La Cámara de Diputados de la Nación

DECLARA:

Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo, a través de los organismos que correspondan, arbitre los medios necesarios para ejecutar las obras de optimización de la infraestructura vial y aduanera del Paso Fronterizo correspondiente al Puente de Integración que une las localidades de Andresito (Provincia de Misiones) en la República Argentina y Capanema (Estado de Paraná), República Federativa del Brasil.

Señor presidente:

La República Argentina y la hermana República Federativa del Brasil han visto crecer de manera exponencial, en los últimos años y en el marco del Mercosur, el intercambio comercial entre ambas naciones, el que superará los 30.000 millones de dólares durante 2011, siendo hoy Brasil nuestro mayor socio comercial.

Ha sido un dato insoslayable desde inicios de la década pasada que América Latina, y sobre todo la América del Sur ha dado los pasos para saldar su histórica trayectoria de subordinación al orden impuesto desde los países desarrollados, y en esa búsqueda es que se han orientado al fortalecimiento de la integración intrarregional. Brasil y Argentina, los dos principales economías de nuestra región, han generado diversos acuerdos que han extendido el proceso de integración a las relaciones políticas y económicas, a la vinculación energética, y al plano cultural y al desarrollo científico.

Desde la creación del Mercosur, la Provincia de Misiones ha constituido un punto estratégico ya que está ubicado en lo que podría denominarse el "corazón" del Mercosur. Dada esta situación, Misiones ha sentido muy notablemente el impacto del crecimiento del vínculo entre la República Argentina y el Brasil y constituyendo un marco en el que esta provincia se convertirá, en un futuro muy próximo, en un nodo logístico y productivo que, sumado a la frontera que comparte con el Paraguay y las obras de infraestructura previstas para el próximo lustro (hablamos del Gasoducto del Nea - GNEA-, las represas de Garabí y de Corpus en etapa de estudio, los nuevos puentes sobre el río Uruguay, la extensión de las obras complementarias de la represa de Yaciretá y la reconfiguración del Puerto de Posadas y Santa Ana) implicarán para la provincia un cambio rotundo del perfil productivo y de infraestructura económica y social.

Por ello es que, en este sendero trazado de integración y de mayor vínculo entre estas naciones (pero también al interior de Sudamérica) es que el Gobierno Nacional ha tenido una política continua con vistas a mejorar la infraestructura de los pasos fronterizos existentes con Brasil y con el resto de los países limítrofes, (sean estos para tránsito de cargas, turístico o vecinal) y la provincia de Misiones ha incorporado a sus estrategias de desarrollo en estos últimos años la mejora de la infraestructura vial al interior de su territorio.

No obstante los denodados esfuerzos tanto del Gobierno Nacional durante las administraciones del fallecido expresidente Néstor Kirchner y la actual Presidenta Dra. Cristina Fernández, y por parte del gobierno provincial durante las gestiones del Ing. Carlos Rovira y del actual mandatario Dr. Maurice Closs, los actuales pasos fronterizos que se comparten con Brasil, en especial el de Puerto Iguazú a través del Puente Tancredo Neves, se ha hecho cada vez más evidente que se debe aumentar en calidad y cantidad la infraestructura vial y aduanera en estos puntos limítrofes.

El gobierno provincial ha manifestado en diversas instancias su necesidad de que los pasos fronterizos alcancen mayor operatividad y, especialmente en lo que concierne al transporte de cargas, se ha propiciado la mejora de las instalaciones del Puente de Integración que une las localidades de Andresito (noreste de la provincia) y Capanema, en el Estado de Paraná en Brasil, para convertirlo en un paso fronterizo con control aduanero de vehículos particulares y camiones, además del tráfico vecinal y turístico con el fin de mejorar los accesos y disminuir el peso del tránsito tanto en Puerto Iguazú como en Bernardo de Irigoyen (extremo oriental del territorio misionero).

Sin embargo, al paso Fronterizo de Andresito y Capanema le resta un conjunto de obras: debe contar con la finalización de la construcción de la cabecera de control de tráfico (vecinal, fronterizo y para turismo), sumar el asfaltado de ingreso al predio de la aduana, la construcción de casillas de control y de playones de estacionamiento para poder brindar una respuesta acorde con el nivel del comercio internacional y de tránsito entre ambos países.

Cabe mencionarse, además, que el gobierno de la Provincia de Misiones ha elaborado, a través de la Dirección Provincial de Vialidad (DPV) un proyecto de construcción de la infraestructura necesaria para acondicionar el actual paso fronterizo para permitir el control de camiones, sistema que demanda una gran inversión. Este proyecto ha sido presentado ante las autoridades nacionales.

El Municipio Comandante Andrés Guacurarí (conocido también como Andresito por los misioneros en honor del guaraní que llegó a ser uno de los más fuertes dirigentes del ejército de Artigas en nuestra Provincia) es el municipio más joven y cuenta en la actualidad con más de 14.000 habitantes. Se trata de una pujante comunidad que hoy está poniendo en juego su futuro en el desarrollo y mejora de este paso fronterizo que le permitirá aprovechar los recursos humanos y productivos para activar una estrategia de desarrollo que contenga las necesidades del noreste misionero.

Superada ya la histórica hipótesis de conflicto con Brasil - cuando ambas naciones se disputaban un lugar de primacía política, económica y militar entre los países de América del Sur, instancias en que Misiones era considerada un territorio extremo y abandonado o como una "zona buffer" para evitar un mayor avance del potencial invasor- es que deseamos que la provincia de Misiones sea considerada en planes de desarrollo económico y social más ambiciosos, en virtud de sus necesidades. Por lo tanto, para nuestra provincia resulta crucial la normalización y mejora de los pasos fronterizos para poder ejecutar una política de mayor oferta de bienes y servicios para los países con los cuales compartimos las fronteras. Acciones todas que significarán, sin lugar a dudas, un salto en el uso del potencial productivo interno.

Consideramos que estamos ante un momento histórico, que la Argentina se enmarca en una región que se ha encontrado consigo misma y que está dispuesta a hacer uso de todos los medios, recursos y potenciales para alcanzar el sueño de una mejor calidad de vida para toda nuestra población, más aún la que se encuentra todavía sumida en la pobreza. Todos estos esfuerzos significan el despertar de una región que se sabe madura y que comparte un destino común. En este proyecto de declaración deseamos hacer visible que no podemos

que no podemos desaprovechar cada oportunidad de integración con nuestros países hermanos.

De más está decir que los misioneros y misioneras depositamos la esperanza de que estas obras de vinculación física signifiquen una vuelta de página del atraso relativo que hemos padecido históricamente frente a otras regiones de nuestro país y que, sumando todas estas acciones, podamos construir el sueño de un proyecto de vida para cada argentino, incluso para los que viven en los rincones más extremos de este gran país.

Por todas estas razones es que solicito a mis pares el acompañamiento en el presente proyecto de declaración.