PROYECTO DE TP
Expediente 4340-D-2012
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR LA FALTA DE OFICINAS EN INGLATERRA Y EN LA REPUBLICA ARGENTINA, DE LA EMPRESA QUE DEBERIA CONTROLAR EL "SISTEMA UNICO DE BOLETO ELECTRONICO (SUBE)".
Fecha: 26/06/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 76
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Expresar su extrema preocupación ante la falta de
oficinas en Inglaterra y en la Republica Argentina de la empresa que debería controlar la SUBE.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
OXFORD.- En el Fnky-Hair Salon , una
peluquería del pueblo de Bicester, Inglaterra, nada conocen sobre la tarjeta SUBE ni sobre los
problemas del transporte en la Argentina. Sin embargo, esta peluquería ocupa la fachada principal
de la supuesta casa matriz de Global Infrastructure (GI) , la empresa británica a cargo de supervisar
el funcionamiento del boleto electrónico en Buenos Aires.
LA NACION comprobó que GI no tiene casa matriz en
Inglaterra. La empresa que controla la SUBE se constituyó en Londres con un domicilio virtual y
mudó su dirección a un pueblo de 29.000 habitantes. En el contrafrente de la peluquería funciona
un estudio de contadores que se encarga de recibir su correspondencia. Ese es el único contacto
británico de la firma que controla la SUBE. Tampoco cuenta con oficinas en la Argentina.
GI encabezó el consorcio integrado por ex asesores de la
Secretaría de Transporte que ganaron la licitación para supervisar el boleto electrónico , pese a que
una reconocida consultora internacional ofreció una oferta $ 10 millones más económica.
Actualmente, la empresa inglesa está a cargo del "liderazgo técnico". Stephen Chandler, dueño de la
firma, es el máximo responsable de controlar la tarjeta.
GI no existía cuando la licitación para supervisar el
boleto electrónico ya había comenzado. La sociedad fue inscripta el 22 de junio de 2009 en el
registro oficial de Inglaterra y Gales con un capital de 1 libra. Su domicilio fundacional era 78 York
Street, en Londres, una dirección alquilada por 60 dólares mensuales que funciona como oficina
virtual. Con esos mismos datos, la firma inglesa está registrada ante la Inspección General de
Justicia de la Argentina.
Meses después de su inscripción en
Inglaterra, la empresa cambió su domicilio. Según informó al registro oficial británico, Companies
House , la dirección exacta que figura en los estatutos es Claremont House, Deans Court, Bicester,
Oxon OX26 6BW.
Claremont House, la supuesta sede
central de GI, tiene como entrada principal una peluquería llamada Fnky-Hair Salon. El local,
decorado en su ventana con banderas Unión Jack, ofrece también tatuajes y piercing. No hay placa
ni cartel que identifique al sitio como la sede de la firma que controla la SUBE. En los negocios de
los alrededores nadie escuchó hablar de la empresa.
Sobre un costado de la fachada de
Claremont House se puede tomar un oscuro callejón techado para acceder al centro comercial
Deans Court, que también figura en el domicilio oficial de GI. En el contrafrente de la peluquería,
frente a un negocio de golosinas y otro de reparación de electrodomésticos, se encuentra el estudio
Baxter Payne &Haigh. Es la firma de contadores que Chandler registró como su domicilio profesional
ante distintos movimientos administrativos de la firma.
Las oficinas de Baxter Payne & Haigh
tienen la típica dimensión de una firma notarial provincial. Su especialidad es la contaduría de
empresas de la construcción, rurales y de pequeñas inversiones británicas. Su página web no hace
referencia alguna a GI.
Cuando LA NACION llamó a Baxter
Payne & Haigh para consultar su relación con GI, la respuesta fue contundente. La única forma de
impedir que la empleada que atendió el llamado no cortara la comunicación fue cuando
rápidamente se le preguntó si estaba al tanto de que los responsables de GI habían registrado su
dirección como sede oficial. Sólo entonces la vocera de Baxter Payne & Haigh recordó que era uno
de sus "muchos clientes".
Entre los servicios que los contadores de Bicester
prestan a sus clientes, reciben y retransmiten su correspondencia. "Aquí no hay nadie que trabaje
en la firma que usted menciona- indicó la vocera -. Pero si nos envía una carta dirigida a GI,
nosotros nos encargaremos de hacérsela llegar", dijo.
LA NACION intentó contactarse con Chandler, pero el
británico prefirió no hablar con este medio. Pese a ser consultada en distintas ocasiones, la
Secretaría de Transporte también evitó pronunciarse sobre el tema.
Sin oficina local
Un consorcio liderado por GI audita la puesta en marcha
y la operación de la SUBE, a cargo de la empresa Nación Servicios SA (NSSA). Las tareas consisten en
supervisar el montaje de equipos de validación y recarga de tarjetas, controlar el software,
inspeccionar la transferencia de datos y verificar la cobertura de la red de bocas de entrega de la
tarjeta.
La auditoría del SUBE es clave para controlar a los
funcionarios a cargo del boleto electrónico. Pese a que contó con $ 65 millones para supervisar la
puesta en marcha, la Secretaría de Transporte no pudo evitar que gestionar la tarjeta se convirtiera
en un engorroso trámite para millones de argentinos.
A pesar de que ejerce el liderazgo técnico de la
supervisión, GI tampoco tiene sede en la Argentina: en Tucuman 1, 4° piso -dirección señalada en
su página web-, funciona un estudio de abogados que atendió la cuenta de la firma británica apenas
desembarcó en el país, pero -según expresaron- ya no mantiene ningún vínculo. Ese todavía es su
domicilio legal en la Argentina.
CRONOLOGIA
LA NACION reveló que Chandler, dueño de la empresa,
realizó gestiones antes de la licitación en la que obtuvo rédito: la firma inglesa, que fue creada
durante el proceso, ganó el concurso. El líder de la compañía estuvo con los funcionarios de
Transporte que meses después recomendaron contratar a GI pese a que el consorcio compuesto por
PWC-Barimont SA realizó una oferta $ 10 millones más económica. La empresa Deloitte también
participó en la última etapa de la licitación, aunque su propuesta perdió competitividad al superar
en $ 25 millones el presupuesto estatal.
Luego del encuentro con los funcionarios de Transporte,
Chandler también se reunió con el presidente de NSSA, empresa del Banco Nación que opera la SUBE
y que ahora el consultor inglés debe controlar.
El liderazgo de GI se fundamentó en el currículum de
Chandler. Según consta en su CV, este especialista de 58 años fue vicepresidente de Electronic Data
System, entidad que participó en el desarrollo de la tarjeta Oyster card de Londres. Según el
contrato al que accedió LA NACION, el consultor inglés cobra 40.000 dólares mensuales. Casi 2
millones de dólares por los cuatro años de trabajo. Aunque su labor requiere ocupación full-time,
Chandler alterna su estadía entre la Argentina y Gran Bretaña, su lugar de residencia.
El consultor británico no es el único contratado en
dólares por Transporte. También Marcela Ashley y Steve Beer, sus asistentes para controlar la SUBE,
fueron empleados en las mismas condiciones. Entre los dos suman contratos por unos 650.000
dólares. LA NACION intentó contactarse con ellos para consultarles sobre sus tareas específicas,
pero no pudo ubicarlos en Buenos Aires.
Fuente: La Nacion 18-6-2012
Por todo lo expuesto, invito a mis pares que me
acompañen en la aprobación del presente proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
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BIANCHI, IVANA MARIA | SAN LUIS | FRENTE PERONISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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TRANSPORTES (Primera Competencia) |