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PROYECTO DE TP


Expediente 4141-D-2007
Sumario: EXPRESAR BENEPLACITO POR LA ACTUACION DEL GOLFISTA ARGENTINO ANDRES ROMERO EN EL "CAMPEONATO DE JUGADORES DE EUROPA" Y EL TERCER PUESTO EN EL "ABIERTO BRITANICO DE GOLF" DESARROLLADOS EN ALEMANIA, ESCOCIA, RESPECTIVAMENTE.
Fecha: 16/08/2007
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 105
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:


Expresar beneplácito por el título obtenido por el golfista argentino Andrés Romero en el Campeonato de Jugadores de Europa y el 3° puesto obtenido en el 136° Abierto Británico de Golf, desarrollados en Hamburgo, Alemania y Carnoustie, Escocia, respectivamente.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Estas hazañas sólo cobran su verdadera dimensión con el transcurso del tiempo.
Andrés Romero siempre parece capaz de subir la apuesta, de dar un poco más, de sorprender con actuaciones destacadas en ambientes dominados por los mejores del mundo. Por tercera semana consecutiva el talentoso jugador tucumano peleó mano a mano con la elite de golf y estuvo lejos de desentonar. Su talento y su estilo de juego captaron definitivamente la atención de sus rivales y del público. Después del asombroso 3er puesto en el Open Británico, de la victoria en Alemania, del valioso 6° puesto en el Bridgestone Invitational, un torneo reservado para los mejores y con 8.000.000 de dólares en premios, es imposible no jugarle unas fichas a este tucumano que disfruta desafiando los límites.
Cuentan que el año último, durante la vuelta de práctica del Open en Liverpool, cuando Severiano Ballesteros lo vio pegar a Andrés Romero dijo: "Ese perro tiene hambre". Una frase que en la jerga significa un jugador distinto, un potencial diferente.
Lo de Romero (278 golpes) quedará en la historia como una de las grandes actuaciones argentinas en los Majors: terminó 3ero, a un solo golpe del desempate que Padraig Harrington le ganó a Sergio García. Romero estuvo demasiado cerca de la gloria como para no lamentarse, pero su actuación tiene gusto a hazaña si se tiene en cuenta que arrancó el día a siete golpes de la punta. Y la forma en que lo logró fue lo mejor, porque dio un espectáculo increíble en Carnoustie, nada menos que con 10 birdies en una vuelta cargada de situaciones cambiantes, de disparadores de sensaciones para la multitud que lo siguió de cerca. Cuando Romero se levanta inspirado es capaz de cosas como estas, y le tocó demostrarlo entre los mejores.
El joven golfista tucumano ya aparece claramente en la línea sucesoria que inauguró hace más de 60 años Roberto De Vicenzo. Pigu parece inevitablemente destinado a integrar el árbol genealógico de los grandes jugadores del golf argentino. Apenas está comenzando su carrera internacional, pero encaja justo en el recambio generacional al que le han dado forma Vicente Fernández, Eduardo Romero, José Cóceres y Angel Cabrera.
Desde que su tío Miguel lo empezó a moldear en Yerba Buena, Pigu mostró un toque de distinción. No pegaba demasiado largo, sólo se defendía con un gran juego sobre el green, pero había algo más en ese físico fibroso y pequeño que no le sacaba el cuerpo al trabajo. A su capacidad técnica le agregó enseguida una virtud que no se compra ni se adquiere con horas de práctica y dedicación: conocer la fórmula de la victoria.
A los 18 años ya era profesional y a los 23 tenía dos victorias en el exterior, el Abierto de Medellín y el Masters de Panamá, correspondientes al Tour de las Américas de 2003. Ese mismo año dio otra pista de su condición de jugador diferente con un extraordinario águila desde fuera del green en el hoyo final para ganar por primera ver el Abierto del Norte frente a su gente.
La carrera de Pigu parece seguir las pautas lógicas de un crecimiento sostenido. Después de esos triunfos en el exterior, llegó la consolidación como figura en nuestro país, y eso se dio en los tres últimos años. Ganó el Roberto De Vicenzo Classic en 2005 y el año último llegó el verdadero salto de calidad con tres victorias superlativas: el segundo Abierto del Norte de su currículum, coronando el torneo con un recorrido de 60 golpes (el récord absoluto del Jockey Club tucumano) que incluyó un hoyo en uno; el Abierto del Litoral, en un duelo espectacular con Angel Cabrera y Ricardo González, y el Torneo de Maestros, otra vez doblegando al campeón del US Open.
En Europa también escaló de a poco, porque hizo una gran temporada 2005 en el Challenge Tour. Terminó 14° en el Orden de Mérito y eso le abrió las puertas al tour mayor con una categoría que le permitió jugar la mayoría de los torneos. El gran respaldo de ese desempeño en el segundo circuito del Viejo Continente fue su victoria en Manchester, en el Morson International Pro-Am. Allí mostró otra de sus principales características: la capacidad para adaptarse rápido a los ambientes desconocidos. Llegó al campo de Worsley sobre el comienzo del torneo, apenas tuvo tiempo de caminar nueve hoyos sin jugar el miércoles previo, y se llevó el título con una gran actuación.
En 2006 no hubo triunfos en Europa, pero sí actuaciones consagratorias como los tres Top 10 consecutivos en el Abierto de Escocia (2°), el Open (8°) y el Campeonato de Jugadores de Europa (4°), el mismo torneo que ganó ayer. Además, tuvo un premio gratificante por su actuación a lo largo del año: integró junto a Cabrera la pareja argentina en la Copa del Mundo de Barbados. El puesto 35° en el ranking del Tour Europeo le aseguró un lugar para esta temporada, en la que parece haber dado el salto definitivo tanto en los resultados como en la consideración de sus rivales y el público.
Más allá de las características que lo distinguen, Pigu tiene las mismas debilidades de todos los argentinos que compiten en el exterior. Necesita volver a su casa para recargar energías, para recuperar los afectos desgastados por la distancia. Se puede decir que hay dos Romero diferentes, el de Europa y el de Tucumán. En la gira se puede ver a un jugador enfocado, capaz de pasarse horas en el campo de práctica o perfeccionando un golpe de putter que está claramente entre los mejores de los jugadores nacionales. En Yerba Buena, el lugar donde nació y creció, encuentra la tranquilidad y la relajación necesaria para retomar la alta competencia. Tanto se aparta de su profesión que pasa semanas sin tocar los palos de golf, y se entrega a reuniones con sus amigos haciendo un gran esfuerzo por mantenerse alejado de una de las pasiones que tuvo que abandonar para no correr riesgos innecesarios: las motos.
El Jockey Club de Tucumán entregó en los últimos tiempos muy buenos valores entre los profesionales argentinos. César Monasterio, que el año último ganó su primer torneo en el Tour Europeo, es un referente, lo mismo que Eduardo Argiró, un interesante jugador con el rendimiento devaluado en los últimos tiempos, y César Costilla. Pero ninguno genera algo similar a lo de Romero en esa provincia. El Pigu es una figura que crece y refuerza con cada conquista su carácter de ídolo. Sobre todo en los más chicos, que lo ven como un espejo de lo que se puede lograr con talento y esfuerzo. Sus conquistas hacen que, al menos en los alrededores del Jockey, sigan prefiriendo los palos de golf a la pelota de fútbol.
Por las razones expuestas, solicito a mis pares me acompañen en el presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
SALIM, JUAN ARTURO TUCUMAN FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
DEPORTES (Primera Competencia)
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha Movimiento Resultado
15/11/2007 DICTAMEN Aprobado con modificaciones como proyecto de resolución
Dictamen
Cámara Dictamen Texto Fecha
Diputados Orden del Dia 3292/2007 CON MODIFICACIONES; LA COMISION ACONSEJA APROBAR UN PROYECTO DE RESOLUCION 29/11/2007