La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que disponga el envío de Aportes de Tesoro Nacional para solventar los gastos de la próxima vacunación antiaftosa (vacunas, honorarios veterinarios, movilidad, y cualquier otro gasto operativo propio de la vacunación) en los campos de pequeños y medianos productores agropecuarios en situación de emergencia y/o desastre agropecuario.-

Señor presidente:

Es ya conocida por esta Honorable Cámara la difícil situación por la que están atravesando las diferentes ciudades del sudoeste bonaerense. Dirigentes agropecuarios han advertido, en reiteradas oportunidades, sobre la catástrofe climática por la que se está transitando, además de la falta de política productiva para el sector, siendo en los pequeños y medianos productores dónde esta situación más impacta.

En medio de la grave situación agrícola ganadera, a la que se agrega la sequía extrema que se está viviendo en la región (sin precedentes en los últimos 70 años), resulta muy difícil afrontar la aplicación de la próxima vacuna antiaftosa. Al respecto debe tomarse en consideración el estancamiento de precios del ganado en pie por más de cuatro años frente al incremento en el mismo período de alrededor de un 200% en el valor de la dosis de la vacuna ($1,65 en el año 2005, $3,30 en el 2009).

Tal como han manifestado los dirigentes de Federación Agraria para el caso de los pequeños y medianos productores agropecuarios en zonas de emergencia y/o desastre agropecuario, en este contexto resulta prácticamente imposible asumir los costos de la próxima vacunación.

Creemos que, a los efectos de propiciar una equitativa distribución de los recursos destinados a alivianar esta acuciante situación, y con el objetivo de que la presente medida beneficie específicamente a los pequeños y medianos productores (que son aquellos que se encuentran en peor situación), es definir un número fijo de animales por productor a los que aplicar, de manera gratuita, la vacunación. A tal fin, y para evitar un aprovechamiento indebido de este beneficio, creemos que el cálculo debería surgir del Registro Nacional Sanitario de Productores Agropecuarios (RENSPA) de cada productor. Un número que consideramos una referencia razonable se encontraría alrededor de las 250 cabezas por productor.

Si el Estado nacional no asiste económicamente solventando los costos de la vacunación, las Fundaciones encargadas de esta tarea desde hace más de 19 años no podrán llevar adelante las campañas, lo que resultaría sumamente perjudicial para nuestro país en su conjunto. En efecto, no llevar a cabo vacunación representaría una negligencia que dilapidaría el sacrificio y el esfuerzo de muchos productores que desde hace tiempo tomaron la decisión de un modelo participativo para el control y la erradicación de la fiebre aftosa (modelo encarnado en las Fundaciones).

En este contexto resulta indispensable y urgente buscar el apoyo del Estado nacional para que contribuya a solventar los gastos de las campañas de vacunación antiaftosa, como también de otras actividades de la producción ganadera.

Justamente para hacer frente a este tipo de situaciones, donde ocurren contingencias climáticas, el Poder Ejecutivo Nacional se encuentra autorizado a utilizar los recursos del Fondo de Aportes del Tesoro Nacional a las provincias, previstos en el inciso d) del artículo 3° de la Ley de Coparticipación Federal N° 23.548, y sus modificatorias y complementarias.

Es válido recordar que el propio Poder Ejecutivo Nacional (PEN) reconoció la emergencia climática hacia fines del mes de enero de 2009. En virtud de lo establecido en la Ley Nacional Nº 22.913 (B.O. 21/9/83) el Estado Nacional puede conceder la emergencia agropecuaria a los productores afectados en por lo menos un cincuenta por ciento (50%) de su producción, y el desastre a aquellos afectados en un ochenta por ciento (80%). Sin embargo esta normativa no hace referencia alguna acerca de los costos de la vacunación antiaftosa.

El Dr. Zubillaga ha presentado numerosos trabajos sobre ganadería en la región del sudoeste, entre ellos ha escrito "El sector ganadero es de amplia cobertura territorial y esta actividad provee de sustento e ingresos a un amplio perfil de productores familiares y campesinos de zonas menos favorecidas y a miles de pequeños y medianos empresarios, en un gran espectro de actividades. Con ello se establece un tejido social de alta relevancia en el desarrollo territorial".

La situación de emergencia productiva se ha agravado hasta límites desesperantes en el transcurso de los últimos años, llegándose a perder más de 230.000 vacas en el período 2007- 2008, y sin contar todavía con cálculos precisos para el presente año.

Toda esta crisis se prolonga en el tiempo, comprometiendo seriamente la rentabilidad de las explotaciones, agravada ahora por la incapacidad de generar modelos de producción sustentables.

Para entender de que estamos hablando, sólo datos de la localidad de Algarrobo ubicada en el Partido de Villarino, años atrás esta zona supo tener cerca de 200 mil cabezas bovinas, pero hoy sólo queda entre el 30% y el 40% de esa cifra.

En Stroeder, en el Partido de Patagones, la falta de lluvia mató al 70% de las vacas. Stroeder es un pueblo dedicado a la ganadería y al trigo, aunque hace tres años que no hay cosecha y se ven tantas vacas de pie, sobreviviendo, como muertas, agujereadas, puro cuero y cuerpo putrefactos.

Situaciones similares se viven en los 12 partidos del sudoeste bonaerense: la desesperación y la desesperanza es lo que uno encuentra en sus pobladores, el cierre de campos y el éxodo rural son habituales en esta región del sur bonaerense. Incluso es válido suponer que este dilema se repite a lo largo y a lo ancho de la República Argentina, para los pequeños y medianos productores agropecuarios en todas las regiones en situación de emergencia y/o desastre agropecuario. También debemos considerar que muchos ganaderos ya no son sujetos de créditos en las entidades bancarias, ni aún las que corresponden a la banca pública, por lo que se debe buscar financiamiento por otra vía que no sea bancaria.

Esta situación se ve agravada asimismo por los precios de venta de ganado vacuno, que no alcanzan a cubrir los costos de producción en épocas climatológicamente buenas. Imaginemos lo que sucede en períodos como el presente, con más de cuatro años de sequía continua...

Como se observará con lo descripto anteriormente, el pedido de aportes económicos para la vacunación antiaftosa es sólo un aporte insignificante que necesitan los pequeños y medianos productores agropecuarios en regiones en situación de emergencia y/o desastre agropecuario. Sin embargo, entendemos que este pedido tiene que ver con un digno reconocimiento hacia la noble actitud que tienen nuestros productores de no bajar los brazos y seguir intentando hacer de esta actividad productiva el sustento económico y de supervivencia de su familia.

Por todo lo expuesto anteriormente, es que solicitamos a las Sras. Diputadas y los Sres. Diputados acompañen en la sanción del presente Proyecto de Resolución.-