La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Expresar rechazo por la situación destituyente que enfrenta la hermana República del Paraguay, expresando su plena solidaridad con el pueblo paraguayo y el Presidente constitucional Fernando Lugo, depositario del mandato popular expresado democráticamente. Asimismo, llamar al respeto de las libertades civiles y ciudadanas y la plena vigencia de los derechos humanos, repudiando el acto inicial del gobierno de facto de censura sobre la televisión pública.

Señor presidente:

El remedo de un juicio político que, en trámite exprés de menos 48 horas, depuso al Presidente de la República del Paraguay, se enmarca en diversas y variadas intentonas golpistas de un nuevo proceso destituyente puesto en marcha en América Latina, al igual que ha ocurrido con Correa en Ecuador, con Evo Morales en Bolivia o con Zelaya en Honduras.

Asunción amaneció el viernes 25 de junio con la inminencia de la tragedia sobrevolando en el aire. La atónita ciudadanía reprochaba mayoritariamente el golpe palaciégo puesto en marcha horas antes.

Era una ciudad sitiada por las fuerzas policiales que, como en diciembre del 2001 por acá, coparon las calles y avenidas de un modo desproporcionado e intimidante. Retenes y más retenes de supuestos controles, parapoliciales de civil con armas de combate, vallados, hileras, dobles y triples hileras de policías, camionetas desbordadas de efectivos policiales armados ostensiblemente, tanquetas, carros hidrantes, policía montada, helicópteros sobrevolando, francotiradores en los edificios que rodeaban la plaza donde la ciudadanía protestaba eran no solo el ornamento de la traición en curso, sino los custodios y garantes del resultado destituyente, decidido anticipadamente y ejecutado con premura y precisión.

Como representantes del pueblo, pero por sobre todo como parte de la Patria Grande que se extiende más allá de las fronteras formales y convencionales, es que debemos pronunciarnos sobre dichos hechos que vuelven a poner en jaque a los procesos democráticos y constitucionales de la región. Ya que nuevamente sectores minoritarios y elitistas que actuando en defensa de grupos corporativos buscan desestabilizar a uno de los países de la región, traen sombras del pasado que debemos superar de una vez y para siempre. La disputa por la tierra y un tufillo sojero dispararon el golpe en Paraguay.

Pero concuerdo con nuestra Presidenta Cristina Fernandez de Kirchener cuando dice que: "Esto va mas allá de Lugo, va mas allá de las figuras de los presidentes, esto es un ataque definitivo a las instituciones, esto le hace muy mal y reedita situaciones que creíamos absolutamente superadas". Claramente estos intentos golpistas buscan debilitar a las instituciones y con ellas los grandes avances que se han logrado en la región.

La Argentina ya se ha manifestado contra la convalidación del golpe, ahora desde todos los organismos del estado debemos pronunciarnos en el mismo sentido, para dejar en claro y reforzar el rumbo y la idea de no permitir que se dé ni un paso atrás en nuestra querida Latinoamérica.

Hace 36 años que decimos NUNCA MÁS a los golpes de estado en nuestro país, no vamos a legitimar este hecho que pretende retrotraernos al pasado.

Por otro lado quiero dejar en claro nuestra profunda solidaridad y compromiso con el pueblo de Paraguay y con Fernando Lugo, ya que el pueblo se expreso a través del voto popular a favor de Lugo y no de otra forma, pretendemos que se respete la democracia, la paz y la institucionalidad de nuestro país hermano.

Es por estos fundamentos que solicito el acompañamiento y la aprobación del presente proyecto.