PROYECTO DE TP
Expediente 4311-D-2011
Sumario: DECLARAR DE INTERES DE LA HONORABLE CAMARA EL LIBRO "LA GENERACION PIONERA 1924 - 1939", PRIMER VOLUMEN DE LA COLECCION "HISTORIA DEL AJEDREZ OLIMPICO ARGENTINO", DE SERGIO ERNESTO NEGRI Y ENRIQUE JULIO ARGUIÑARIZ.
Fecha: 31/08/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 121
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Declarar de interés de
este H. Cuerpo el libro "La Generación Pionera (1924-1939)",
primer volumen de la colección "Historia del Ajedrez Olímpico
Argentino", de Sergio Ernesto Negri y Enrique Julio
Arguiñariz.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El ajedrez, desde sus
propios albores, ha sido una actividad deportiva en la que los
argentinos se han venido destacando.
Dicha disciplina, que
ingresó a América de la mano de los conquistadores españoles, y que
halló un inesperado cultor inicial en el inca Atahualpa, se fue
difundiendo, progresiva y sostenidamente en todo el continente,
convirtiéndose la Argentina en un país donde se irían dando los
puntos más altos del desarrollo regional.
En 1901, por vía
telegráfica, se registra el primer caso de una competencia
internacional, en la que se enfrentaron argentinos y brasileños.
En 1917 el país fue testigo
del match por el título mundial entre Capablanca y Alekhine, siendo
ese uno de los enfrentamientos ajedrecísticos históricamente más
recordados.
Pero fue en 1924 primero,
con los Juegos Olímpicos oficiosos de París, seguidos por los oficiales
de Londres de 1927, cuando la Argentina aparece en la escena
competitiva internacional.
En esos años la Argentina
se convirtió en el único representante de todo el continente americano
en participar en esta clase de competencias. Ni los EEUU, por ese
entonces, cruzaron el Atlántico para compartir experiencias con otros
países del orbe.
Sergio Negri y Enrique
Arguiñariz son autores del primer libro de una colección, con la que
habrán de abordar toda la historia del ajedrez olímpico argentino,
denominado "La generación pionera (1924-1939)", en el que se
refieren a esos Juegos, los de París y de Londres, y a todos los que
se dieron en el periodo previo a la segunda guerra mundial.
En ese periodo, el
compatriota Luis Palau fue el primer representante continental en
alcanzar una medalla por la actuación individual, con un bronce en
París. Pero habrían otras, para los nuestros, en el periodo al que se
refiere esta obra: Pléci, con un oro y un bronce; Guimard con una
plata; Jacobo Bolbochán con sendos bronces.
Y, a nivel de equipos, la
Argentina tuvo un marcado progreso destacándose, especialmente, el
cuarto puesto obtenido en Estocolmo en 1937, con lo que estuvo al
borde de alcanzar una medalla por la performance grupal.
Un hecho particularmente
notable se dio cuando los primeros Juegos de la especialidad que se
disputaron fuera de Europa se hicieron en Buenos Aires.
Ello ocurrió en 1939
cuando, a la par que comenzaba la fase final de la competencia, se
dio sincrónicamente la circunstancia del inicio de la segunda guerra
mundial, producto de la cual numerosos notables ajedrecistas
europeos decidieron permanecer, la mayoría definitivamente, en estas
tierras.
Con ese hecho, se generó
una masa crítica de notables jugadores, que enriquecieron el medio
local, siendo la simiente para que la Argentina alcance, en tres
oportunidades consecutivas, la medalla de plata en equipos, al ser
subcampeona olímpica entre los años 1950 y 1954.
De esta última etapa, y su
continuidad histórica hasta 1976 (cuando la Argentina fue cuarta,
habiendo sido también antes tercera en 1958 y 1962), se daría el
mayor éxito histórico del ajedrez argentino a nivel colectivo, al que se
referirá el segundo volumen, denominado "La generación plateada
(1950-1976)".
También integran la
colección prevista: "De la plata al estaño (1978-2010)" y "Mujeres,
ajedrecistas y olímpicas".
El primero de los libros, ya
terminado, y en proceso de edición, cuenta con la declaración de
interés de la Federación Argentina de Ajedrez. En el Honorable
Senado de la Nación se ha presentado, por su parte, un proyecto en
igual sentido declarativo requiriéndose, además, que sea impreso en
el Congreso de la Nación, gestión que está actualmente en curso, con
el fin de su ulterior distribución gratuita en escuelas, entidades
deportivas y culturales, y público especializado.
Dicho libro cuenta con
sendos prólogos de Daniel Larriqueta y Oscar Panno y, en él, no solo
se abordan las cuestiones estrictamente deportivas (con relatos,
gráficos, fotos representativas, expresión de los periódicos de época,
y transcripción, en varios casos con comentarios de notables maestros
del juego, de ochenta partidas disputadas por nuestros jugadores),
sino que también se establece una pintura de época, con
consideraciones culturales, sociales y político-económicas, que ponen
el acento en el contexto en el que el ajedrez se desarrollaba.
En ese orden, la
investigación plasmada en el libro, pone el acento en el caso de dos
artistas europeos, Marcel Duchamp y Witold Grombowicz, cuyas
respectivas obras fueron muy influidas por el ajedrez y por la
Argentina.
También se menciona, con
cierto detalle, el clima de horror debido a la guerra, y cómo ella segó la
vida de numerosos ajedrecistas. Esos tristes episodios,
paralelamente, son explicativos de porqué tantos jugadores decidieron
permanecer en el país en busca de protección y abrigo.
Otro punto que el libro
refleja es cómo la Federación Internacional de Ajedrez, que había sido
creada en 1924, decide trasladar su sede a Buenos Aires, y cómo el
Presidente de la Federación Argentina de Ajedrez, Augusto de Muro,
es elegido titular de la entidad internacional, en un hecho que es casi
ignorado en la bibliografía especializada.
Considero que este libro es
un aporte muy valioso de una disciplina que, por su relevancia, ha
sabido reflejar, a lo largo de los tiempos, el talento de tantos
argentinos que, representándonos, en particular en aquellos lejanos
años, nos ponían en condiciones competitivas a la par de muchas de
las figuras del ajedrez del concierto internacional.
El valor de esta obra,
además, no queda circunscripto a cuestiones que solo pueden
interesar al público especializado. Muy por el contrario, por la pintura
de época que refleja, puede ser de mucha utilidad en los campos
educativo y cultural, máxime en el marco de los programas de ajedrez
que existen en las escuelas de las distintas jurisdicciones del
país.
Por ello, señor Presidente,
solicito de mis pares se apruebe el presente proyecto de
Declaración.
Firmante | Distrito | Bloque |
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CARRANZA, CARLOS ALBERTO | SANTA FE | PERONISMO FEDERAL |
ARENA, CELIA ISABEL | SANTA FE | PERONISMO FEDERAL |
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