La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su reconocimiento a la trayectoria artística de Roberto Goyeneche, al haberse cumplido el 15° aniversario de su fallecimiento, el 27 de agosto de 2009.

Señor presidente:

Roberto Goyeneche, uno de los más grandes intérpretes de la historia del tango, murió hace 15 años, pero su magistral obra quedó instalada para siempre en la cultura argentina. El Polaco falleció el 27 de agosto de 1994, a los 68 años, y es como si nunca se hubiera ido (1) .

Goyeneche nació el 29 de enero de 1926 en la localidad entrerriana de Urdinarrain, y de muy joven se trasladó al barrio de Saavedra, donde conoció al amor de su vida: el Club Atlético Platense, al que acompañó incondicionalmente hasta el día de su muerte.

Antes de ser tanguero, trabajó como chofer de colectivos, taxista y mecánico. Comenzó a palpar la música durante su adolescencia, cuando comenzó a frecuentar cafés y cabarets donde se presentaban los grandes cantantes de tango de la generación de los '40. El primer éxito del Polaco (se ganó su apodo por ser flaco de pelo largo y rubio) fue a los 18 años en un concurso para voces nuevas. Ese mismo año, en 1944, inició su carrera como cantor en la orquesta de Raúl Kaplún.

A los treinta años se convirtió en el cantor de la orquesta de Aníbal Troilo, de quien fue admirador y entrañable amigo. Con él grabó 26 temas. También fue intérprete del repertorio de Carlos Gardel.

Los tangos Volver, Sur, Balada para un loco, Malena, Desencuentro, El bulín de la calle Ayacucho y Naranjo en flor son sólo algunas de sus interpretaciones más memorables.

Su colaboración que prestó al quinteto de Ástor Piazzolla durante la breve temporada (mayo de 1982, en plena guerra de las Malvinas) en el Teatro Regina de Buenos Aires, y de la cual se conserva registro discográfico fue mítica. En octubre de 1987, filmó la película "Sur" que dirigió Fernando "Pino" Solanas.

En el momento de su muerte en Buenos Aires, era considerado el mayor cantante de tangos activo. En su homenaje, una avenida del barrio de Saavedra lleva su nombre y su cara, inmortalizada en un poster gigante en la esquina de General Paz y Ricardo Balbín, invita: "Bienvenidos a mi barrio".

DE CUERPO ENTERO. El amor que Goyeneche tenía por Platense era inmenso, inclasificable. Una anécdota, relatada por Gustavo Lamy, socio del club y creador del sitio llegoplatense.blogspot.com, sirve para reflejar fielmente ese sentimiento. "Hacia fines de los '80, el Calamar peleaba por no descender. Al término de un partido que fue derrota, el Polaco estaba abatido, con la mirada perdida y apoyado sobre el capot de un auto. Como pidiendo explicaciones que nunca iban a llegar.

Un hincha, que lo admiraba y respetaba, veía en su tristeza la misma que tenía él, ante el temor de que el equipo de sus amores perdiera la categoría. Con un poco de timidez se fue acercando, juntó coraje y le preguntó: "¿Estás bien, Polaco?". "¡Como querés que éste, pibe! ¿Me querés decir como salgo esta noche a cantar?", le respondió. A modo de homenaje, la tribuna popular local del estadio de Platense lleva su nombre.