La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Su desagrado por la irreverencia que significó la utilización de un afiche con imágenes y palabras del cardenal Jorge Bergoglio, por parte del candidato a gobernador de la provincia de La Rioja, señor Ricardo Quintela, en la reciente campaña electoral.

Señor presidente:

Pienso que el subterfugio chistoso disfrazado de picardía criolla, ha alcanzado el epicentro de la irreverencia durante la reciente campaña electoral en la provincia de La Rioja.

Según informó "Perfil.com", los días 18 y 19, de este mes, el candidato Ricardo Quintela, utilizó la imagen y palabras del cardenal Jorge Bergoglio, en afiches de su propaganda electoral con la inscripción al pié de "Frente para la Victoria".

También se consignó en el mismo artículo que desde el Arzobispado, en seguida reprobaron el hecho aclarando que "no está bien" utilizar la figura del cardenal primado para promocionar a un candidato político.

Entiendo que la argucia de Quintela, debe ser censurada por tratarse de un montaje hecho con la intención de confundir o desinformar a la gente. La malicie esta probada al querer ligar la figura del cardenal Bergoglio, (a quien cierta prensa define como presunto opositor a Kirchner) con la adhesión a un candidato kirchnerista.

Las expresiones de contenido teológico y social de la Iglesia católica, por ejemplo, se formulan cuando debe alertarse a la sociedad sobre el grave peligro de la disgregación que se esconde detrás de la pobreza y la desigualdad. La voz de la Iglesia procura llenar espacios vitales que abandona el poder político cuando no cumple con sus obligaciones de equidad. Palabras que quizá puedan molestar a la dirigencia gubernamental, mucho más responsable que otros niveles tanto de la distribución de la riqueza como de la superación de la pobreza.

Ese tipo de mensaje no lleva cuño personal. La jerarquía eclesiástica no hace otra cosa que expandir el pensamiento papal. El propio cardenal Bergoglio, cumpliendo con esa orientación acaba de enfatizar en su Homilía del 8 de agosto en el Santuario de Liniers: "Cuando una sociedad basa el reparto de los bienes no en el trabajo sino en la dádiva o en los privilegios pierde el sentido de dignidad y rápidamente se vuelve injusta la distribución de los bienes, y las personas en vez de ser dignas son transformadas en esclavos o clientes".

Queda claro que los textos de índole pastoral no pueden publicitarse con la fotografía del dignatario y con membrete partidario. Salvo que exista la intención de desacreditar, en este caso, al arzobispo.

Quintela, debió tener presente que vive en un país donde el catolicismo es mayoritario y que su engaño ético valiéndose de un rango eclesiástico que escolta al Sumo Pontífice, escarnece a toda la feligresía.

Lamentablemente, observamos que tampoco es la primera vez que desde la primera línea del oficialismo se incurre en prácticas contra la conducción de las instituciones fundacionales.

Es por ello, que solicito me acompañen en esta expresión de desagrado.