PROYECTO DE TP
Expediente 4109-D-2015
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA LAS MEDIDAS NECESARIAS PARA INSTAR A LOS REPRESENTANTES ARGENTINOS ANTE EL PARLAMENTO DEL MERCOSUR - PARLASUR -, A LA ELIMINACION DEL TRABAJO INFANTIL DOMESTICO EN TODOS LOS ESTADOS MIEMBROS DEL BLOQUE Y EN PARTICULAR EN LA REPUBLICA DEL PARAGUAY.
Fecha: 28/07/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 94
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1.- Instar a los representantes
argentinos ante el Parlamento del Mercosur (Parlasur) a tomar las medidas
conducentes a la eliminación del trabajo infantil doméstico en todos los
estados miembros del bloque y en particular en la República de Paraguay,
donde afecta a alrededor de 47 mil niñas, niños y adolescentes.
2.- Exhortar se efectúe a través
del Parlasur una campaña en los medios de comunicación a fin de
concientizar a la sociedad en la necesidad inmediata de prevenir y erradicar
el trabajo infantil, con foco especial en el trabajo agrícola, el trabajo
doméstico para terceros y la explotación sexual y avanzar en materia de
estándares sociales, profundizando el alcance y aplicación de las normas
tendientes a la protección de los niños, niñas y adolescentes.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Un gran número de niños
hacen trabajos domésticos, remunerados o no, en los hogares de terceras
personas. Sus vidas transcurren ocultas a la mirada de la sociedad y lo
habitual es que se encuentren aislados y alejados de sus familias. Por ello,
estos menores son particularmente vulnerables a la explotación y las
historias de abuso son muy frecuentes.
En 2002, la Organización
Internacional del Trabajo (OIT) declaró el 12 de junio como Día
Internacional contra el Trabajo Infantil con el propósito de dar a conocer el
alcance del problema y promover iniciativas para resolverlo, con la
participación de los gobiernos, las empresas, los sindicatos, la sociedad civil,
y todos y cada uno de nosotros.
Este año 2015, en el Día
mundial contra el trabajo infantil se hace un llamamiento a favor de:
una educación de calidad,
gratuita y obligatoria para todos los niños hasta por lo menos la edad
mínima de admisión al empleo y emprender acciones para llegar a aquellos
niños actualmente en situación de trabajo infantil;
nuevos esfuerzos para asegurar
que las políticas nacionales sobre trabajo infantil y educación sean
coherentes y eficaces;
políticas que garanticen el
acceso a una educación de calidad e inversiones en personal docente
El diario La Nación causó gran
impacto con la publicación de una extensa nota sobre los "Criaditos en
Paraguay: esclavos del siglo XXI" (la nota más leída en el citado medio
digital).
"Santo Padre, de chico fui
explotado y maltratado", contó con la voz quebrada Manuel de los Santos
Aguilar, de 18 años, al Papa, en el encuentro con los jóvenes en la
Costanera de Asunción, el 12 de julio pasado. La Nación trae a la luz el
relato de varios niños que se animaron a contar su historia.
Las veces que se animó a
reclamar que cumplieran la promesa de permitirle ir a la escuela, recibió
palizas tremendas, incluso con palos, que le dejaron marcas. "¡Vos, negrito,
viniste acá a trabajar!", le gritaban, recordó Manuel en una entrevista con el
diario porteño.
Pero ese no es el final habitual
para la gran mayoría de las historias de "criaditos" en Paraguay. Al llegar a
la mayoría de edad, cuando ya no son tan gobernables y terminan
escapándose o siendo echados de las casas, salen al mundo
semianalfabetos y con el estigma social de haber sido "criaditos".
El medio reveló una realidad
que conmociona: los niños viven en otros hogares en condiciones indignas y
con maltratos. Eso de tener "criados" o "criadas" es una larga tradición
paraguaya y suelen ser llamados diplomáticamente "secretario" o
"secretaria".
Son abrumados con las tareas
domésticas y, finalmente, no tienen oportunidad de ir a la escuela.
Explotados a cualquier hora del día, prácticamente no tienen vida propia.
Tienen que hacer de todo y sufren castigos.
Unicef pide terminar con el
trabajo infantil doméstico en Paraguay que afecta a casi 47.000 niñas, niños
y adolescentes, según informó la especialista en protección de derechos del
niño de la ONG, Andrea Cid.
La ONG denunció que el
trabajo doméstico que realizan especialmente niñas y adolescentes en
hogares de terceros, conocidas popularmente en Paraguay como "criaditas",
es "una práctica culturalmente arraigada y una realidad oculta en ese país"
(Fuentes: La Nación y diario Crónica de Asunción).
En la actualidad, cerca de 215
millones de niños trabajan en el mundo, muchos a tiempo completo. Ellos
no van a la escuela y no tienen tiempo para jugar. Muchos no reciben
alimentación ni cuidados apropiados. Se les niega la oportunidad de ser
niños. Más de la mitad de estos niños están expuestos a las peores formas
de trabajo infantil como trabajo en ambientes peligrosos, esclavitud, y otras
formas de trabajo forzoso, actividades ilícitas incluyendo el tráfico de drogas
y prostitución, así como su participación involuntaria en los conflictos
armados.
El Programa Internacional para
la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), guiado por los principios
consagrados en el Convenio núm 138 sobre la edad mínima y el Convenio
núm 182 sobre las peores formas de trabajo infantil de la OIT, trabaja para
alcanzar la abolición efectiva del trabajo infantil.
Uno de los principales objetivos
que se fijaron para la Organización Internacional del Trabajo (OIT) cuando
se fundó en 1919 fue la abolición del trabajo infantil. Desde una perspectiva
histórica, el principal instrumento de la OIT para alcanzar el objetivo de la
abolición efectiva del trabajo infantil ha sido la adopción y la supervisión de
normas del trabajo en las que se aborda el concepto de edad mínima de
admisión al empleo o al trabajo. Además, desde 1919 50, el principio de que
las normas relativas a la edad mínima deberían ir asociadas a la
escolarización ha formado parte de la tradición normativa de la OIT en esa
esfera. En el Convenio núm. 138 se establece que la edad mínima de
admisión al empleo no deberá ser inferior a la edad en que cesa la
obligación escolar.
La adopción por la OIT diez
años después del Convenio núm. 182 consolidó el consenso que existía a
escala mundial en torno a la eliminación del trabajo infantil 53. Este
instrumento estableció los objetivos más concretos que tanto se
necesitaban, sin abandonar el objetivo general expresado en el Convenio
núm. 138 de la abolición efectiva del trabajo infantil. Además, el concepto
de las peores formas contribuye a fijar prioridades y puede servir como
punto de partida para abordar el problema principal del trabajo infantil. El
concepto también ayuda a prestar atención al impacto del trabajo en los
niños y al tipo de trabajo que realizan.
El trabajo infantil prohibido en
el derecho internacional queda comprendido en tres categorías, a
saber:
Las formas
incuestionablemente peores de trabajo infantil, que internacionalmente se
definen como esclavitud, trata de personas, servidumbre por deudas y otras
formas de trabajo forzoso, reclutamiento forzoso de niños para utilizarlos en
conflictos armados, prostitución y pornografía, y actividades ilícitas.
Un trabajo realizado por un
niño que no alcanza la edad mínima especificada para el tipo de trabajo de
que se trate (según determine la legislación nacional, de acuerdo con
normas internacionalmente aceptadas), y que, por consiguiente, impida
probablemente la educación y el pleno desarrollo del niño.
Un trabajo que ponga en
peligro el bienestar físico, mental o moral del niño, ya sea por su propia
naturaleza o por las condiciones en que se realiza, y que se denomina
"trabajo peligroso"
Las nuevas estimaciones y
tendencias globales se presentan bajo tres categorías:
niños económicamente
activos,
niños que trabajan y
niños que realizan trabajos
peligrosos.
Las nuevas estimaciones
indican que en 2004 había aproximadamente 317 millones de niños
económicamente activos de 5 a 17 años de edad, 218 millones de los cuales
podrían considerarse niños trabajadores. De estos últimos, 126 millones
realizaban trabajos peligrosos. Las cifras correspondientes al grupo de edad
más limitado de 5 a 14 años eran de 191 millones en el caso de los niños
económicamente activos, de 166 millones en el de los niños trabajadores, y
de 74 millones el de los que se dedicaban a trabajos peligrosos. El número
de niños trabajadores de 5 a 14 años de edad y de 5 a 17 años se redujo un
11 por ciento entre 2000 y 2004. Sin embargo, se redujo mucho más en el
caso de los trabajos peligrosos: un 26 por ciento en el caso del grupo de 5 a
17 años y un 33 por ciento, en el de 5 a 14 años.
La incidencia del trabajo infantil
(porcentaje de niños que trabajan) en 2004 se calcula en 13,9 por ciento en
el caso del grupo de 5 a 17 años de edad, en comparación con un 16 por
ciento en 2000. Sin embargo, la proporción de niñas entre los niños
trabajadores permaneció constante.
La visión de conjunto que se
desprende de estos datos es, pues, muy alentadora: El trabajo infantil está
disminuyendo, y cuanto más perjudicial el tipo de trabajo y más vulnerables
los niños afectados, más rápida ha sido la disminución.
Uno de los métodos más
efectivos para lograr que los niños no comiencen a trabajar demasiado
temprano es establecer la edad en que legalmente pueden incorporarse al
empleo o a trabajar. Más abajo figuran los principios fundamentales del
Convenio de la OIT por lo que respecta a la edad mínima de admisión al
empleo.
Ninguna persona menor de 18
años debe realizar trabajos que atenten contra su salud o su moralidad.
La edad mínima de admisión al
empleo no debe estar por debajo de la edad de finalización de la
escolarización obligatoria, por lo general, los 15 años de edad.
Los niños de entre 13 y 15
años de edad podrán realizar trabajos ligeros, siempre y cuando ello no
ponga en peligroso su salud o su seguridad, ni obstaculice su educación, su
orientación vocacional ni su formación profesional.
La mejora del conocimiento
sobre el concepto del trabajo infantil ha ido aparejada de un mejor
entendimiento de la problemática y sus causas.
En el Informe global de 2002
se indicaba que la gran mayoría (70 por ciento) de los niños que trabajan se
dedica al sector agrícola y que en la economía informal es donde se
concentra casi todo el trabajo infantil en todos los sectores económicos 56.
Además, el género desempeña una función importante al determinar los
distintos tipos de trabajo que realizan las niñas y los niños. Por ejemplo, en
el trabajo doméstico hay una mayor presencia de niñas, mientras que en las
minas y canteras la presencia de niños es muy superior. La situación se
agrava cuando, como sucede con el trabajo doméstico en muchos países, el
tipo de trabajo de que se trate no está reglamentado en un gran número de
países.
Nuestro conocimiento de las
causas del trabajo infantil también ha mejorado a medida que se han
planteado distintas perspectivas académicas para abordar el problema. La
consideración del trabajo infantil como un producto de las fuerzas del
mercado - la oferta y la demanda - ha sido un enfoque provechoso, que
toma en cuenta el comportamiento tanto de los empleadores como de los
hogares.
La pobreza y las crisis
económicas desempeñan sin duda una función importante, si no un papel
clave, para determinar el mercado de trabajo infantil. A su vez, este último
contribuye a perpetuar la pobreza. Por ejemplo, algunas conclusiones
empíricas extraídas recientemente por el Banco Mundial en relación con el
Brasil ponen de manifiesto que un acceso temprano a la fuerza de trabajo
reduce las ganancias a lo largo de la vida entre un 13 y un 20 por ciento
aproximadamente, lo que aumenta en gran medida la probabilidad de
terminar sumido en la pobreza.
Sin embargo, la pobreza no
basta para explicar el trabajo infantil, y desde luego no explica algunas de
las formas incuestionablemente peores de trabajo infantil.
Es preciso adoptar una
perspectiva de derechos humanos para entender mejor el problema, ya que
se centra en la discriminación y la exclusión como factores que contribuyen
al mismo. Los grupos más vulnerables en relación con el trabajo infantil
suelen ser los que sufren discriminación y exclusión: las niñas, las minorías
étnicas y los pueblos indígenas y tribales, las personas de clase baja o de
una casta inferior, los discapacitados, las personas desplazadas y las que
viven en zonas apartadas.
En 2002, el período
extraordinario de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas
en favor de la infancia aprobó un enfoque de integración que incorporaba el
trabajo infantil al programa de desarrollo. Ello entrañaba la necesidad de
establecer un nuevo objetivo para el movimiento mundial de lucha contra el
trabajo infantil. En términos políticos, ello conllevaba la incorporación del
trabajo infantil al programa de los ministerios de finanzas y de planificación,
ya que, después de todo, el movimiento mundial tiene que convencer a los
gobiernos de que actúen para acabar con el trabajo infantil. La eliminación
del trabajo infantil está, pues, más relacionada con la adopción de una serie
de decisiones políticas que con una labor tecnocrática. Además, la situación
real cotidiana de inestabilidad y crisis obstaculiza los intentos de realizar
progresos.
En el plan de acción se propone
que la OIT y sus Estados Miembros sigan procurando lograr el objetivo de la
eliminación efectiva del trabajo infantil comprometiéndose a eliminar todas
las peores formas de trabajo infantil para 2016. A tales efectos y de
conformidad con el Convenio núm. 182, todos los Estados Miembros
deberían concebir y poner en práctica medidas apropiadas de duración
determinada para finales de 2008. Si nos basamos en las tendencias
respecto del trabajo infantil que se ponen de relieve en la parte I de este
informe, se llega a la conclusión de que es posible alcanzar la meta de la
eliminación de las peores formas de trabajo infantil para 2016. Por otra
parte, esta meta sería concomitante y contribuiría tanto a los ODM como a
la abolición efectiva de todas las formas de trabajo infantil, que es la meta
fundamental de la OIT.
La acción de la OIT en pro de
la abolición del trabajo infantil se ha intensificado en los últimos cuatro años,
y desde la publicación del primer Informe global sobre este tema se han
logrado avances considerables. En los próximos cuatro años el desafío
consistirá en que la OIT trabaje de manera más centrada y estratégica para
actuar como catalizador de una alianza mundial revitalizada en apoyo de la
acción nacional encaminada a abolir el trabajo infantil. Esta transformación
del enfoque con respecto al liderazgo mundial permitirá garantizar que la
OIT contribuya de manera más eficaz a relegar el trabajo infantil a la
historia.
Durante el año 2012 se efectuó
el lanzamiento de la campaña de comunicación "El MERCOSUR Unido contra
el Trabajo Infantil". Esta actividad se desarrolló en forma conjunta, y
coordinada en los cuatro países integrantes -por ese entonces- del
MERCOSUR (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay), centralizada
especialmente en las ciudades fronterizas: Paso de los Libres, Uruguayana,
Posadas, Encarnación, Rivera, Livramento, Puerto Iguazú, Foz de Iguazú y
Ciudad del Este.
La misma tuvo como objetivo
concientizar a la sociedad en la necesidad inmediata de prevenir y erradicar
el trabajo infantil, con foco especial en tres de sus modalidades más
peligrosas: el trabajo agrícola, el trabajo doméstico para terceros y la
explotación sexual. El trabajo infantil genera daños irreversibles en la salud
psicofísica de los niños y las niñas, perjudicando su proceso de desarrollo y
particularmente su integración a la educación.
La coordinación entre los países
resulta necesaria a efectos de llevar adelante estas acciones y darle una
importancia rotunda al tema de la sensibilización y la discusión. No alcanza
con las tareas de fiscalización, sino que requiere una toma de conciencia de
los actores sociales, gubernamentales y la sociedad en general; recordando
que el proceso de lucha contra el trabajo infantil comenzó en el año 2002
con la declaración presidencial de Erradicación del Trabajo Infantil para el
MERCOSUR y Chile, aunque con pesar debemos concluir que no hemos
alcanzado aún las metas propuestas.
Por todo lo expuesto, solicito el
acompañamiento de mis pares a fin de aprobar el presente proyecto de
resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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ASSEFF, ALBERTO | BUENOS AIRES | UNIR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia) |