La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo para solicitarle que, a través de los organismos correspondientes, informe:

1.- Fechas en las que el ciudadano venezolano y/o estadounidense Guido Alejandro Antonini Wilson o Guido Alejandro Antonini o Alejandro Antonini (Pasaporte N° 47.147.991) ingresó al país y egresó de él. Señalando en cada caso el medio de ingreso o egreso y el lugar de procedencia o destino según corresponda.

2 Detalle de los vuelos internacionales contratados con la empresa ROYAL CLASS o similares desde mayo de 2003 a la fecha de expedición de la respuesta del presente, por la empresa Energía Argentina Sociedad Anónima(ENARSA) del Organo de Control de Concesiones Viales (OCCOVI) y/ o cualquier otra repartición u organismo dependiente del Poder Ejecutivo Nacional

3 Detalle de la nómina de pasajeros tanto en su trayecto de ida como de regreso. En el supuesto de ser funcionarios públicos individualizar el cargo respectivo. En el caso de no serlo circunstancia o motivo de su embarque

Señor presidente:

Como es de dominio público, el pasado sábado 4 de agosto, el empresario de nacionalidad venezolana y/o estadounidense Guido Alejandro Antonini Wilson intentó ingresar ilegalmente al país la suma de 800 mil dólares.

La misma persona -según fuentes tribunalicias y periodísticas- habría ingresado al país en seis ocasiones.

Llama la atención que en cuatro de ellas (31 de marzo, 16 de junio y 28 de setiembre de 2006 y 26 de mayo de 2007) este empresario con residencia tanto en el estado norteamericano de La Florida como en Venezuela, haya arribado desde la República Oriental del Uruguay; al igual que las innecesarias combinaciones que realizaba para ingresar o salir de nuestro país.

Especialmente llamativo es su paso por nuestras estaciones aéreas ocurrido en marzo de 2006. El día 28, Antonini Wilson arribó a Ezeiza procedente de Venezuela y dos horas después embarcó en el mismo aeropuerto hacia Chile. Existiendo vuelos entre Caracas y Santiago de Chile, ¿qué necesidad tenía de hacer tan compleja combinación? Más extraño aún parece su paso por Buenos Aires el día 31 del mismo mes cuando arribó al Aeroparque metropolitano procedente de Uruguay y dos horas después embarcó en Ezeiza con rumbo a Brasil. Dado que su permanencia en nuestro medio sólo le alcanzaba para hacer los trámites migratorios y trasladarse de una estación a otra, ¿qué necesidad tuvo de pasar por Buenos Aires habiendo vuelos directos entre Montevideo y diversos aeropuertos brasileños?

También es sugestiva la brevedad de sus estadías en nuestro país. A las ya señaladas, cabe agregar que en junio y en setiembre de 2006 estuvo apenas 24 horas, tiempo adecuado para cumplir con algún mandato o encomienda pero escaso para la realización de algún trámite algo más complejo.

Otra cosa a develar es la curiosa situación planteada en su último paso por el país. Según la información con que se cuenta, el ciudadano venezolano Guido Alejandro Antonini Wilson ingresó a Argentina el 4 de agosto de 2007 exhibiendo el pasaporte Nº 8.579.325 emitido por la República Bolivariana de Venezuela. Tres días después, desde el Aeroparque metropolitano y con destino a Uruguay habría partido el ciudadano estadounidense Guido Alejandro Antonini, poseedor del Pasaporte otorgado por autoridades del país del norte bajo el número 47.147.991. De ser así y tratándose de la misma persona, no se entiende cómo las autoridades migratorias argentinas autorizaron la salida del país de un ciudadano estadounidense en cuyo pasaporte no podía figurar la fecha de su último ingreso a nuestro territorio.

El presente pedido de informes también se ocupa de los vuelos que, desde el momento de su fundación, la empresa ENARSA habría contratado con Royal Class. Como antecedente de nuestra inquietud, digamos que el matutino Clarín del 10 de agosto de 2007 consigna en su página 9 que ENARSA "contrató por lo menos una vez por mes en el último año a Royal Class para viajar a Caracas".

Por cierto, el vínculo empresario que ENARSA mantiene con la empresa petrolera venezolana PeDeVeSa justificaría esta frecuencia de viajes aéreos, aunque no la necesidad de contratar vuelos tan onerosos como los de Royal Class que, en ocasión del realizado el 4 de agosto último, significó una erogación de 90.000 dólares.

Antes que ENARSA reconociera oficialmente la contratación de ese vuelo, Fernando Cingoni -gerente de Royal Class- había manifestado a Radio del Plata que el vuelo en cuestión había sido contratado por una firma argentina que es cliente frecuente en ese tipo de operaciones y agregó que algunos de los pasajeros ya habían viajado por la misma empresa en oportunidades anteriores.

Dado que Cingoni eludió identificar a esos pasajeros recurrentes, ignoramos a quienes se refería. Sin embargo, se trata de una información que podría obtenerse con sólo consultar los correspondientes manifiestos de vuelo que Royal Class está obligada a presentar cada vez que uno de sus aviones arriba a nuestro país.

Por cierto contar con esa información resulta clave para poder descartar que estos costosos vuelos pagados con dineros públicos hayan sido utilizados en otras ocasiones para trasladar a personas ajenas a las delegaciones oficiales.

Igualmente, importa dilucidar si similares contrataciones de vuelos privados fueron realizadas a través del OCCOVI, un organismo que dispone de un presupuesto de considerable magnitud y cuyo ex titular realizaba frecuentes viajes al exterior, en especial a Caracas. Con idéntico propósito que el apuntado en el párrafo anterior interesa conocer los manifiestos de vuelo generados en esas eventuales contrataciones.

Bueno es recordar que el pasado viernes 10 de agosto, durante un acto realizado en la localidad bonaerense de Moreno, el Presidente de la Nación manifestó que "Por primera vez se combate en serio la corrupción y se hacen los controles en todas las áreas que tenemos que hacer". Sin duda, debemos tomar con entusiasmo la afirmación presidencial; pero al mismo tiempo debemos tener presente que los controles internos que el Ejecutivo haga de sus funcionarios no bastan y que es el Poder Legislativo quien debe controlar los actos de gobierno.

La información que requerimos resulta necesario para la realización de ese control legislativo; por ello solicitamos la aprobación de este proyecto de Resolución.