La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Citar, en los términos del artículo 71 de la Constitución Nacional y del artículo 204 del Reglamento de la Honora- ble Cámara de Diputados de la Nación, al ministro de Defensa de la Nación, Dr. Arturo Puricelli, a concurrir al recinto de esta Honorable Cámara de Diputados de la Nación a fin de brindar informes verbales acerca del desarrollo y estado de situación de la Campaña Antártica de Verano 109 (2012-2013).

Señor presidente:

Nuestro país lleva adelante ininte- rrumpidamente desde el año 1904 campañas antárticas anuales durante el pe- riodo estival que se extienden entre los meses de noviembre y abril aproxima- damente, sujetas a las condiciones climáticas imperantes en la zona.

De acuerdo a lo dispuesto por la ley 18.513, la campaña antártica de verano está orientada al cumplimiento del Plan Anual Antártico Científico, Técnico y de Servicios (PAA), confeccionado por la Dirección Nacional del Antártico (DNA), dependiente del Ministerio de Rela- ciones Exteriores y Culto, mediante el desarrollo de operaciones conjuntas y combinadas que involucran la participación de las Fuerzas Armadas, científicos y técnicos de la DNA.

Esta campaña, que es la número 109, se realizó bajo la coordinación del Comando Operacional Conjunto de las Fuerzas Armadas con el objetivo de ejecutar todas las operaciones de abaste- cimiento de las bases argentinas, el relevo del personal que inverno en la An- tártida y el apoyo logístico a las actividades científicas de investigación y obser- vación que desarrolla el país en dicho continente.

La Republica Argentina cuenta en la actualidad con 6 bases de actividad permanente en el sector antártico argen- tino. Ellas son: Orcadas, Marambio, Carlini (ex Jubany), Esperanza, San Martín y Belgrano II; y con 7 bases de actividad temporaria: Brown, Matienzo, Prima- vera, Cámara, Melchior, Petrel y Decepción.

Ahora bien, desde que en el año 2007, a raíz de un incendio en la noche del 10 de abril, quedara fuera de servi- cio el rompehielos Irízar, el Gobierno ha destinado nada menos que $ 914 mi- llones entre la reparación del buque y el alquiler de otras naves para cumplir con las sucesivas tareas de abastecimiento de las bases antárticas. Cabe des- tacar que ante semejante inversión se podrían haber adquirido en el mercado internacional cuatro rompehielos usados, pero en buenas condiciones de uso(a razón de 200 millones por unidad) o comprar sólo uno y reponer la flota alta- mente deteriorada de la Armada Argentina. Aún así, se completaron sólo par- cialmente los trabajos previstos para la reconstrucción del rompehielos, por lo que se estima que el buque no estará en condiciones de prestar servicios en la próxima campaña 2013/2014.

Pero además, lo más grave, es que por primera vez en 60 años no se podrá completar el abastecimiento de las bases argentinas en la Antártida ya que el barco contratado por el Ministerio de Defensa ya recibió la orden de abandonar la zona antártica al no poder enfren- tar las condiciones climáticas y, en consecuencia, habrá fracasado una campaña plagada de denuncias de corrupción.

En ese sentido, el juez federal Luis Rodríguez decidió abrir una investigación por las sucesivas irregularidades en la campaña antártica, ordenando varias medidas de prueba en la causa en la que ya están imputados el ministro de defensa Arturo Puricelli, su hijo Alejandro, y media docena de militares de alto rango. Esta causa fue iniciada por posibles irregularidades administrativas en las dos licitaciones internacionales. La parte aérea se resolvió mediante la decisión administrativa 1423/2012, que aprobó la oferta de Transport & Services por US$ 6.800.440, mientras que la parte naval, que vino a suplir la ausencia del rompehielos Almirante Irizar, llamativamente también fue ganada por la misma firma. El contrato, de US$ 10.420.842, incluía al buque TIMCA, apoyado por un helicóptero de origen ruso Kamov 32.

Las denuncias iniciales partieron desde la compañía que perdió la licitación, Trade Baires International, cuyos barcos polares rusos eran contratados por el Ministerio de Defensa desde el incendio del rompehielos Irízar. Dicha empresa impugnó la licitación con el ar- gumento de que el buque Timca no contaba con las capacidades requeridas, los permisos ni la experiencia, además de no ser un buque rompehielos ni poseer lugar en los hangares para ubicar dos helicópteros debido a la diferencia de medidas entre las máquinas y la altura del hangar.

Simultáneamente y desde el co- mienzo del alquiler, el 17 de febrero último, el barco holandés Timca sumó una increíble cantidad de fallas que dieron credibilidad a las previas objeciones so- bre su falta de capacidad para operar en la Antártida. Tan es así, que apenas arribó a Puerto Belgrano se comprobó que carecía de grúa de carga por lo que se demoro cinco días en abastecerlo. Luego, durante la travesía, se quedó sin combustible teniendo que volver a Ushuaia durante dos semanas y al poco tiempo se rompió un motor frente a la base San Martín.

Como si todo esto fuera poco, el helicóptero subcontratado estuvo inutilizado durante 20 días por la rotura de una turbina cuyo repuesto tuvo que ser traído desde Sudáfrica en un vuelo de la empresa estatal LADE, sufriendo además otros dos desperfectos posteriores. Lo curioso es que ese problema podría haberse evitado con la presencia de una segunda aeronave, ya que el documento oficial determina específicamente que se contrataron dos helicópteros pesados, incluso en el convenio comercial por el alquiler del barco se especifica que éste debe contar con "capacidad para em- barcar, transportar y operar dos helicópteros pesados tipo Kamov32 o similar". Sin embargo, no hay explicaciones sobre por qué llegó solo un helicóptero pese a haberse pagado por anticipado el valor de dos.

Por otro lado, la misión había co- menzado demorada, ya que es habitual que la campaña antártica arranque en diciembre y termine a comienzos de abril, pero en febrero el buque Timca se- guía en Holanda por la retención del pago previsto para enero ya que se había acordado el depósito adelantado de la totalidad del monto a cambio de un des- cuento del cinco por ciento en el valor del barco y del diez por ciento en el co- sto de los medios aéreos pero el pago no se efectivizo a tiempo.

Asimismo, en ocasión del recambio de la dotación del personal de la base San Martin, al buque Timca se le pudo constatar otra irregularidad: el barco no tenía permiso para llevar pasajeros, por lo que tuvo que ser contratado de manera irregular, ya que no estaba pre- visto en el pliego de licitación, un crucero turístico ruso que operaba en la zo- na.

Por último, debido a las extremas condiciones climáticas y en medio de discusiones económicas sobre el pago de días adicionales de trabajo, cuyo monto es fijado en el contrato a más de 100.000 dólares por jornada extra, se llegó a un abrupto final de las tareas del buque holandés quedando la base Marambio sin abastecimiento, la cual agota- ría sus actuales provisiones de energía en el mes de septiembre próximo. La única alternativa restante es un puente aéreo que pueda enviar los 300.000 litros de combustible que permitan el trabajo normal sin racionamiento para su dotación de 37 personas. Claro que para ello se necesitan aviones Hércules C- 130 de transporte y la Argentina tuvo que pedir hace pocos días, por primera vez en su historia, el préstamo de una aeronave similar a Uruguay, dado que los Hércules argentinos están fuera de servicio.

El clima antártico no perdona las demoras y es por ello que se enfrentarán extremas dificultades para lograr los 38 vuelos necesarios para tal fin, pudiendo observarse así la magnitud del desa- fío que tiene por delante la planificación militar debido al fracaso del barco y los helicópteros contratados para esta campaña antártica.

Lamentablemente estamos en pre- sencia de la peor campaña de la historia argentina desde que en el año 1904 tuviéramos presencia permanente en el continente blanco.

Este escándalo viene a sumarse a otros fracasos resonantes recientes, como el embargo de la Fragata Libertad, que estuvo retenida 77 días en Ghana; la rotura de dos generadores de la cor- beta Espora, que quedó varada más de dos meses en Sudáfrica; el hundimiento del destructor Santísima Trinidad en una dársena de la base naval de Puerto Belgrano, y la avería del buque Canal Beagle, cuando navegaba rumbo a Us- huaia, en febrero último.

Se trata, en definitiva, de un hecho más de extrema gravedad que requiere que el ministro cumpla con el art. 71 de la Constitución Nacional y concurra a esta cámara a brindar las explicaciones acerca de las decisiones tomadas y los hechos antes descriptos.