La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Adherir a la Conmemoración del Día de la Afirmación de los Derechos Argentinos sobre las Malvinas, islas y sector antártico, establecido el 10 de junio del año 1973 por ley N° 20.561.

Señor presidente:

Hablar de Malvinas es traer al presente toda una etapa que a veces como sociedad quisiéramos dejar en el olvido...pero el olvido está lleno de memoria, y es una deuda pendiente e irrenunciable el reclamo por la restitución de las islas y la defensa de la integridad territorial de nuestro país.

La Disposición Transitoria Primera de la Constitución Nacional de 1994 expresa: "La Nación Argentina ratifica su legítima e imprescriptible soberanía sobre las Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, por ser parte integrante del territorio nacional. La recuperación de dichos territorios y el ejercicio pleno de la soberanía, respetando el modo de vida de sus habitantes y conforme a los principios del Derecho Internacional, constituyen un objetivo permanente e irrenunciable del pueblo argentino".

Han pasado ya 28 años de la guerra de Malvinas y es necesario reflexionar sobre lo que los mismos argentinos nos decimos sobre el tema.

El recuerdo de todo lo ocurrido no debe hacernos perder de vista que, en conjunto, los hombres de las Fuerzas Armadas pelearon como valientes, más allá de todas las vicisitudes y desventajas que tuvieron que enfrentar y del por qué se inició una guerra que estaba perdida de antemano.

Es por ello que, debemos ser conscientes de que todos tenemos una obligación con nuestra patria, aunque nos encontremos en total desacuerdo con el gobierno de turno -democrático o no-. Porque los gobiernos, los hombres pasan, pero la patria queda, la Nación Argentina permanece y es con ella con quien estamos en deuda: Tenemos una identidad que defender en la paz con el mismo coraje pero con mayor sabiduría de la que tuvimos durante el conflicto.

A nuestros jóvenes, a aquellos que perecieron en pos de defender a esta Nación, a esta identidad, les debemos un reconocimiento a su coraje, a su sacrificio y, por qué no decirlo, a la profesionalidad militar de los que la tuvieron.

Este reconocimiento debe abarcar a la mayor parte de la sociedad, en ceremonias y símbolos compartidos, pero no quedar limitado a un simple acto u homenaje: los argentinos estamos llamados en este año del bicentenario -de manera especial- a repensar nuestras actitudes y comportamientos a fin de trabajar para dejar de lado ese espíritu triunfalista que tan malamente nos caracteriza y tratar de recuperar valores como el sacrificio y el coraje sin especulaciones, pautas de vida que deben ser el legado para las generaciones futuras y para la reconstrucción de la identidad nacional sobre bases sólidas y firmes.

Por todo lo expresado anteriormente con motivo de la conmemoración aludida, estimo que esta Honorable Cámara debe expresarse en tal sentido y solicito a tal fin el apoyo de mis pares.-