La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Diríjase al poder Ejecutivo Nacional a fin de solicitarle que, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 99°, inc. 2°, de la Constitución Nacional, proceda a la reglamentación de la Ley N° 26.858, a fin de asegurar el derecho de acceso, deambulación y permanencia de personas con discapacidad acompañadas por perro guía o de asistencia.

Señor presidente:

La Ley 26.858 fue sancionada por el Honorable Congreso de la Nación el día 22 de Mayo del año 2013 y promulgada el 10 de Mayo del mismo año por el Decreto 724/2013. El objeto de la presente Ley se encuentra establecido en su artículo primero, asegurar el derecho al acceso, deambulación y permanencia a lugares públicos y privados de acceso público y a los servicios de transporte público, en sus diversas modalidades, de toda persona con discapacidad, acompañada por un perro guía o de asistencia.

He sido autora de uno de los proyectos de ley que se tuvo en consideración dentro del Orden del Día 0543/2012 donde se obtuvo la media sanción de la Honorable Cámara de Diputados. La iniciativa llevo el número 0681-D-2012, y como exprese en los fundamentos del proyecto fue mi intención lograr que la sociedad conozca esta problemática y favorecer a una mejor inserción social de la persona con discapacidad visual y su perro guía.

Dos años después sigo luchando por la misma causa, solicitándole al Poder Ejecutivo que cumplimente su reglamentación a través de este proyecto de resolución. A sabiendas que el plazo para reglamentarla tal como estipula el artículo 16° de la Ley era de 180 días, pudo resultar muy breve, considero que dos años es un plazo más que suficiente para que el Poder Ejecutivo cumpla con su obligación legal.

La falta de reglamentación de la Ley deja a la persona sujeto de la misma en una situación aún más desprotegida, ya que existe el derecho reconocido pero no están establecidas las herramientas estatales para poder llevarla a cabo.

Me tomo el atrevimiento de relatar una situación que he vivido en el año 2012 cuando me encontraba trabajando en el proyecto antes mencionado, para poder representar las situaciones injustas que viven cotidianamente las personas con discapacidad acompañadas por perro guía. Al querer recibir en mi despacho del Anexo A de Diputados a una persona con discapacidad acompañada de perro guía, en un edificio público, tuvo que bajar mi jefe de despacho porque le negaban el acceso al perro guía al edificio, para que pueda acceder y finalmente pude tener la audiencia en mi despacho. Es evidente los problemas cotidianos que tienen que atravesar los ciudadanos que padecen una discapacidad acompañadas por perro guía.

Por todo lo expuesto, solicito la aprobación del presente proyecto de resolución.