La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declarar su más enérgico repudio por las manifestaciones de la médica cubana, Señora Hilda Molina, que invitada a exponer sobre la situación de su país en la Cámara de Diputados de la Nación, exteriorizó palabras de agravio hacia un grupo de periodistas, asesores legislativos y militantes sociales presentes, que no estaban de acuerdo con las versiones difundidas por Molina, sobre la vida del país hermano de la República de Cuba.

Señor presidente:

El día martes 8 del corriente mes, la Doctora cubana Hilda Molina, fue convocada a esta Honorable Cámara por parte del PRO, para brindar una charla de la cual salió criticada ante las versiones vertidas sobre la realidad del modelo instaurado en la Isla por Fidel Castro.

"Estuve un mes en Cuba y la realidad no es como usted dice", le gritó un joven a Molina, ante sus declaraciones sobre el sistema de salud cubano. "Usted no sabe más de mi país que yo. Le cambio vivir aquí por vivir allá", replicó la neurocirujana, generando una discusión que duró más de una hora.

La médica de 66 años opinó que Fidel Castro sigue gobernando Cuba a pesar de haber delegado el poder en su hermano Raúl por problemas de salud. "Tiene suficientes reservas neuronales y afán de poder para seguir dirigiendo Cuba de una manera u otra", y consideró que "la población cubana está enferma y psicológicamente desgastada" porque "no se pueden vivir 50 años sin libertad". Y agregó que en la isla hay una "excelente salud para extranjeros y funcionarios" ya que "si uno paga, recibe mejores servicios".

"Usted ofendió a las Madres de Plaza de Mayo!", la acusó un periodista de la emisora Aire Libre de Rosario. "No coincido con su ideología, pero soy respetuosa del dolor de madres y abuelas", contestó la médica. Días después de su llegada a Argentina, Molina sostuvo que "ellas sufrieron la persecución de una dictadura, y sin embargo reverencian otras dictaduras, como la que hay en Cuba". Estela de Carlotto, titular de Abuelas de Plaza de Mayo, le recomendó que se "llame a silencio y disfrute de su familia".

Molesta tras el episodio en la charla pública, la médica disidente cubana, apuntó en una posterior conferencia de prensa, estar en contra la Embajada de su país. "El hecho de que hubiera cubanos presentes, me hace pensar que esto partió desde la Embajada de Cuba". "Se identificó uno solo como cubano, pero creo que había más. Dos jóvenes dijeron que eran médicos de Cuba, pero no me parecía que eran cubanos. Uno estaba vestido con ropa de quirófano, pero ¿qué hacían allí, en vez de estar atendiendo enfermos?.

Molina, de 67 años, fue una dirigente importante del Partido Comunista Cubano, además de diputada en la Asamblea Legislativa y fundadora del Centro Internacional de Restauración Neurológica (Ciren). En 1994 se distanció de Fidel Castro, con quien tenía una estrecha relación, por un cambio de orientación que se le quería dar a la clínica.

La Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, ya había logrado en mayo del año pasado que la madre de Molina, Hilda Morejón, pudiera viajar a la Argentina a visitar a su nieto y conocer a sus dos bisnietos. En aquella ocasión, la Presidenta, agradeció públicamente el gesto de Raúl Castro.

La decisión de Cuba de autorizar la salida de Molina de la Isla, incluyó intensas gestiones de la casa Rosada y Cancillería con ese país, es por este motivo Señor Presidente, que considero que la Señora Hilda Molina deberá asumir en el futuro una actitud de mayor apertura y solidaridad en sus manifestaciones en le país que le otorgó generosamente hospitalidad y específicamente sobre las opiniones sobre la realidad de su propio país, y haciéndonos eco de las palabras de la Señora Carlotto, le recomendamos "llamarse a silencio y que disfrute de su familia"

Por lo brevemente acá expuesto, solicito a mis pares, la aprobación del presente proyecto de Resolución.