PROYECTO DE TP
Expediente 4033-D-2008
Sumario: DESIGNAR CON EL NOMBRE DE "ALFREDO PALACIOS" AL RECINTO DE DELIBERACIONES DEL ANTIGUO CONGRESO NACIONAL DE LA CALLE BALCARCE 139 DE LA CIUDAD AUTONOMA DE BUENOS AIRES.
Fecha: 28/07/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 95
El Senado y Cámara de Diputados...
Artículo 1°.- Desígnase con el nombre
"Alfredo L. Palacios" al recinto de deliberaciones del antiguo Congreso Nacional,
ubicado en la calle Balcarce 139 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Artículo 2°.- Encomiéndase al Poder
Ejecutivo la realización y la colocación en la entrada de dicho recinto, de una placa con
los datos sobresalientes de la trayectoria de Alfredo L. Palacios y otra recordatoria de los
nombres de los Diputados y Senadores Nacionales que ejercieron su representación en
esa histórica sala.
Artículo 3°.- Los gastos para el
cumplimiento de lo establecido en el artículo 2°, serán imputados a las partidas
presupuestarias correspondientes.
Artículo 4º.-: Comuníquese, etc.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Antes de trasladarse al Palacio de la Av.
Entre Ríos - en donde ha venido desarrollando su actividad hasta nuestro días - el
Congreso Nacional funcionó durante cuarenta y un años, en la sede sita en la calle
Victoria (hoy Hipólito Yrigoyen) a la altura del 318 / 320, en su intersección con
Balcarce.
La construcción del antiguo Congreso
comenzó con la sanción de la Ley N° 31, del 18 de octubre de 1862, mediante la cual
se autorizó al Poder Ejecutivo Nacional - a cargo del Dr. Bartolomé Mitre - la inversión
de la suma de cincuenta mil pesos fuertes para erigir un local adecuado a efectos que
se llevarán a cabo las sesiones de ambas Cámaras que, hasta entonces, habían utilizado
las instalaciones de la Legislatura de la Provincia de Buenos Aires, ubicada en la calle
Perú 272, edificio que hoy conocemos como "Manzana de las Luces".
La obra que se concluyó dos años después
- en 1864 - fue encomendada al arquitecto Jonás Larguía y una de las primeras
encaradas con el objeto de albergar a autoridades nacionales en la Ciudad de Buenos
Aires.
Presentaba una fachada de tres arcos con
rejas que aún se conservan en el interior del edificio de la Administración Federal de
Ingresos Públicos, y un único recinto de deliberaciones que utilizaban alternativamente,
Diputados y Senadores.
Muchos fueron los partidos y tendencias
políticas cuyos representantes ocuparon las bancas sin pupitre del antiguo Congreso
Nacional, marcando una época: unitarios y federales, nacionalistas, liberales, mitristas,
alsinistas, autonomistas, republicanos, católicos, cívicos nacionales, cívicos radicales,
socialistas.
Muchos hombres que dejaron su huella en
la historia de nuestro país, entre ellos, Dalmacio Vélez Sarsfield, Carlos Pellegrini, José
Evaristo Uriburu, Manuel Quintana, Emilio Mitre, Estanislao Zeballos, Vicente Fidel
López, Nicasio Oroño, Mariano Fragueiro, Gullermo Rawson, Bartolomé Mitre, Nicolás
Avellaneda, Joaquín V. González, José Manuel Estrada, Juan Agustín García, Norberto
Quirno Costa, Olegario Víctor Andrade, Carlos Tejedor, Joaquín Castellanos, Exequiel
Ramos Mejía, Bernardo de Irigoyen, Aristóbulo del Valle, Eduardo Wilde, Pedro Goyena,
Leandro N. Alem, Osvaldo Magnasco, Marcos Paz, Valentín Alsina y Alfredo L.
Palacios.
El antiguo Congreso sirvió de escenario
para el desarrollo de importantísimos debates como los referidos a la declaración de
guerra al Paraguay, la federalización de Buenos Aires, la enseñanza laica, el matrimonio
civil, el pedido de renuncia al Presidente Juárez Celman, la denuncia a un régimen
elitista sostenido en el fraude y el incipiente surgimiento del nuevo derecho, el derecho
de los trabajadores.
Alfredo L. Palacios fue el responsable de
introducir este último tópico en la agenda parlamentaria, al convertirse - en 1904 - en el
primer diputado socialista de América, ocupando una banca en el recinto del viejo
edificio.
La misma banca desde la
cual, apenas asumido, cuestionó por inconstitucional el juramento religioso, al objetar la
fórmula que mencionaba a los Santos Evangelios y sostener: "este juramento, que se
refiere a creencias religiosas, ataca la libertad de culto y hace extorsión a mi conciencia.
... La Constitución Nacional no me impone determinadas creencias religiosas, y si una
prescripción reglamentaria me las exige, a mi juicio es violatoria de la Constitución. Por
lo tanto, de acuerdo con su artículo 59, pido a la presidencia que sustituya esa fórmula
por una simple afirmación solemne".(1)
A lo anterior, siguió el pedido de
interpelación del Ministro del Interior, Joaquín V. González, a raíz de la salvaje represión
desatada durante la jornada del 1 de Mayo de 1904, que dejó como consecuencia dos
muertos y decenas de heridos.
Al concluir la sesión, Palacios denunció que
se estaba avanzando hacia una dictadura policial, consideró no contestadas por parte
del Ministro las preguntas formuladas y marchó en manifestación a la cabeza de los dos
mil quinientos trabajadores que aguardaban en la calle.
Uno de los primeros
proyectos presentados por Alfredo L. Palacios, tuvo por objeto la derogación de la "Ley
de Residencia", instrumento normativo al que calificó como "una amenaza constante
para el obrero extranjero que arrastró el arado y llenó los graneros de los que viven del
privilegio y que ... es perseguido porque anuncia una cosecha que al fin va a ser
recogida por los pobres" (2).
Tal iniciativa contó con el apoyo de la
Unión General de Trabajadores. En el recinto, el Diputado Socialista pidió la lectura de
una nota de dicha entidad, provocando una fuerte oposición por parte de quienes se
negaban a escuchar en el Congreso la voz de los trabajadores.
En una práctica inédita, hacia el mes de
octubre de 1904, en el Salón Verdi del barrio de La Boca, Palacios rindió cuentas de su
primer año de labor parlamentaria, ante sus electores.
También en el antiguo Congreso, Alfredo
Palacios impulsó su proyecto de descanso dominical - que había integrado la frustrada
Ley de Trabajo del Ministro Joaquín V. González. Fue la Ley Nº 4.661, sancionada a
mediados de 1905, la primer Ley Obrera de la Argentina.
De esa manera, los muros del edificio de la
calle Victoria vieron nacer la extensa trayectoria pública que convirtió a Palacios en un
protagonista indiscutido de nuestra historia reciente, introduciendo el derecho de los
trabajadores, revolucionando la forma de legislar y conmoviendo las costumbres de un
Parlamento que había permanecido cerrado a la gente, lejos del pueblo, de los obreros
y de quienes más lo necesitaban.
El 15 de diciembre de 1905, tuvo lugar la
última sesión desarrollada en el antiguo Congreso Nacional. Restaurado en el año 1948
por el Arquitecto Estanislao Pirovano, el edificio pudo ser preservado en parte para,
posteriormente, convertirse en Museo.
Dentro de pocos días, el próximo 10 de
agosto, se conmemora el 130º aniversario del nacimiento de Alfredo L. Palacios,
ocurrido en 1878.
Entendemos que es una valiosa
oportunidad para homenajearlo y recordarlo, imponiendo su nombre al recinto del
antiguo Congreso en el que incansablemente libró sus primeras batallas.
Por eso y por los fundamentos expuestos
es, Señor Presidente, que solicitamos la aprobación del presente proyecto.
(1) Palacios, Un caballero socialista -
Daniel Sorín - Ed. Sudamericana Págs. 64-65.
(2) Palacios, Un caballero socialista - Daniel
Sorín - Ed. Sudamericana Págs. 80.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
CORTINA, ROY | CIUDAD de BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR | BUENOS AIRES | PARTIDO SOCIALISTA |
AUGSBURGER, SILVIA | SANTA FE | PARTIDO SOCIALISTA |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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CULTURA (Primera Competencia) |
PRESUPUESTO Y HACIENDA |
Trámite
Cámara | Movimiento | Fecha | Resultado |
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Diputados | REPRODUCIDO POR EXPEDIENTE 5710-D-12 |