La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través de los órganos que corresponda, informe que medidas de control se han implementado a fin de garantizan la seguridad en el transporte público de subterráneos en la ciudad de Buenos Aires.

Señor presidente:

Viajar en subte no suele ser un viaje plancetero, y uno siente que no es respetado como persona y teme -por sobre todo- que ocurra una tragedia por las condiciones precarias del transporte. Este temor es compartido por muchas de las 1.400.000 personas que diariamente toman el subte en la Ciudad de Buenos Aires.

Un estudio realizado por el Centro de Educación al Consumidor (CEC) reveló que hay "falencias" en la seguridad de los subterráneos de la Ciudad. Según el informe, las salidas de emergencia no están bien señalizadas. Y tanto en los vagones de las formaciones como en las estaciones faltan matafuegos y botiquines de primeros auxilios.

También se informó que los carteles indicadores de las salidas de emergencia estaban deteriorados o directamente faltaban en un 38 por ciento de las estaciones. Carteles con procedimientos para situaciones de emergencia sin iluminación, faltante de mangueras hidrantes (Estaciones Plaza Miserere, Olleros y Juramento), problemas en la ventilación, entre otras irregularidades, pueden observarse a simple vista en cualquiera de las estaciones.

No todos los vagones tienen vidrios de seguridad. En la Línea A, los vidrios son como los de cualquier ventana común por lo que, ante algún golpe, se hacen añicos. Los planos de escape no están colocados en lugares visibles e iluminados, ni detallados en colores y los matafuegos no estan a la vista de todos

Actualmente hay 70 estaciones en total y sólo hay ascensores en 6 estaciones (Acoyte, Tronador, Los Incas, Congreso de Tucumán, Facultad de Medicina, Tribunales), lo que implica que si se produce un incendio, los usuarios en sillas de ruedas no podría salir por sus propios medios.

En un momento de emergencia, sin luz, con la gente en estado de shock y de pánico, lo mínimo que se puede hacer es saber en dónde está cada elemento de seguridad y cual es la salida a seguir.

Por ello es que sin un debido cumplimiento de las normas de seguridad, si un subte sufriese un incendio, las posibilidades de un nuevo Cromañón serían -lamentablemente- demasiadas.

El control por parte de los organismos estatales, como la CNRT (Comisión Nacional de Regulación del Transporte) que tiene el poder de policía para lograr que haya un servicio eficiente y con las mínimas medidas de seguridad, es un compromiso del Estado y entendemos es nuestro menester conocer sobre esta situación, para poder tomar medidas en caso de ser necesario.

Por lo tanto, es que solicito a los señores legisladores me acompañen en el presente proyecto.