La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

El Poder Ejecutivo Nacional iniciará un sumario tendiente a determinar las responsabilidades del personal aduanero que participara en el procedimiento llevado a cabo en el Aeroparque Jorge Newbery de la Ciudad de Buenos Aires en la madrugada del 4 de agosto de 2007, con motivo del arribo a esa estación del avión Cessna Citation X matrícula N5113S, y tomará las medidas que correspondan con relación al presidente de ENARSA, señor Exequiel Espinosa, en ambos casos con motivo de sus manifestaciones públicas en el sentido de que el señor Guido Alejandro Antonini Wilson no había puesto reparos ni obstaculizado la inspección de su equipaje que contenía ochocientos mil dólares estadounidenses no declarados, cuando las declaraciones del Interventor de la Policía Aeroportuaria, doctor Marcelo Saín, desmienten esas manifestaciones categóricamente. En el caso de la Aduana se investigará además por qué no se verificó el incumplimiento de los pasajeros de dicha aeronave de la obligación reglamentaria de presentar declaraciones juradas sobre el transporte de dinero.

Señor presidente:

En relación con el intento de introducir una valija con casi 800.000 dólares no declarados por parte de un pasajero de un avión contratado por el gobierno argentino, en el que viajaban funcionarios argentinos, un hecho grave requiere investigación administrativa y judicial. Me refiero a que tanto el acta labrada en la ocasión por los funcionarios de la Aduana, como el comunicado oficial de la empresa estatal ENARSA, que había alquilado el avión que transportó al pasajero en cuestión, comunicado leído en la sesión de esta Cámara del 8 de agosto de 2007, se tomaron el trabajo de decir, reiteradamente, que dicho pasajero no había pretendido engañar a los funcionarios aduaneros ni había opuesto reparo a la revisión de su equipaje.

Ello es muy grave, teniendo en cuenta que la reglamentación aduanera obliga a los pasajeros que ingresan al país a firmar un formulario de declaración jurada de si traen dinero, cosa que no habrían cumplido ni los funcionarios argentinos ni sus invitados venezolanos. Más grave aún es que el Interventor de la Policía Aeroportuaria ha desmentido rotundamente esas manifestaciones -una de ellas un instrumento público, como el acta aduanera-, afirmando que el venezolano primero dijo que traía en esa valija libros y luego 60 mil dólares.

Ello exige que, en su función de control de la Administración, esta Cámara exija la realización de las investigaciones del caso y tome las medidas pertinentes.