PROYECTO DE TP
Expediente 4227-D-2015
Sumario: COMITE NACIONAL DE MORTALIDAD MATERNA. CREACION.
Fecha: 06/08/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 99
El Senado y Cámara de Diputados...
Art. 1º - Créase el
Comité Nacional de Mortalidad Materna, dependiente del Ministerio de Salud
de la Nación, como organismo interinstitucional que tiene el objetivo de
registrar, estudiar e investigar las muertes maternas ocurridas en todo el
territorio nacional.
Art. 2° - Establézcase
el sistema de vigilancia epidemiológica de muerte materna, que formara
parte del comité establecido en el artículo 1° de la presente ley.
Art. 3° - El comité estará
constituido por profesionales de la salud designados por el Ministerio de
Salud de la Nación y representantes de regiones del país designados de
acuerdo con el Consejo Federal de Salud (COFESA) o el organismo que en el
futuro lo reemplace.
Art. 4º - La presidencia o
dirección del comité será designada por el Ministerio de Salud de la
Nación.
Art. 5º - Deberán
participar profesionales médicos de la especialidad de obstetricia, patología,
anestesia, medicina interna y epidemiología, enfermeras universitarias,
asistentes sociales, técnicos en estadísticas y otros que a consideración del
comité sean necesarios, en algunos casos designados exclusivamente para
algunas situaciones en particular.
Art. 6º - Los registros
civiles provinciales deberán enviar al Comité Nacional de Mortalidad
Materna, la información de toda muerte de mujeres de entre doce (12) y
cuarenta y nueve (49) años de edad, en la forma que establezca la
reglamentación de la presente ley.
Art. 7º - Comuníquese
al Poder Ejecutivo.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El presente proyecto de ley se
propone la creación del Comité Nacional de Mortalidad Materna y el Sistema
de Vigilancia Epidemiológica de Muerte Materna. Se describen sus funciones,
constitución y ámbito de acción y se propone un documento original de
investigación de la muerte materna con casos controles que permitan
determinar el origen y las causas de cada muerte materna, así como los
factores de riesgos presentes. A partir de esos análisis surgirán del propio
Comité las recomendaciones para evitar casos en nuestro país.
La conferencia internacional
"Maternidad sin Riesgos" realizada en Nairobi en 1987, estableció cuatro
aspectos estratégicos interrelacionados para disminuir la mortalidad
materna: 1) La igualdad social de la mujer; 2) Cuidados de la embarazada a
través de la atención primaria; 3) Cuidados obstétricos esenciales en el
primer nivel de referencia para las mujeres con riesgo y 4) La planificación
familiar.
Para investigar las causas de
las muertes de madres en trance de embarazo, parto o puerperio, el Comité
de Mortalidad Materna deberá constituirse con normas claras.
Con una conformación
multidisciplinaria, una reglamentación de funcionamiento, una periodicidad
en su labor y con un sistema de recolección de la información que permita
establecer factores de riesgos por zonas, por ambientes sociales, por
regiones, por edades y por toda otra consideración que haga a la realidad
sanitaria, social y estructural de la población.
A partir de los análisis
científicos, mediante normas estadísticas severas, el Comité formulará sus
diagnósticos, pronósticos y detectará los problemas donde se encuentren y
a partir de allí formulará las recomendaciones para que las autoridades
sanitarias nacionales y provinciales arbitren los medios para terminar con
esta vergüenza y este drama que representa la muerte de una madre.
Con referencia al sistema de
vigilancia epidemiológica de mortalidad materna, nos lleva al concepto de "la
información para la acción". La definición de vigilancia epidemiológica podría
resumirse así: "Es la observación y el análisis rutinario tanto de ocurrencia y
distribución de las enfermedades como de los factores relacionados con su
control, para la ejecución oportuna de las acciones".
En el caso de la muerte
materna, la vigilancia epidemiológica se realiza a través de los comités de
mortalidad materna interactuando con los demás sistemas de información
de estadísticas vitales, en el sentido de dimensionar el problema e identificar
sus determinantes, para la adopción de medidas que puedan disminuir las
muertes maternas evitables.
En nuestro país, según
estadísticas y estudios realizados, unas 300 a 500 madres mueren cada año
por complicaciones de embarazo, parto o puerperio.
El Centro de Estudios de Estado
y Sociedad (CEDES) expuso los resultados de una investigación sobre
mortalidad materna en la Argentina que arroga un resultado
descorazonador: el aborto sigue siendo la primera causa de muerte materna
en el país. La situación es grave, dado que un elevado porcentaje de estas
defunciones son médicas o socialmente previsibles. Con ese objetivo, el
CEDES estudió el período noviembre de 2002 a octubre de 2003, para
actualizar el diagnóstico sobre mortalidad materna y proponer una
redirección de políticas sanitarias. La investigación se realizó en 6 provincias:
Chaco, Formosa, Mendoza, San Juan, San Luis y Tucumán, que presentan
elevados índices comparativos.
Estas son algunas de las
conclusiones del análisis de cerca de 100 defunciones, ocurridas en dichas
provincias:
El aborto fue la primera causa
(27,4 %) de las complicaciones seguidas de fallecimiento.
Las hemorragias fueron la
segunda causa de muerte materna (22 %). Dado que generalmente son la
consecuencia de un aborto doméstico y/o mal realizado, la incidencia de
este flagelo se eleva a casi el 50 % del total de la mortalidad materna.
El subregistro de defunciones
oscila en el 9,5 %, para todo ese paquete provincial.
La tasa de mortalidad materna
(TMM) en la Argentina es del 4,6 % por 10.000 nacidos vivos, con
diferencias regionales muy marcadas. En la ciudad de Buenos Aires es de
sólo 1,4 muerte materna por cada 10.000, pero en Formosa llega al 16,6 por
cada 10 mil nacidos vivos.
En la Argentina 300 a 500
mujeres fallecen anualmente por causas relacionadas con el aborto
inseguro, el embarazo, el parto y el puerperio. Una de las metas del milenio
propuestas por la Organización Mundial de la Salud busca reducir en un 75
por ciento las muertes maternas en el mundo respecto de 1990, sin
embargo, nuestro país figura entre las naciones que a pesar de haber
logrado un leve descenso, se encuentra lejos de alcanzar para el 2015 un
total de 13 fallecimientos por cada 100 mil nacidos vivos.
Según un informe del
Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva la principal causa de
mortalidad materna en el país nace de la precariedad en que se realizan los
abortos clandestinos, la disparidad que aún persiste entre las distintas
jurisdicciones en cuanto al acceso a los centros de atención y las diferencias
entre provincias con relación a la disponibilidad a los métodos
anticonceptivos.
"La muerte materna es un
indicador sensible de lo que es la inequidad", enfatiza el doctor Edgardo
Abalos, obstetra de la Maternidad Martin y miembro del Centro Rosarino de
Estudios Perinatales (Crep), uno de los organismos responsables del informe
sobre la situación de la mortalidad materna en Argentina junto con el Cedes
(Centro de Estudios de Estado y Sociedad). Ambos organismos conforman el
Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva, creado en 2010, y encargado
de producir información y de contribuir a la promoción de la salud.
La Organización Mundial de la
Salud (OMS) define la muerte materna como aquella que sucede durante el
embarazo, el parto y los 40 días posteriores, por cualquier causa relacionada
o agravada por el embarazo o su atención pero no por causas accidentales o
incidentales.
La situación en Latinoamérica
también muestra disparidades. Mientras Uruguay ya alcanzó la meta
comprometida por los países miembros de la OMS, y es probable que Brasil,
Honduras, Paraguay y Perú alcancen el descenso para el 2015, Chile,
Colombia y Nicaragua llegarían a reducciones cercanas al 70 por ciento, de
mantenerse las tendencias actuales. En una situación similar a la Argentina
con 40 muertes por cada cien mil nacidos vivos (los datos provienen del
Ministerio de Salud de la Nación y el Indec) se encuentran Bolivia, Cuba,
Guatemala, Haití, Jamaica, República Dominicana, Surinam, Venezuela,
Ecuador y Panamá. En nuestro caso los datos de 2011 (aún falta relevar el
2012) confirman que la tendencia se asemeja a una meseta, con pocas
variables en los últimos 20 años.
Abalos sostiene que una de las
causas que mantienen sin cambios las cifras de mortalidad materna en
Argentina son los abortos que se realizan en condiciones inseguras. "Esto
sigue siendo desde hace 20 años la primera causa de muerte en nuestro
país y se da en 17 de los 24 distritos argentinos", dice. "Por ello -agrega-
toda medida tendiente a evitar los embarazos no planificados, como la
entrega de anticonceptivos orales u otros métodos como ligaduras de
trompas o vasectomías sirven para prevenir las muertes".
Según Abalos, las estrategias
para reducir la mortalidad materna tienen que ser múltiples y no todas están
vinculadas con el estado de salud de la mujer. "A veces tienen que ver con
el acceso a los centros de salud capacitados para atender embarazos y
partos de riesgo; otras, con la falta de reconocimiento de los síntomas que
podrían indicar una posible complicación del embarazo y en otros, la
imposibilidad de llegar a tiempo a los centros de salud por la falta de
caminos o rutas".
"El riesgo que tiene una mujer
de morir al momento de embarazarse por una complicación del aborto, el
parto y el puerperio es muy diferente de acuerdo a dónde tuvo la suerte de
haber nacido. Las cifras de mortalidad en Capital Federal, por ejemplo, son
similares a las de los países desarrollados, mientras que en Formosa la
misma mujer tiene veinte veces más riesgo de morirse".
La OMS recomienda que todos
los partos se deben atender en instituciones de salud que cumplan con las
condiciones obstétricas y neonatales óptimas, lo que implica la provisión de
sangre segura, la extracción de restos de abortos con anestesia y ayudas
mecánicas para el nacimiento (ventosas, fórceps), entre otras, y recomienda
que aquellas que no cumplan con estos requisitos "no estarían habilitadas
para atender los partos". Sin embargo, un relevamiento realizado en el país
en 2009 muestra que muchas maternidades no cumplen con estos
requisitos.
"En localidades pequeñas, por
ejemplo, con una maternidad que no cumple con estos requisitos, quizá sea
más costo efectivo poner un adecuado medio de transporte para trasladar a
la mujer a un centro en condiciones en lugar de mantener una estructura
que no resuelve el problema", afirma el obstetra.
"En este sentido -prosigue-
Santa Fe es diferente al resto de los distritos argentinos, con 10
maternidades distribuidas en todo el territorio provincial que cumplen con
estos requisitos, a diferencia de Santiago del Estero, que tiene dos, una en
la capital y otra en La Banda, que además están muy próximas".
Consultado acerca de si la edad
de la madre resulta un factor de riesgo de mortalidad Abalos sostiene que
los decesos se producen en edades consideradas críticas (mayores de 35
años y adolescentes niñas). Al respecto, admite que los nacimientos de
madres adolescentes en el sector público rosarino se mantienen constantes
(30 por ciento de los embarazos son de menores de 19 años), aunque
reconoce que esta tendencia posee rasgos distintivos según sea la región del
país.
"Existen diferencias entre
Catamarca y Rosario -puntualiza-. En nuestra ciudad la mitad de las
madres adolescentes ya conocían los métodos anticonceptivos porque lo
habían usado y la mayoría había abandonado el sistema educativo. En
cambio, en Catamarca, la falta de acceso y de conocimiento sobre los
métodos anticonceptivos es un detonante muy importante".
"En Argentina llevamos muchos
años de estancamiento a pesar de las inversiones y los compromisos
asumidos por el Estado nacional. El más reciente es el Plan para la
Reducción de la Mortalidad Materno Infantil, de la Mujer y de la
Adolescente, lanzado en 2009, pero que hasta este momento no ha
evidenciado un impacto positivo". Si bien ya no es posible alcanzar las metas
en 2015, "eso no significa que no procuremos mejorar", señala, y en tal
sentido resalta la preocupación del Ministerio de Salud de la Nación, que se
traduce en acciones concretas como la capacitación de los recursos
humanos en atención de la emergencia obstétrica y otros en esa
dirección.
"Argentina tiene que revisar su
situación con mirada crítica -opina- y alcanzar acuerdos básicos y
sostenidos entre las provincias y la Nación para lograr la coordinación de
todos los esfuerzos".
Estamos preocupados por este
problema, que es un indicador de inequidad, no esté en la agenda de la
opinión pública, ya que la mayoría de las causas que llevan a una mujer a
morirse son evitables con una decisión política que apunte a suprimir las
causas que la originan.
La reducción de la mortalidad
materna en cada provincia muestra grandes disparidades, producto de las
inequidades en el acceso a servicios, la disponibilidad de recursos humanos
y físicos y la calidad de la atención.
Según el último informe del
Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva más de la mitad de las
provincias (13 de 24) superan la media nacional e incluso llegan a duplicar o
triplicar los decesos, como el caso de Chaco, Formosa, Jujuy y Misiones.
Algunas provincias del NEA y NOA tienen cifras similares a la de los países
de alta mortalidad materna de América latina. Tal el caso de Formosa, que
tiene un nivel similar al de República Dominicana, y Jujuy se asemeja a
Paraguay.
Las provincias de Buenos Aires,
Córdoba y Neuquén han logrado descensos sostenidos en los últimos dos
años y su situación actual, junto a la de Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
Río Negro, Santa Cruz y Santa Fe, es comparable a la de los países de
menor mortalidad de la región (Fuente: Silvia Lopresti, diario La Capital,
2013; Unicef, 2014; Irma Arriagada "Familias y Políticas Públicas en América
Latina, CEPAL: 2007).
Por todo lo expuesto es que
solicito el acompañamiento de mis pares para la aprobación al presente
proyecto de ley.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
---|
ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |
FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |