIMINADA Y FURTIVA DE MAMIFEROS Y AVES SILVESTRES CATALOGADAS COMO ESPECIES PROTEGIDAS.
Fecha: 19/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 104
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional en los términos del art. 100 inc. 11 de la CN para que por intermedio del Ministerio de Turismo; Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable; Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP); Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA); Registro Nacional de Armas (RENAR) y demás organismos competentes en la materia, procedan a informar a esta H. Cámara de Diputados acerca de las siguientes cuestiones vinculadas al turismo cinegético.
1.- Precisar cuáles son las medidas implementadas para prevenir y controlar la caza indiscriminada y furtiva de mamíferos y aves silvestres catalogados como especies protegidas.
2.- Detallar las medidas adoptadas para promover alternativas sustentables al turismo cinegético, así como para controlar el cumplimiento de los cupos y el respeto de las prohibiciones de caza por parte de las empresas de turismo que ofrecen excursiones de caza.
3.- Referir cuáles son las medidas y normas que resultan necesario adoptarse para la racionalización de las actividades cinegéticas y la protección y conservación de la fauna silvestre
4.- Delimitar las zonas y períodos temporales en que se habilita regularmente la caza deportiva menor y mayor, diferenciando las especies, cantidades y demás condiciones en que debe desarrollarse cada temporada
5.- Informar las cantidades permitidas de especies objetos de caza por excursión y por cazador, señalando de qué manera se efectúa la vigilancia de los topes, los lapsos que deben durar las cacerías y las restricciones de edad de las presas; indicando además si se evalúa cambiar cuotas de animales que se cazan según las condiciones ambientales.
6.- Señalar de qué manera se controla la prohibición absoluta de la caza en las áreas naturales protegidas y parques nacionales, como asimismo de la prohibición estricta para la caza deportiva menor, de cualquier otra especie silvestre que no se encuentre expresamente habilitada.
7.- Referir cómo se implementa la política de vigilancia Epidemiológica de Influenza Aviar y otras enfermedades exóticas; en el grupo de los vertebrados Clase Aves, de las especies habilitadas para cada temporada de caza.
8.- Especificar cómo se efectúa la fiscalización y control de la prohibición de la caza comercial de la nutria en invierno, de la iguana en verano y del cauquén de cabeza colorada durante su migración de invernada.
9.- Delimitar las consecuencias de la de la contaminación sonora en ambientes cercanos a reservas y de la contaminación ambiental en suelo, cursos de agua, aire, humedales, etc. por plomo proveniente de los cartuchos que se utilizan; refiriendo si es posible sostener la presencia de restos de ese metal en granos de trigo y soja de cultivos ubicados en zonas de práctica de turismo cinegético.
10.- Producir un prolijo balance de la derrama económica que genera el turismo cinegético, con indicación del número de trabajadores que se emplean en el sector.
11.- Establecer el porcentaje de turistas extranjeros dentro del universo de participantes del turismo cinegético, con referencia a los países de origen, tiempo promedio que pasan en el territorio nacional y divisas que gastan durante sus estadías.
12.- Precisar las acciones, medidas y recursos destinados a combatir eficazmente la evasión impositiva y el lavado de dinero a través de empresas de 'turismo cinegético', así como el tráfico ilegal de especies, contrabando y otras actividades ilícitas vinculadas al rubro.
13.- Explicar el procedimiento utilizado para el ingreso y egreso al país con armas de fuego por parte de extranjeros o argentinos radicados en el exterior, su transporte y contingencias de robo o extravío (ley 20429, decretos 395/75, 821/96 y 666/97, disposiciones RENAR 156/04 y 175/04)
14.- Explicitar de qué manera se controlan las municiones que son introducidas al país y las que son sacadas una vez finalizada la excursión de caza (arts. 11 inc 1 y 32 de la ley 20429, disposiciones RENAR 101/04, 119/04, 208/04 ).

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


La caza deportiva o turismo cinegético consiste en la búsqueda de un animal efectuando un acercamiento sigiloso al mismo para darle muerte. Se practica a pie e intervienen un único cazador y un guarda que supervisa la cacería.
Dentro de esta actividad existe una gran variedad de modalidades, según las especies que se cace y según el modo en que esto se haga. Podemos diferenciar entre caza menor destinada a zorros, conejos, liebres, palomas, codornices, faisanes, patos, entre otros, y la caza mayor donde las presas a abatir son jabalíes, ciervos o venados, lobos, leopardos, pumas, elefantes, leones, entre otras muchas especies.
Para practicar la cacería legal, en la Argentina y en el resto del mundo hay que tramitar los permisos correspondientes y respetar las temporadas específicas de caza en relación a los sitios y a la especie de animales que ahí se cazan. No obstante, de acuerdo a los especialistas, muchas veces este negocio funciona al margen de la normativa que protege a las especies en riesgo y al medio ambiente.
El turismo es una de las actividades de mayor crecimiento en los últimos años, debido, entre otros factores, a que la diversidad y belleza natural de nuestros paisajes ofrece alternativas atractivas para visitantes de múltiples latitudes.
Sin embargo, resulta preocupante el crecimiento del llamado "turismo cinegético", negocio organizado por empresas no siempre habilitadas, que pueden llegar a ofrecer la caza de cientos de aves silvestres por día. Si bien las empresas que comercializan este "atractivo" aducen que algunas de esas aves pueden ser consideradas plagas, no es correcto generalizar esta categoría, que tiende a promover matanzas indiscriminadas. Usualmente, los cazadores provienen de países como los Estados Unidos, Inglaterra, Alemania, Italia y España, donde estas cacerías ilimitadas están absolutamente prohibidas.
Por otro lado, la realidad demuestra que en las jornadas de cacería organizadas por estas empresas no suele haber una distinción de las especies autorizadas, por lo que en general todo lo que vuela se transforma en un blanco, incluso cuando se trata de especies protegidas por hallarse en peligro crítico de extinción.
Las últimas estimaciones de Aves Argentinas, partner de BirdLife International en el país, indican que son 120 las especies de aves silvestres en riesgo de extinción en nuestro país, es decir, el 12 por ciento. Es por ello que resulta imprescindible monitorear de cerca el desarrollo de esta actividad y supervisar las especies sobre las que se desarrolla, el cumplimiento de las cuotas diarias y la idoneidad de las empresas del rubro.
Un caso paradigmático es el del Cauquén de Cabeza Colorada, un ave similar a los patos y a los gansos, que cuenta con una población en las Islas Malvinas y otra que anida en Tierra del Fuego y pasa el invierno en la provincia de Buenos Aires, tras migrar por la estepa.
Éstos últimos están actualmente en serio riesgo de extinción, situación que ha provocado, hace unos años, que la especie fuera declarada monumento natural por la provincia de Buenos Aires. En efecto, los resultados obtenidos en recientes trabajos desarrollados por Wetlands International con el apoyo de la Convención sobre la Conservación de Especies Migratorios de Animales Silvestres (CMS) confirman que la población continental- fueguina de la especie cuenta con alrededor de 900 individuos cuyo número tiende a disminuir. Asimismo, estudios recientes indican que también otras dos especies de cauquenes, el común y el cabeza gris, con los que convive el cauquén cabeza colorada, también están declinando significativamente.
Esta crítica situación fue la que finalmente llevó al dictado de la disposición Nº 083/07 de la Dirección de Contralor y Uso de los Recursos Naturales y Pesqueros del Ministerio de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires, que prohíbe la caza de estas tres especies y dispone una veda total para los partidos de Necochea, San Cayetano y Tres Arroyos, por ser sitio de invernada del cauquén colorado. Esta medida se complementa con la prohibición de caza de los cauquenes común y cabeza gris en los partidos del sudoeste de la provincia de Buenos Aires (Coronel Dorrego, Monte Hermoso, Coronel Pringles, Coronel Rosales, Bahía Blanca, Torquinst, Pigüé, Puán, Villarino, Patagones y Coronel Suárez), que rige desde el 15 de abril hasta el 31 de agosto de cada año.
Lamentablemente, como pudo confirmar Andrés Bosso, Director de Aves Argentinas, prospecciones recientes dan cuenta de cauquenes muertos por cazadores que no respetan la normativa legal. Ello se debe, según Bosso, a que los controles en el terreno están fallando, lo que permite la operación de agencias que están promocionando 80 cauquenes por día por cazador, pese a la prohibición vigente."
Ante cuadros como este, resulta vital que desde el Ministerio de Turismo de la Nación se promueva con mayor insistencia una alternativa no extractiva de turismo de naturaleza, como lo es la observación de aves o birdwatching, que es compatible con la conservación de las especies y respeta esos recursos para el disfrute de las futuras generaciones. Así lo han sugerido expertos de la Fundación Vida Silvestre Argentina, haciendo notar que esta actividad, con la diversidad de especies que habitan la Argentina tiene un notable potencial para generar importantes recursos económicos para nuestro país de un modo más sustentable.
En los Estados Unidos, por ejemplo, ha generado un movimiento que supera los 40 millones de observadores de aves, que movilizan unos 30 mil millones de dólares cuando observan y fotografían aves silvestres. Atraer a nuestro país a esos contingentes de turistas especializados puede ser un buen comienzo para dar respuesta a esta inquietud.
No obstante, la situación crítica en la que se encuentran algunas especies, como es el caso del Cauquén, reclama que, paralelamente, se adopten políticas concretas para que el otorgamiento de licencias de caza o pesca quede restringida a aquellas personas que sepan reconocer a las especies permitidas, que estén al tanto de su estatus de conservación, y que demuestren conocimientos básicos de su biología y las leyes vigentes.
La recuperación de nuestras aves silvestres amenazadas mediante políticas que tiendan a anular su depredación resulta, en este contexto particular, crucial para que nuestro país demuestre que la conservación del patrimonio natural nacional y el desarrollo sustentable son realmente parte de su agenda pública.
En el norte cordobés es usual la caza de palomas y todas las otras especies que matan (pájaros, liebres, perdices, ciervos, etc.) en nombre del turismo que atrae a estos cazadores de otras latitudes. Denuncias y sospechas fundadas de excesos y malas costumbres, están entremezclados; ningún organismo ambiental hace lo suficiente; todo se tapa y cuando los cazadores se van sólo queda muerte y plomo en los campos.
El Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la Universidad Nacional de Córdoba tomó muestras en 94 campos cordobeses en 2010 y registró altos niveles de plomo, en aire y suelo, en los campos donde se practica la caza de la paloma, en especial en el norte provincial.
Desde el otro extremo, la Cámara de Turismo Cinegético resalta que a los cazadores no les agradan las municiones de acero que podrían reemplazar al plomo, por ser mucho más caras y porque les varía el peso de las escopetas. Sostiene también, como un argumento económico de peso, que los palomeros son el 10 por ciento del turismo internacional que recibe Córdoba.
El ambiente palomero tuvo su momento de mayor exposición en mayo de 1997, cuando fue asesinado Rafael Muriel, un ingeniero agrónomo que trabajaba como palomero en el norte cordobés, vinculado a los hermanos Hayes, por aquel entonces los más importantes empresarios palomeros de Córdoba.
Si bien tres años después fueron condenadas dos personas como autoras materiales del crimen, hasta hoy persisten las dudas sobre los motivos del asesinato y sobre quiénes ordenaron la muerte del palomero.
La propia magistrada Juana Ramírez y su anterior compañero Serge Dompierre fueron involucrados en la investigación. La ex jueza debió declarar en el juicio y fue mencionada 63 veces en la sentencia judicial del caso. Es el mayor misterio que rodeó a esta exitosa actividad del norte cordobés (Fuente: La Voz del Interior).
Hemos detectado en laboratorio concentraciones de plomo en granos de trigo y soja. Tenemos resultados confiables que muestran que si se sigue arrojando plomo, en algún tiempo los suelos usados para caza de palomas no serán aptos para cultivos, o los cultivos no serán aptos para consumo", advierte María Luisa Pignata, doctora en Química y especialista en estudios de contaminación de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC).
"El tema de fondo es que Córdoba deberá elegir qué perfil productivo prioriza, entre dos actividades que usan el suelo: agricultura y ganadería se tornan incompatibles con la caza intensiva con plomo", apuntó la investigadora.
Una reciente resolución de la Secretaría de Ambiente de la Provincia de Córdoba reglamentó para esta provincia el turismo cinegético, que mueve millones de dólares anuales trayendo visitantes extranjeros para cazar palomas, que allí son plaga. Algunos promotores de la actividad señalan a Córdoba como "la capital mundial de la caza de palomas". De siete a ocho mil turistas extranjeros llegan por año con sus escopetas.
"Hace 10 años medimos en campos del área usada para caza la presencia de plomo en el aire. En algunos sitios rurales del norte provincial, el nivel era sorprendentemente superior al que medimos en áreas industriales. Preveíamos que terminaría impactando sobre suelos, ríos y cultivos, porque el plomo es un tóxico persistente, que puede ser absorbido por plantas, animales y el hombre", señala Pignata. "Ahora, en laboratorio, ya estamos viendo su presencia en granos de trigo y soja", agregó la investigadora del Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC.
Hasta ahora, Córdoba no tenía una reglamentación específica para el turismo cinegético. Ninguna otra provincia la tiene. Recientemente, Ambiente dictó una resolución que prohíbe la caza con perdigones de plomo en humedales (lagunas, bañados, riberas de ríos). En realidad, la paloma casi no habita esos sitios.
Sobre campos secos -donde abunda- se permite la caza con plomo, aunque exigiendo ahora que las empresas que mueven cazadores se inscriban como generadoras de residuos peligrosos, presenten estudios de impacto ambiental sobre el campo a utilizar y permitan monitoreos del suelo anuales a cargo de inspectores provinciales.
Darío Sbaratto, secretario de Ambiente, explicó al anunciar este decreto que "el tope que fija la ley nacional de residuos peligrosos para plomo en suelo es de mil partes por millón", y apuntó que "el campo donde los monitoreos determinen que se superó esa cifra deberá paralizar la actividad y quedará obligado a hacer la remediación ambiental".
Pignata, reconocida por sus pares como la principal especialista en investigación sobre plomo y otros metales contaminantes en Córdoba, valoró de la nueva reglamentación "que por primera vez la Provincia reconoce que la actividad genera un residuo peligroso", aunque "no cambia nada de lo sustancial".
Marcó como "un grueso error" fijar el límite en mil partes por millón: "Eso es para suelos industriales; en suelos agrícolas el valor que fija la ley es de 375 partes por millón".
También planteó como una contradicción "reconocer que el plomo es un residuo peligroso, pero a la vez admitir su uso hasta que llegue a un máximo, en el que la remediación ya resulta imposible".
Pignata enfatizó que "en el mundo no existen métodos de remediación de suelos contaminados con plomo que permitan mantener sus propiedades. El método que se aplica es sacar del lugar ese suelo y lavarlo con químicos, con muy alto costo. Es aplicable en predios industriales, jamás en grandes superficies rurales".
El plomo no sólo queda en el suelo. "Puede pasar al aire, a napas de agua, a ríos, o a los cultivos que lo absorben. Y toneladas quedan dentro de las palomas muertas, que se queman, entierran, se usan como alimento para cerdos o se reparten entre los chicos que asisten a los cazadores. El plomo sigue presente en toda la cadena y en todos esos destinos multiplica sus riesgos", explicó Pignata.
La investigadora aseguró que ya recibió consultas de productores ganaderos del norte acerca de si la carne que producen no podría empezar a tener vestigios de plomo. En ese caso, su exportación quedaría vedada. Consideró que por los relevamientos realizados algún impacto ya se percibe, "al menos en un tercio de la superficie de la provincia".
"Si el plomo ya depositado en esos suelos todavía no se ha transformado en formas oxidadas, biodisponibles y absorbibles por plantas, animales y hombre, sólo es cuestión de tiempo. Que todavía los valores no superen las normas guías para la contaminación de suelos, también es cuestión de tiempo ya que hemos detectado un alto enriquecimiento de plomo en zonas de caza", planteó Pignata, quien apuntó que si nada cambia, el próximo paso será evaluar niveles de plomo en sangre de niños expuestos por su cercanía a campos de caza "o por la ingesta de alimentos o agua contaminada con plomo".
Enrique Bucher. El investigador del Centro de Zoología Aplicada de la UNC planteó que "el volumen de caza de palomas en Córdoba es, probablemente, el mayor de todo el planeta". "En 10 años se acumuló por la caza el equivalente al plomo, por lo menos, de un millón de baterías", agregó el investigador.
"La caza dispersa el plomo por campos de uso agropecuario. Aun por debajo de los niveles permitidos de plomo en suelo, ya puede intoxicar a aves que lo ingieren, a los animales que consumen esas aves, y a los hombres en esa cadena trófica", señaló. Y marcó que "hay creciente evidencia de que las plantas pueden absorber plomo", por lo que su presencia afectaría la producción y hasta el valor de las propiedades rurales.
Los cálculos dependen de quién los haga, pero por la cantidad de cazadores y los disparos promedio por día de excursión, las estimaciones arrojan que en tierras cordobesas quedan entre 350 y 950 toneladas de plomo por año. Cada disparo arroja 26 gramos de plomo.
El turismo cinegético inició su apogeo en Córdoba en la década de 1990. Primero fue en campos del centro cordobés, luego se trasladó hacia el norte, de la mano del desplazamiento de las palomas hacia zonas con montes.
Tras tres años de mediciones lo elaboró el Instituto Multidisciplinario de Biología Vegetal de la UNC sobre presencia de plomo en aire, en casi la mitad del territorio provincial, muestra altos índices en la ciudad de Córdoba (la más industrializada) y alrededor de General Cabrera, en el sur (por la presencia de una fundición de plomo, luego clausurada). Pero resultó más alto aún en zonas del norte cordobés, sin industrias, pero con intensa caza de palomas (Fuente: La Voz del Interior).
El gobernador pampeano Oscar Mario Jorge resaltó que "el turismo cinegético de la Provincia de La Pampa es uno de los más importantes de la Argentina. Tenemos más de 50 cotos de caza, pero justamente Quehué es el centro mismo de la caza". Por eso, señaló que "se ha equipado a la localidad con un hotel muy lindo, ahora se está construyendo un Salón de Usos Múltiples y creo que vamos a hacer el acceso. Porque este lugar es un centro importantísimo del turismo cinegético". Y remarcó sobre ello que "llega gente de otros países y esto nos permite hacer conocer la provincia, lo cual es fundamental. Además se produce un movimiento económico muy importante en la zona y en la Pampa en general".
A su vez, Jorge calificó al Parque Luro como "un punto importante para desarrollar el turismo". La Pampa es reconocida en el mundo por este recurso que ofrece a los cazadores que la visitan. Además afirmó que esto debe ser un aprovechamiento sustentable, "no solo en la conservación del recurso, sino que también tiene que haber una sustentabilidad económica". Recordemos que La Pampa celebra anualmente la Fiesta provincial de la Caza Mayor y Menor en Quehué, que ya contabiliza 21 ediciones.
Los recursos faunísticos de nuestro país constituyen, sin dudas, a la luz del aprovechamiento que ejercen otros países en esta área, una de las reservas de verdadera importancia para el desarrollo de la economía en general y de las economías regionales en particular.
Se hace menester entonces comprender que la actividad cinegética, deportiva y/o comercial debe estar, además de correctamente fomentada, lo más estrictamente controlada en el marco de una ley que no presente fisuras que permitan el abuso de comerciantes inescrupulosos, cazadores depredadores o furtivos, que hagan del comercio de piezas de caza una simple tarea de tráfico y contrabando, como se observa permanentemente a través de denuncias de público conocimiento aparecidas en diversos medios de comunicación.
Un control eficaz y permanente de la actividad cinegética, pondrá límites legales, pudiendo constituirse tal actividad en alternativa económica inmediata para las áreas sumergidas del campo argentino, conllevando con ello un movimiento de dinero harto importante generador de riqueza y creador de puestos de trabajo a través de pymes, cooperativas u otras formas de empresas que se irán desarrollando en la medida justa en que los actores del rubro, las condiciones y/o las circunstancias lo determinen.
Así el personal que pueda afectarse a esta actividad podrá gozar de los beneficios establecidos para los trabajadores en general, en tanto que los empleadores deberán asumir las responsabilidades que les atañen por su accionar. Con ello se podrán desterrar una serie de fraudes como puestos de trabajo en negro, tales como los que se verifican en los casos de cazadores que trabajan para frigoríficos, peleteros, exportadores, etcétera.
También se podrán combatir eficazmente la evasión impositiva y el lavado de dinero a través de empresas de 'turismo cinegético', como el tráfico ilegal de especies, rubro que, según datos confiables, alcanza a cifras millonarias. Datos estadísticos recogidos en España nos dicen que en esa nación, con una extensión apenas superior a la del territorio de la provincia de Buenos Aires y con condiciones geográficas inferiores a las de nuestro país para la práctica de la caza, se mueven en torno a dicha actividad alrededor de 4.000 millones de dólares anuales por todo concepto, lo que genera fuertes incentivos para numerosas economías regionales que ocupan un millón de trabajadores temporarios durante la temporada de caza y más de 20.000 personas durante el resto del año.
Estas estadísticas son demostrativas de la capacidad de esta actividad para generar empleos en zonas rurales, en las cuales vicisitudes tales como inundaciones, vaivenes de los mercados internacionales y otras circunstancias han diezmado aún más las posibilidades de trabajo de sus habitantes. Ello contribuiría a frenar el éxodo permanente de jóvenes y no tanto que, obligados por la falta de futuro promisorio, abandonan las zonas rurales para intentar subsistir en las urbes con el consiguiente drama del desarraigo y la ruptura del núcleo familiar. Lo cual, a futuro, afecta también la urdimbre del tejido social de las poblaciones del interior.
Sin perjuicio del gran número de adeptos a la caza mayor y menor, a los beneficios de índole económica que reciben las provincias y localidades donde se desarrollan estas actividades, no puede soslayarse que la caza deportiva llevada a cabo en cotos de caza y la práctica del turismo cinegético representa una de las expresiones más evidentes de la ruptura en la relación entre naturaleza y sociedad. Estos casos consisten en la práctica de dar muerte a los animales por ocio o deporte, generando una serie de consecuencias adversas para la diversidad biológica cuya protección se encuentra tutelada a nivel constitucional en su art. 41.
Es por ello que, con la intención de obtener información más precisa sobre las medidas impulsadas por el gobierno para prevenir, fiscalizar y controlar debidamente la caza indiscriminada y furtiva, y el resultado de las actividades económicas vinculadas al sector cinegético, elevo este Proyecto de Resolución, que someto a consideración de los señores diputados, solicitándoles su voto afirmativo para su aprobación.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
ASSEFF, ALBERTO BUENOS AIRES UNIR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia)