PROYECTO DE TP
Expediente 4314-D-2008
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR LA PRIVACION DE LA LIBERTAD QUE SUFREN LOS CIUDADANOS CUBANOS DETENIDOS EN MIAMI, ESTADOS UNIDOS DE AMERICA, DESDE EL 12 DE SEPTIEMBRE DE 1998, Y SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO QUE, A TRAVES DE LOS ORGANISMOS INTERNACIONALES QUE CORRESPONDAN, COMUNIQUE ESTA DECLARACION.
Fecha: 19/08/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 102
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Expresar su más enérgico repudio por
la privación de la libertad que sufren los ciudadanos cubanos René González
Sechwerert, Fernando González Llort, Antonio Guerrero Rodríguez, Ramón
Labañino Salazar y Gerardo Hernández Nordelo, detenidos en Miami, Estados
Unidos, desde el 12 de septiembre de 1998 y solicitar al PEN que, a través de los
organismos internacionales que correspondan, comunique esta declaración.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto tiene como
antecedente el que fuera presentado en el año 2006 por los señores diputados
Francisco Gutierrez, Edgardo Depetri, Araceli Méndez de Ferreira, Miguel
Bonasso, Remo Carlotto, Graciela Rosso, Blanca Osuna, Isabel Artola y Eduardo
Macaluse (6969-D-2006) , cuyos fundamentos se reproducen a continuación.
La injusta situación por la que atraviesa
y afecta a cinco ciudadanos cubanos presos en los Estados Unidos y a sus
familias desde hace ocho años, es un calvario digno de ser atendido por todo ser
humano de bien y por quienes tenemos posibilidades de influir sobre las
conductas de los hombres con el objeto de que reviertan su equivocado o
insidioso proceder.
Los ciudadanos René González
Sehwerert, Fernando González Llort, Antonio Guerrero Rodríguez, Ramón
Labañino Salazar y Gerardo Hernández Nordelo, fueron arrestados en Miami el 12
de septiembre de 1998, acusados de 26 acciones penales.
El arresto se produjo poco después de
que, en junio de 1998, una delegación del FBI recibiera en la ciudad de La Habana
y de manos del gobierno cubano, cuatro volúmenes y varias cintas grabadas con
abundante información sobre residencias y campos de entrenamiento de grupos
terroristas con asiento en Miami, así como respecto de planes urdidos sin pausa
en contra de Cuba, que le causaron a ese país miles de muertos e inválidos, e
ingentes pérdidas materiales a lo largo del tiempo.
Aunque estos actos son violatorios de
las propias leyes de los EE.UU. sus autoridades, en lugar de perseguir a los
delincuentes, encarcelaron a quienes habían contribuido a recopilar esa valiosa
información.
Desde su arresto, estos cinco hombres,
han sido víctimas de un tratamiento violatorio de los derechos más elementales e
incluso confinados en solitario, encerrándolos en celdas de castigo durante 17
meses, aislados entre sí y del resto de la población del penal, contraviniendo las
regulaciones penitenciarias de los EE.UU.
Reiteradamente, los abogados
defensores señalaron que el clima de opinión hostil hacia Cuba, imperante en
Miami, haría imposible que se celebrara allí un juicio justo y solicitaron un cambio
de sede. Estos pedidos fueron desestimados por la Fiscalía y por la jueza, pese a
lo cual, un año después de dictadas las sentencias, esa misma Fiscalía utilizó
argumentos similares a los que había negado para con el caso de los cinco y pidió
cambio de jurisdicción en un juicio civil en el que el Gobierno de los Estados
Unidos fue acusado de discriminación laboral contra residentes latinos.
En el transcurso del juicio, que duró
seis meses y comenzó recién a los dos años de dichas detenciones, se demostró
ampliamente que los cinco ciudadanos cubanos habían llegado a los EE.UU. con
el único objetivo de monitorear las actividades de los antedichos grupos terroristas
radicados en Miami, para informar a Cuba sobre sus planes criminales.
Ninguna de las graves acusaciones
pudo probarse. Finalmente, la Fiscalía debió admitir que entre las veinte mil
(20.000) fojas de documentación secuestrada de las computadoras de los
inculpados, no había una sola que contuviera información clasificada o relacionada
con la seguridad nacional de los EE.UU.
También reconoció su imposibilidad de
probar la conspiración para cometer asesinato, que pesa sobre uno de ellos,
Gerardo Hernández Nordelo. No obstante, el Jurado los declaró culpables de
todos los cargos, dictando severas condenas que van desde 15 y 18 años de
prisión hasta varias cadenas perpetuas. Dejando traslucir una motivación
estrictamente política.
El 27 de mayo del 2005, el Grupo de
Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas, órgano que forma parte de la
Comisión de Derechos Humanos de esa organización mundial, luego de analizar
el caso a pedido de los familiares de los detenidos, determinó que la detención
que padecen es arbitraria y contraviene el artículo 14 del Convenio Internacional
de Derechos Civiles y Políticos.
Poco tiempo después, el 9 de agosto
del 2005, el Tribunal de Apelaciones de Atlanta resolvió, por el fallo unánime de
los tres jueces a cargo, anular lo actuado, revocar las sentencias, y disponer
nuevo juicio en sede imparcial, fundamentando su decisión en un extenso escrito
de 93 páginas en el que da la razón a la Defensa, sosteniendo que el juicio no
debió realizarse en Miami. Lejos de tomar alguna iniciativa que remediara tantas
arbitrariedades, la Fiscalía tardó dos largos meses en apelar la decisión, que fue
aceptada. Recientemente, el 9 de agosto del 2006, en nueva maniobra dilatoria, el
pleno del Tribunal resolvió rechazar la moción para la realización del nuevo juicio
dispuesto exactamente un año antes, y reenvió el caso al Tribunal inicial, para que
se expida en relación a los otros nueve puntos sobre los que está formulada la
apelación.
Como castigo adicional e inaceptable,
los familiares deben esperar meses enteros para que les sean concedidas las
visas y poder visitarlos en los EE.UU. La niña Ivette González Salanueva ha
podido finalmente ver a su padre, tras siete años sin poder llegar a él, pero su
madre continúa sin poder visitar a su esposo al igual que Adriana Pérez a quien le
niegan la visa para visitar a Gerardo Hernández Nordelo, su marido.
El 11 de enero de 2006, la señora
Susan Lee, Directora del Programa Regional para las Américas de Amnistía
Internacional, dirigió una carta al Sr. Kevin Whitaker del Departamento de Estado,
condenando duramente la negativas del gobierno a conceder las visas.
"En cualquier caso, dice
la carta, dicho rechazo de visitas familiares a los prisioneros condenados implica
un aumento significativo de las penas respectivas". Y agrega: "En el presente esto
es aún de mayor preocupación, dadas las serias dudas que han surgido acerca de
la justicia e imparcialidad con que se dictaron las sentencias". Señalando además
que "Los cinco permanecen en prisión a la espera del proceso de apelación del
gobierno de los Estados Unidos contra la decisión de la Corte del Circuito Cuarto,
proceso que Amnistía Internacional seguirá muy de cerca."
Señor Presidente, los acusados René
González Sehwerert, Fernando González Llort, Antonio Guerrero Rodríguez,
Ramón Labañino Salazar y Gerardo Hernández Nordelo, no cometieron delito
alguno, no produjeron hechos violentos ni atentaron contra la seguridad nacional
de los EEUU. Por el contrario, evitando acciones terroristas (alrededor de 170),
contribuyeron a salvar muchas vidas, no sólo de ciudadanos cubanos sino también
de norteamericanos ya que, después de Cuba, Estados Unidos ha sido el país
más afectado por las acciones de grupos como los que ellos monitoreaban.
Esta conducta les ha valido que la
causa por su liberación sea abrazada por miles de personas, entre las que figuran
personalidades que gozan de prestigio y reconocimiento en el mundo entero como
nuestro premio Nobel de la Paz, el señor Adolfo Pérez Esquivel. Y justamente, en
mérito al accionar de los cinco, que evitaron que siguiera corriendo sangre al
haber conseguido frustrar atentados, fueron propuestos para el Premio Nobel de la
Paz en 2005, a iniciativa de relevantes intelectuales mundiales y de varios de los
270 Comités creados en 96 países en procura de su justa liberación.
Justicia que corroboran las
declaraciones prestadas en juicio por personalidades militares de los EE.UU tales
como el teniente general de la Fuerza Aérea James R. Clapper, el contralmirante
de la Marina de Guerra Eugene Carroll, el General del cuerpo de infantes de
Marina Charles Elliot Wilhelm y el general de división del Ejército Edgard Bree
Atkeson, quienes corroboraron que los cinco cubanos no habían constituido
amenaza alguna para la seguridad nacional de los EE.UU, tal como pretendía
argumentar la acusación. Lo que fue corroborado por Richard Nuccio, asesor para
asuntos relativos a Cuba del ex Presidente Clinton.
Por todo lo expuesto, Sr. Presidente es
que solicitamos la intervención de este H Cuerpo Legislativo, enfatizando el
reclamo para que estos hechos, que afectan no sólo a los cinco ciudadanos
cubanos y sus familias, sino también al prestigio de las instituciones de los EE.UU,
sean revertidos lo más pronto posible. La intervención de este cuerpo puede
resultar de gran influencia a tal efecto, y es por ello que solicito el voto favorable
de los Sres. Legisladores.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CONTI, DIANA BEATRIZ | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
BONASSO, MIGUEL LUIS | CIUDAD de BUENOS AIRES | DIALOGO POR BUENOS AIRES |
CARLOTTO, REMO GERARDO | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
DEPETRI, EDGARDO FERNANDO | BUENOS AIRES | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
MACALUSE, EDUARDO GABRIEL | BUENOS AIRES | SOLIDARIDAD E IGUALDAD (SI) - ARI (T.D.F.) |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |