PROYECTO DE TP
Expediente 4279-D-2015
Sumario: COMISION BICAMERAL SOBRE EL CAMBIO CLIMATICO. CREACION EN EL AMBITO DEL CONGRESO DE LA NACION.
Fecha: 11/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 100
El Senado y Cámara de Diputados...
Comisión Bicameral sobre el
Cambio Climático
Artículo 1º. Créase la Comisión
Bicameral sobre el Cambio Climático en el ámbito del Congreso de la Nación,
integrada por doce (12) Diputados y doce (12) Senadores a propuesta de los
bloques parlamentarios. La composición de la Comisión deberá reflejar la
representación política de las Cámaras de manera que todos los bloques se
encuentren representados.
Artículo 2º: OBJETIVOS.
La Comisión Bicameral sobre el
Cambio Climático tendrá como objetivo general la elaboración de un Plan Nacional
sobre Cambio Climático que contenga como ejes centrales los lineamientos de
políticas y medidas sociales, económicas y ambientales que aborden los
siguientes objetivos específicos:
1. Proponer planes de corto, mediano y
largo plazo que promuevan medidas para limitar o reducir los efectos adversos del
cambio climático en nuestro país, teniendo en consideración el medioambiente
físico.
2. Determinar los efectos nocivos que
el cambio climático puede acarrear sobre la composición, capacidad de
recuperación y la productividad de los ecosistemas naturales, en el funcionamiento
de los sistemas socioeconómicos, en la salud y bienestar humanos.
3. Proponer medidas preventivas
tendientes a reducir al mínimo las causas del cambio climático, mejorar los
sistemas de alerta temprana y mitigar sus efectos adversos.
4. Elaborar protocolos de actuación
integral que tengan en cuenta los costos de su implementación, su eficacia, los
diversos contextos socioeconómicos, la inclusión de todas las fuentes sumideros y
depósitos de gases de efecto invernadero, abarcando a todos los sectores
económicos.
5. Promover y apoyar tecnologías,
prácticas y procesos que controlen, reduzcan o prevengan las emisiones, como
así también promover la investigación y desarrollo de fuentes alternativas de
energía bajas en carbono.
6. Elaborar planes apropiados e
integrados para la ordenación de las zonas costeras, los recursos hídricos y la
agricultura para la protección y rehabilitación de las zonas afectadas por las
inundaciones, la sequía, la desertificación, los vientos y los tornados.
7. Promover modalidades agrícolas y
prácticas sostenibles de gestión forestal.
8. Promover la gestión sostenible, la
conservación y la mejora de los sumideros y depósitos de todos los gases de
efecto invernadero.
9. Relevar las actividades de
investigación, recopilación de datos, monitoreo y observación sistemática, evaluar
el estado de los conocimientos, así como recomendar la implementación de las
actividades que se consideren necesarias para coordinar y promover las
investigaciones científicas y técnicas de seguimiento climático e hidrológico.
10. Proponer las medidas adecuadas
para la aplicación de programas de educación y sensibilización pública, que
asegure la difusión y el acceso a la información sobre el cambio climático y sus
efectos, así como la participación ciudadana en las distintas estrategias de
prevención y respuesta.
11. Recomendar toda otra medida que
considere pertinente a fin de cumplimentar los objetivos de la presente ley en
coordinación con el nivel nacional, regional e internacional.
Artículo 3º: PLAZO.
La Comisión Bicameral elevará el
Programa Nacional para su consideración por las respectivas Cámaras en el plazo
de 180 días, prorrogable por igual plazo por única vez en caso necesario.
Artículo 4º: REGLAMENTO
INTERNO.
La Comisión Bicameral dictará su
propio reglamento interno de funcionamiento que será aprobado por el voto de las
dos terceras partes de sus miembros. Elegirá su presidente y demás autoridades
por mayoría de votos. La Comisión tendrá su sede en el Congreso de la Nación y
su presupuesto será solventado por ambas Cámaras en partes iguales.
Artículo 5º: GRUPO DE
EXPERTOS/AS.
La Comisión Bicameral deberá
conformar en los primeros 30 días de constituida un Grupo de Expertos/as
integrado en forma honoraria como máximo por diez reconocidos/as especialistas
y será presidido por quien la Comisión designe a tal efecto entre sus
miembros.
Tendrá como misión presentar
propuestas para coadyuvar a la elaboración del Plan Nacional sobre el Cambio
Climático, de conformidad con lo previsto en el Art. 2º de la presente ley.
Artículo 6°: Comuníquese al Poder
Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Los cambios del clima en la Tierra y
sus efectos adversos son una preocupación común de toda la humanidad. Los
impactos se están observando en todos los continentes y en la Argentina se puede
ver un retroceso de los glaciares, aumento del promedio anual de precipitaciones y
de la frecuencia de las lluvias intensas o extremas así como también la
profundización de efectos contrarios, como la desertificación y sequías
prolongadas.
Esta problemática ha sido reconocida
en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (1992)
suscripta por nuestro país. Este instrumento fue el puntapié inicial de los
compromisos asumidos por la comunidad internacional que, por ahora, dista
mucho de avanzar hacia soluciones concretas orientadas a detener el efecto
devastador que el cambio climático ha comenzado a producir en distintos lugares
de nuestro planeta. Esta Convención se ha complementado con el Protocolo de
Kioto (1997) que si bien entró en vigencia en febrero de 2005, su alcance también
es limitado debido a la falta de ratificación de muchos países responsables de la
emisión de gases tóxicos, entre ellos, los Estados Unidos.
En 1998, se creó el Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) por la iniciativa
del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y
la Organización Meteorológica Mundial (OMM) con la finalidad de proporcionar
evaluaciones integrales del estado de los conocimientos científicos, técnicos y
socioeconómicos sobre el cambio climático, sus causas, posibles repercusiones y
estrategias de respuesta.
En 2014, se presentó el quinto
informe, siendo resultado del trabajo de 800 científicos de noventa países que
evaluaron 30 mil investigaciones sobre cambio climático. En el mismo se plantea
que se necesitan medidas que ya no dependen de los científicos sino de los
políticos.
En esta misma línea, el Papa Francisco
I emitió días pasados la Encíclica "Laudato si" en la que hace un llamado expreso
al cuidado de la casa común de todos los hombres: nuestro planeta Tierra. "El
cambio climático es un problema global con graves dimensiones ambientales,
sociales, económicas, distributivas y políticas, y plantea uno de los principales
desafíos actuales para la humanidad. Los peores impactos probablemente
recaerán en las próximas décadas sobre los países en desarrollo. Muchos pobres
viven en lugares particularmente afectados por fenómenos relacionados con el
calentamiento, y sus medios de subsistencia dependen fuertemente de las
reservas naturales y de los servicios ecosistémicos, como la agricultura, la pesca y
los recursos forestales" y luego agrega "La falta de reacciones ante estos dramas
de nuestros hermanos y hermanas es un signo de la pérdida de aquel sentido de
responsabilidad por nuestros semejantes sobre el cual se funda toda sociedad
civil." (1)
Resulta necesario adoptar medidas
inmediatas sobre la base de planteamientos mutuamente enriquecedores a nivel
nacional, regional e internacional proporcionando mejor información, mejor
planificación y promoción para la innovación y difusión de tecnologías.
Los expertos que han profundizado
investigaciones sobre el tema, han señalado y alertado sobre las graves
consecuencias que el cambio climático ya está generando en el mundo y en
nuestra región. El cambio climático constituye una amenaza contra los elementos
básicos de la vida humana: acceso al suministro de agua, producción de
alimentos, salud, uso de las tierras y medio ambiente.
En los últimos 250 años desde la Revolución Industrial, la humanidad ha
producido un cambio extra natural en el clima. Dicho de otro modo, el cambio
climático es un cambio antropogénico, es decir realizado por la actividad humana.
En los cuadros que muestran los datos climáticos comparativos de miles de años
se registran las variaciones de los últimos mil años y se observa una pequeña
tendencia hacia el enfriamiento de la temperatura; excepto si se dirige la mirada
hacia la última parte, en donde se observa un repunte de temperatura.
La razón principal de esta subida es un
proceso de industrialización que ya lleva 150 años, y en particular la combustión
de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de
bosques y algunos métodos de explotación agrícola. Las actividades humanas han
ido aumentando sustancialmente las concentraciones de gases contaminantes de
efecto invernadero en la atmósfera, intensificando el efecto invernadero natural, lo
cual dará como resultado un calentamiento adicional de la superficie y la
atmósfera de la Tierra.
La temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado más de 0,6° C
desde los últimos años del siglo XIX y se prevé que aumente de nuevo entre 1,4º y
5,8º para el año 2.100. Aun cuando el cambio sea el mínimo esperado, será mayor
que en cualquier siglo de los últimos 10.000 años (2) .
Numerosas especies vegetales y
animales, debilitadas ya por la contaminación y la pérdida del hábitat, se
extinguirán en los próximos 100 años. Se espera que el nivel del mar suba de 9
cm (el término medio para el siglo XX fue entre 10 y 20 cm) a 88 cm, ya que la
subida de temperatura hace que el volumen del océano se expanda, y la fusión de
los glaciares y casquetes polares aumente el volumen del agua. Esto quiere decir
que el mar podría invadir los litorales fuertemente poblados o directamente
provocar la desaparición total de algunas naciones, contaminar las reservas de
agua dulce de miles de millones de personas y provocar migraciones en
masa.
Los rendimientos agrícolas disminuirán
en la mayor parte de las regiones tropicales y subtropicales, y también de las
templadas si la subida de la temperatura fuera aún mayor. Se prevé también un
proceso de desertificación de zonas continentales interiores, provocando como
mínimo perturbaciones en el aprovechamiento de la tierra y el suministro de
alimentos (3) .
Si se adoptan ahora medidas firmes,
aún estamos a tiempo de evitar las peores consecuencias del cambio climático.
De hecho, según el Informe "La economía del cambio climático" (4) , más conocido
como el Informe Stern, los beneficios de la adopción de medidas prontas y firmes
superarán con creces los costos económicos de la pasividad. De permanecer
inactivos, el costo y riesgo total del cambio climático equivaldrán a un retroceso
del 20% en la economía mundial. Por el contrario, el costo de la adopción de
medidas puede limitarse al 1% aproximadamente del PBI global cada año.
Si bien todos los países se verán
afectados, aquellos que sufrirán antes y más intensamente serán los países y
poblaciones más pobres, a pesar de que son los que menos han contribuido a las
causas del cambio climático. El informe Stern señala que existe una fuerte
correlación entre las emisiones de CO2 y el PBI per cápita. Es decir, desde 1850
Estados Unidos y Europa han producido alrededor del 70% de todas las emisiones
de gases, mientras que la aportación de los países en desarrollo ha sido inferior al
25% (5) .
Muchos han sido los intentos, y
mínimos hasta ahora han sido los resultados en la disminución de la emisión de
gases, como mencionáramos antes con lo sucedido con el Protocolo de Kioto. Sin
embargo existen también medidas de implementación inmediata para reducir las
emisiones de gases invernadero, cómo disponer la disminución de la despoblación
forestal, ya que se calcula que las emisiones resultantes de la tala indiscriminada
de bosques naturales representan más del 18% de las emisiones globales.
Para Argentina, siguiendo la opinión de
los expertos Osvaldo Canziani, copresidente del Grupo de Trabajo II del IPCC, y
Graciela Magrin, coordinadora del capítulo 13 del IPCC sobre América Latina, el
mayor problema es la no disponibilidad de planificación al corto, mediano o largo
plazo para los efectos del cambio climático. Esto se pone en evidencia ante la falta
de estudios progresivos de seguimiento climático e hidrológico, y a la falta de
previsión respecto a la planificación de zonas de cultivo y ubicación del ganado,
para que no sean afectados por futuros posibles cambios climáticos, como por
ejemplo inundaciones.
¿Qué es lo que debemos esperar para
nuestro país si nos mantenemos pasivos?
Vicente Barros, miembro del grupo
intergubernamental de expertos en cambio climático (IPCC) marca dos ítems,
entre los más graves que están ocurriendo y que se intensificarán a lo largo del
siglo: más precipitaciones intensas con secuela de inundaciones, daños y hasta
muertes en ambientes urbanos; y olas de calor, como la de verano 2013-14 en
Buenos Aires y otras ciudades, que se van a hacer más frecuentes e intensas.
En cuanto al aspecto económico, la
producción de granos estará seriamente comprometida, tal es el caso del trigo, el
maíz y el girasol. Por el contrario, la producción de soja se beneficiaría debido a su
capacidad de tolerar un aumento en la temperatura de hasta 3ºC.
Cabe destacar que el monocultivo
podría acelerar la degradación del suelo, ya que el uso intensivo del mismo puede
provocar un stress que hace, por ejemplo, que disminuya su capacidad de
absorción. Esto quiere decir que, ante la saturación de agua de las napas
subsuperficiales, la tierra se inundará con mucha más facilidad.
Nuestro territorio y nuestra población
están pagando un costo muy alto por la ausencia de políticas de corto, mediano y
largo plazo para enfrentar los problemas derivados del cambio climático.
El primer paso para un abordaje
integral e inmediato del problema del cambio climático debe realizarse a través del
debate y la elaboración de un plan nacional que involucre a todos los sectores
políticos, económicos y sociales.
La responsabilidad ineludible de este cuerpo legislativo es sancionar los
instrumentos necesarios para preservar el medioambiente sano y equilibrado para
las futuras generaciones. La ausencia de regulación para planificar un desarrollo
sustentable en nuestro país tiene y tendrá consecuencias desastrosas para
nuestro pueblo.
El tema es sumamente complejo por lo
que hemos propuesto la creación de un ámbito de trabajo bicameral, a través de
una Comisión donde estén representados todos los bloques, que se aboque a la
discusión de un Plan Nacional sobre el Cambio Climático con la colaboración de
un Grupo de Expertos.
Esta propuesta se enmarca en la
necesidad de abordar con urgencia un tema soslayado que por su trascendencia y
complejidad, requiere un compromiso político, económico y social profundo.
Por todo lo expuesto, solicitamos el
tratamiento y aprobación del presente proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
BINNER, HERMES JUAN | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
VILLATA, GRACIELA SUSANA | CORDOBA | FRENTE CIVICO - CORDOBA |
PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | GEN |
ZABALZA, JUAN CARLOS | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CICILIANI, ALICIA MABEL | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
RASINO, ELIDA ELENA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
DUCLOS, OMAR ARNALDO | BUENOS AIRES | GEN |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
RECURSOS NATURALES Y CONSERVACION DEL AMBIENTE HUMANO (Primera Competencia) |
PETICIONES, PODERES Y REGLAMENTO |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |