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PROYECTO DE TP


Expediente 4361-D-2015
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA INTENSIFICAR LAS CAMPAÑAS DE PREVENCION, CONCIENTIZACION Y DIFUSION CONTRA EL MALTRATO Y ABUSO SEXUAL INFANTIL.
Fecha: 18/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 103
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Solicitar al Poder Ejecutivo que por medio de los organismos competentes, se intensifiquen todas las campañas de prevención, concientización y difusión que estén a favor de la lucha contra el maltrato y abuso sexual infantil.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El presente proyecto, tiene como finalidad construir todas las herramientas posibles desde nuestro trabajo como legisladores, para poder concientizar y eliminar de una vez y para siempre, la problemática que implica el maltrato y el abuso sexual infantil, con todas las consecuencias personales y sociales que conlleva la naturalización del castigo corporal en todas sus formas en infantes, que se encuentran en pleno proceso de formación de una identidad.
Un niño es maltratado o abusado cuando su salud física o mental o su seguridad están en peligro, ya sea por acciones u omisiones llevadas a cabo por la madre o el padre u otras personas responsables de sus cuidados, produciéndose el maltrato por acción, omisión o negligencia.
El maltrato a los niños es un grave problema social, con raíces culturales y psicológicas, que pueden producirse en familias de cualquier nivel económico y educativo. El maltrato viola derechos fundamentales de los niños o niñas y por lo tanto, debe ser detenido, cuanto antes mejor.
El origen de la crueldad hacia los niños es en su sentido más amplio puede ser dividido en cuatro categorías:
1. - Crueldad inspirada en conceptos exagerados de disciplina y en base a sus funciones que se resultan ser sujetos profundamente inadecuados e irresponsables: alcohólicos, drogadictos, criminales o delincuentes, débiles mentales etc.
2. - Actos de violencia o negligencia cometidos por padres o adultos ejerciendo rígidas interpretaciones de la autoridad y de normas y reglas de conducta.
3. - Crueldad patológica cuyos oscuros orígenes mentales o psicólogos son muy difíciles de identificar y todavía más de tratar.
4. - La crueldad más intangible de todas, la crueldad oficial o la organizada, aquella que se comete por ignorancia, por insensibilidad o por omisión en la forma de falta de legislación o de cumplimiento de la misma que proteja adecuadamente al menor.
Siendo éste último punto donde debemos hacernos responsables en dar una respuesta a todas las lagunas que aparecen en nuestra legislación vigente.
La idea popular de un niño golpeado evoca la imagen de un infante patético, sucio y cubierto de moretones, que mira fijamente al fotógrafo de modo aprehensivo. La verdadera imagen revela que los niños sufren de una variedad infinita de abusos, por lo general a manos de los propios padres y a menudo sin lesión evidente ni queja. El maltrato infantil incluye una serie de ofensas que van de los extremos de la violación y el asesinato, hasta la más sutil e insidiosa negación de amor.
Un niño que crece sin esperar nada sino un entorno hostil aprenderá a vivir dentro de estos límites. Los niños criados en hogares donde se les maltrata suelen mostrara desórdenes postraumáticos y emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa autoestima y sufren de depresión y ansiedad por lo que suelen utilizar el alcohol u otras drogas para mitigar su distress psicológico siendo la adicción al llegar la adultez, más frecuente que en la población general.
Los efectos que produce el maltrato infantil no cesan en la niñez, mostrando muchos de ellos dificultades para establecer una sana interrelación al llegar a la adultez.
Algunos niños sienten temor de hablar de lo que les pasa por que piensan que nadie les creerá. Otras veces no se dan cuenta que el maltrato a que son objeto es un comportamiento anormal y así aprenden a repetir este modelo inconscientemente. La falta de un modelo familiar positivo y la dificultad en crecer y desarrollarse copiándolo, aumenta las dificultades de establecer relaciones.
Para muchos niños que sufren de maltrato, la violencia del abusador se transforma en una forma de vida. Crecen pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de la vida cotidiana, por lo tanto este comportamiento se toma aceptable y el ciclo del abuso continuo cuando ellos se transforman en padres que abusan de sus hijos y estos de los suyos, continuando así el ciclo vicioso por generaciones.
Debemos evitar la emergencia de padres golpeadores en una comunidad que todavía admite el castigo físico en la infancia.
Días pasados una nena de siete años relató en cámara Gesell la forma en que su padrastro mató a su hermano de cinco años. El hombre también acostumbraba a golpear a la mamá de los chicos, quien sin embargo intentó ocultar el crimen de su pareja y victimario. En forma casi simultánea, en la localidad de Pilar detuvieron a otro hombre por abusar y matar a una nena de dos años. La madre de la pequeña y pareja del victimario se encuentra detenida acusada de abandono de persona; según la fiscal, el cuerpo de la pequeña mostraba antiguos signos de abusos que la mujer no podría haber ignorado. Ambos episodios forman parte de una espantosa serie de filicidios: Tomás, el niño muerto por su padrastro en Lincoln; Martín, ahogado por su madre Adriana Cruz en la bañera; Priscila, arrojada por su madre y su pareja en un zanjón, en Lanús, y la lista continúa.
En efecto, a pesar de estos crímenes horrendos, hay referentes políticos y religiosos que continúan recomendando el "cocazo" o la "palmadita". Y es probable que la inmensa mayoría de la población haya crecido bajo el supuesto de que un chirlo de vez en cuando no viene mal. "Se me fue la mano", dijo el hombre que hace un tiempo, en Santa Fe, mató a su hijo de tres años por comer mermelada sin permiso.
Los profesionales de la salud mental desaconsejan el castigo físico. Los golpes sólo atestiguan la impotencia del adulto ante ese ser impredecible que, con tanto desparpajo como ingenuidad, desafía los supuestos estereotipados que los adultos no nos animamos a revisar.
En virtud de la adhesión de nuestro país a la Convención por los Derechos del Niño de las Naciones Unidas, el nuevo Código Civil, que entrará en vigencia a partir de agosto, prohíbe expresamente todo tipo de castigo corporal sobre niños. Lo decisivo, sin embargo, estará en los discursos que todos los días escuchamos y pronunciamos.
Desde otra óptica, considero que como legisladores, deberíamos tener en primer lugar en nuestra agenda, las siguientes premisas:
-Establecer programas multidisciplinarios de tratamiento y rehabilitación, para evitar y combatir el abuso y maltrato de la niñez dentro de la escuela, familia y sociedad general.
-Intensificar las penas legales de estos delitos, reforzar los procedimientos y mecanismos adecuados para tramitar las denuncias de abuso de niños con objeto de dar a éstos un rápido acceso a la justicia.
-Contribuir a la creación de una cultura de prevención, para la difusión de programas de prevención, así como para la creación de una red de patrocinadores a nivel nacional e internacional, que permita aumentar la toma de conciencia y la movilización del público.
Como ciudadanos de la Nación Argentina y en esta doble responsabilidad como Legisladora, creo que existe la necesidad de seguir concientizando a la población en general acerca de la problemática y brego por la erradicación definitiva del maltrato infantil y el abuso sexual infantil, en todas sus versiones. La infancia es una etapa única, que se debe privilegiar y el abuso infantil es un flagelo que no debe permitirse que avance en ningún lugar del mundo.
Muchas veces la falta de conciencia en los adultos, genera que los padres no logren dar cuenta de los riesgos a los que sus hijos se someten comenzando a temprana edad a distintos tipos de agresiones, por ello la educación es la herramienta primordial para entender el daño y quiebre que se produce en la infancia cuando un niño tiene que pasar por esta situación. Dejando secuelas irreparables.
Como legisladores de la Nación, tenemos la obligación de generar conciencia respecto la temática y sobre todo, como hice referencia anteriormente, lograr una cultura de la prevención donde se estimule a los niños a poder cuidarse y contar lo que les pasa. La infancia debe estar cargada de buenas emociones, de afectos, y de juegos. Debe considerarse a la infancia como una de las etapas de la vida humana más importante para el individuo y como adultos responsables debemos preservarla en todos sus aspectos y desarrollar actitudes sociales para su protección.
Por todo lo expuesto, solicito a mis compañeros que me acompañen con su firma en el siguiente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
EHCOSOR, MARIA AZUCENA BUENOS AIRES FRENTE RENOVADOR
ESPER, LAURA BUENOS AIRES FRENTE RENOVADOR
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA (Primera Competencia)