La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo, para que a través del Ministerio de Relaciones Exteriores Comercio Internacional y Culto, adopte las medidas necesarias a fin de rechazar la propuesta realizada por las autoridades brasileñas, respecto a relacionar una mayor compra de trigo argentino en desmedro de la compra de vinos argentinos.

Señor presidente:

En el mes de Agosto del corriente, el Ministro de Desarrollo, Industria y Comercio brasileño, Iván Ramalho y el Secretario de Industria de la Argentina, Fernando Fraguío mantuvieron una reunión donde el representante brasileño solicitó prioridad en los cupos de exportación de trigo pero limitando la venta de vinos de nuestro país en su mercado, manifestando su preocupación por la "invasión" del vino argentino.

Ramalho expresó que Brasil desea que la Argentina continúe exportando los vinos más caros, pero que consideran que la venta de botellas de menor valor "es una competencia nociva". "La Argentina no tiene necesidad de vender a Brasil los vinos de valor más bajo", expresó a medios periodísticos al término de la reunión.

Según datos del Instituto Nacional de Vitivinicultura, en el 2007 se exportaron a Brasil 163.996,04 hectolitros de vino, lo que supone una participación sobre el total de exportaciones del 4,56%. Brasil ocupa el sexto lugar entre los compradores de vino de exportación argentino, ubicado después de Rusia, Estados Unidos, Paraguay, Reino Unido y Canadá.

Los productores de vino de Brasil aspiran a que la Argentina eleve el piso de exportación por caja de vino de u$s 8 a u$s12/15, argumentando que a pesar de que en el año 2005 se adoptó una medida de común acuerdo entre la industria vitivinícola argentina y la brasileña de limitar el ingreso de vinos por debajo de los 8 u$s la caja, esa medida no alcanzaría para proteger a la industria vitivinícola brasileña.

Cualquier modificación al status actual, ya sea a través de barreras para arancelarias como valor referencial de la caja de vino, o medidas de otro tipo, perjudicaría el trabajo realizado por las provincias productoras vitivinícolas en cuanto a la promoción e instalación de los vinos argentinos en el mercado de Brasil, ya que el intenso trabajo de marketing de difusión de nuestros vinos estimuló el aumento de nuestras exportaciones.

Aceptar esta propuesta seria reconocer nuestra debilidad en el intercambio comercial entre los dos países, sentando un precedente que podría en el futuro, extenderse a otros ámbitos productivos, atando nuestras economías regionales a los programas de comercio con Brasil. A esto se sumaria el hecho de que el verdadero rival del vino argentino en Brasil es el vino chileno, y cualquier medida que limite el ingreso del vino argentino -que lo saque de competitividad- indirectamente va a beneficiar a un socio que no es del MERCOSUR. Inclusive Chile en poco tiempo más va a tener arancel cero, con lo cual el problema tiende a agravarse.

Modificar la ecuación del Mercosur beneficiando a un país que no lo integra, seria un antecedente nocivo para la consolidación de los distintos actores de este espacio internacional que tanto costo afianzar.

Entre ambos países se realizó hace un año y medio un estudio del mercado brasileño, con fondos de la Corporación Vitivinícola Argentina, donde se evaluó que esa metodología del trabajo en conjunto va a potenciar a las dos vitiviniculturas.

Estas acciones, inéditas en la historia de la relación económica entre Brasil y Argentina, no pueden verse empañadas por una nueva medida unilateral.

Si el valor subiera a u$s 10 la caja, se calcula que la industria vitivinícola local reduciría sus exportaciones de vino en un 20%. Perjuicio que en realidad es provocado por una virtud del vino Argentino: su excelente relación calidad - precio muy superior a la industria Brasileña.

Para la Argentina elevar u$s 2 el piso, representaría una gran mengua para las exportaciones.

Es primordial que ambos países se complementen, que los acuerdos no perjudiquen las exportaciones argentinas, que se lleve a cabo un trabajo en conjunto. Brasil, iniciando la transformación vitivinícola que hizo la Argentina y nuestra industria desarrollándose en dicho país. Y de la misma manera, que se consolide el trabajo conjunto para aumentar el consumo de vino en Brasil objetivo compartido por ambas vitiviniculturas.

Es muy importante que nuestro país comprenda la importancia estratégica que tiene el mercado brasileño para los vinos argentinos.

Que se valore el trabajo conjunto que se ha venido realizando desde hace muchos años en el subgrupo 8 del MERCOSUR respecto de la comercialización de vinos intramercosur y Argentina Brasil.

Que se rechace este nuevo pedido de las autoridades brasileñas, sobre todo la relación que puede establecer nuestro vecino país respecto de las compras de trigo en relación con las compras de vino argentino.

En estas negociaciones de país a país es importante que participen los organismos técnicos de la vitivinicultura argentina e inclusive las autoridades políticas de aquellas provincias productoras que tienen interés directo.

Por todo lo expuesto solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.