La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que informe, dentro de los quince (15) días de recibida la presente, y a través del Comando de Regiones Aéreas, los aspectos que a continuación se detallan:

1- Si tiene conocimiento de la irregularidad ocurrida el pasado miércoles 22 de agosto en el Aeropuerto de la ciudad de Trelew que ocasionó la demora del vuelo 2810 de la empresa Austral. En caso afirmativo, se solicita información sobre lo ocurrido.

2- Si la presencia en la pista del Aeropuerto de Trelew de una autobomba el día referido fue debidamente autorizada. En caso afirmativo se solicita nombre de quién suscribió dicha autorización y las razones que la motivaron.

3- Si existe algún plan de mantenimiento de las autobombas de apoyo de los Aeropuertos. En caso afirmativo, se solicita detalle del mismo.

4- Cuál es la normativa aplicable en caso de encontrarse la pista de aterrizaje obstaculizada como lo ocurrido el pasado 22 de agosto en el Aeropuerto de Trelew y si es adecuado el despegue de aeronaves en esas condiciones y bajo qué recaudos.

5- Si durante el lapso transcurrido con la pista semi-obstaculizada se procedió al cierre del aeropuerto.

6- Nombre, apellido y cargo del funcionario a cargo del Aeropuerto en el horario en que tuvieron lugar las referidas irregularidades.

7- Cualquier otra información que considere relevante.

Señor presidente:

El pasado miércoles 22 de agosto se vivió un momento tensión en el vuelo 2810 de la Empresa Austral en el Aeropuerto de Trelew, que había partido del Aeropuerto Metropolitano y tenía como destino final la ciudad de Ushuaia. En momentos de retomar el vuelo hacia la capital fueguina, el avión se vio imposibilitado de decolar por encontrarse una autobomba averiada en plena pista, según fue informado a los pasajeros. Frente a esta situación, el comandante de la aeronave planteó que se estaba estudiando la factibilidad de despegar en esas condiciones, lo que ocasionaba que el avión tuviera que hacer las maniobras correspondientes y el decolaje con 400 metros menos de pista. De más está señalar la incertidumbre y el nivel de tensión que dicha situación generó en los pasajeros. Finalmente, luego de tres horas de incertidumbre y de deliberaciones técnicas y legales, y habiendo establecido que el avión podría despegar en las condiciones referidas, se decidió retomar el vuelo en esas circunstancias. Sin embargo, cuando el avión se disponía a hacerlo, se les informó a los pasajeros que la autobomba había sido removida, razón por la que el avión pudo despegar en condiciones normales.

Seguramente este caso puede ser considerado como un hecho fortuito, propio del azar, máxime que no tuvo como actor principal a las empresas aerocomerciales en forma directa. No obstante, la situación descripta no puede sino remitirnos a la realidad de inseguridad aérea que ha tenido seguidas y reiteradas manifestaciones y que pone de manifiesto una situación que exige la implementación de medidas y un nivel mayor de control.

Precisamente, la seguridad aérea en los últimos tiempos se ha visto seriamente cuestionada por episodios de distinta naturaleza como ser, por ejemplo, las fallas en el sistema de comunicaciones en el Aeroparque Metropolitano y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza; las interrupciones del servicio del sistema de radio ayuda del Aeropuerto Internacional Malvinas Argentinas de la Ciudad de Ushuaia; lo ocurrido el pasado 1ro de mayo, cuando un avión Mirage III de la Fuerza Aérea Argentina se estrelló a unos 600 metros de la cabecera de la pista de la VI Brigada Aérea en la ciudad de Tandil; los episodios acaecidos en el helicóptero afectado al desplazamiento del Sr. Presidente de la Nación el pasado miércoles 27 de junio que, según medios periodísticos y de acuerdo a la grabación de la torre de control, habríase visto en riesgo de colisionar con otra aeronave, por citar sólo algunos casos.

Además de los hechos mencionados, se podría también considerar las demoras e inconvenientes producidos por las reparaciones de las terminales aeroportuarias en Buenos Aires y las consecuentes reprogramaciones de los vuelos que, en la mayoría de los casos, no fueron planificadas ni coordinadas, y las justas reivindicaciones del personal afectado al tráfico aéreo, reclamando, repetidas veces, un ejercicio efectivo de los órganos de contralor pertinentes. La mayoría de las situaciones referidas tienen un denominador común: conspiran contra la calidad del servicio que deben recibir los usuarios, no sólo en términos de puntualidad sino también generando momentos de gran tensión por la inseguridad que muchas situaciones como las referidas suponen.

Así las cosas, mediante el presente proyecto, solicitamos información sobre el hecho referido en el Aeropuerto de la ciudad de Trelew a fin de conocer detalles del funcionamiento, del control y de la seguridad en los aeropuertos y de evitar la reproducción de situaciones similares que atenten contra la seguridad y la tranquilidad de los usuarios, la que debe ser garantizada por el Estado Nacional. Ello en razón de que la regulación de todas las actividades referidas a la prestación de los servicios de apoyo al transporte aerocomercial y al desarrollo de la infraestructura aeronáutica es una atribución y una responsabilidad del Estado.

Todos los hechos anteriormente referidos fundamentan la presunción de que nos encontramos en una situación de inseguridad que afecta a los usuarios del transporte aerocomercial argentinos como a los turistas que visitan nuestro país. Situaciones como las que originan el presente proyecto de resolución, y que por una u otras razones, pero siempre inexorablemente, perjudican a los usuarios, no sólo se han vuelto una lamentable situación cuasi cotidiana a la que los argentinos nos enfrentamos y acostumbramos, sino que también constituye una de las percepciones que desde el exterior se forman los turistas que concurren a la Argentina y que pueden hacer que el destino Argentino se torne en un punto menos atractivo para el turismo internacional.

Por las razones expuestas, y en convencimiento de que el hecho de la semana pasada, lejos de ser un dato aislado, se inscribe en una realidad que viene verificándose en los últimos tiempos, es que solicito a mis pares el acompañamiento con su voto afirmativo del presente proyecto de Resolución.