La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar su preocupación por las declaraciones vertidas por Departamento de Estado del gobierno estadounidense, en relación a su desvinculación con el Consejo de Derechos Humanos, uno de los máximos organismos de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas.

Señor presidente:

El 9 de junio la BBC anunciaba la intención de Estados Unidos de retirarse del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas, argumentando que el historial del organismo es insatisfactorio.

Si bien dicha declaración no importa la renuncia de Estados Unidos a su estatus de observador, el portavoz del Departamento de Estado Sean Mc Cormack dijo que Estados Unidos únicamente participará cuando "haya asuntos de profundo interés nacional ante el Consejo, y nos sintamos obligados".

Estas declaraciones y su trascendencia en materia de derechos humanos nos fuerzan a repasar el origen y la importancia de este organismo para toda la comunidad internacional. El 15 de marzo de 2006, la Asamblea General de las Naciones Unidas (A.G.N.U.) a través de la Resolución 60/251 creaba el Consejo de Derechos Humanos. El proyecto fue adoptado por 170 votos a favor, 4 en contra, (Estados Unidos, Israel, Palau y las Islas Marshall) y tres abstenciones (Irán, Belarús y Venezuela). Al explicar su voto en contra, el representante de Estados Unidos, John Bolton, había expresado escepticismo sobre el futuro Consejo de Derechos Humanos, pero asumían el compromiso de cooperar con otros estados miembros para fortalecerlo y hacerlo todo lo eficaz posible.

Dicha Resolución expresamente reafirmaba "el compromiso de reforzar el mecanismo de derechos humanos de las Naciones Unidas a fin de asegurar el disfrute efectivo por todas las personas de todos los derechos humanos, es decir, los derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, incluido el derecho al desarrollo, y, con ese objeto" determinaba el establecimiento de un Consejo de Derechos Humanos, en sustitución de la Comisión de Derechos Humanos, como órgano subsidiario de la Asamblea General.

Conforme la mentada Resolución, el Consejo es "responsable de promover el respeto universal por la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales de todas las personas" y es quien "deberá ocuparse de las situaciones en que se violen los derechos humanos, incluidas las violaciones graves y sistemáticas, y hacer recomendaciones al respecto". Asimismo deberá promover la coordinación eficaz y la incorporación de los derechos humanos en la actividad general del sistema de las Naciones Unidas.

Es así que entre otras cosas el Consejo es responsable de promover "la educación y el aprendizaje sobre los derechos humanos, así como la prestación de asesoramiento y asistencia técnica" a los Estados parte; servir "de foro para el diálogo sobre cuestiones temáticas relativas a todos los derechos humanos"; promover "el pleno cumplimiento de las obligaciones en materia de derechos humanos contraídas por los Estados y el seguimiento de los objetivos y compromisos relativos a la promoción y protección de los derechos humanos emanados de las conferencias y cumbres de las Naciones Unidas"; realizar "un examen periódico universal, basado en información objetiva y fidedigna, sobre el cumplimiento por cada Estado de sus obligaciones y compromisos en materia de derechos humanos de una forma que garantice la universalidad del examen y la igualdad de trato respecto de todos los Estados"; formular "recomendaciones respecto de la promoción y protección de los derechos humanos" y anualmente presenta un informe a la AGNU.

Louise Arbour, Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos señalaba que "varias de sus características nuevas nos dan razones para creer que el Consejo será mucho mejor que su predecesor. Incluso la forma mediante la cual fueron seleccionados sus miembros, marcó un cambio positivo frente a la "manera de siempre". Antes, los miembros de la Comisión eran preseleccionados a puerta cerrada y después "elegidos" por aclamación. En contraste, los nuevos miembros del Consejo tuvieron que competir por asientos, y los candidatos que triunfaron tuvieron que ganar el apoyo de la mayoría de los estados miembros, mediante voto secreto".

Y continuaba expresando que "la resolución que establece el Consejo subraya la importancia de dar fin a la doble moral (...) lo que los debates politizados del pasado trataban de ocultar es el hecho irrefutable de que todos los estados tienen problemas de derechos humanos y que todos deben ser responsabilizados por sus deficiencias. Con este propósito, un mecanismo de revisión periódica universal ofrecerá al Consejo -y al mundo- la oportunidad de examinar los registros de los 191 estados miembros de las Naciones Unidas. Este es un desarrollo muy importante del potencial para mejorar los derechos humanos en todo el mundo".

Es por ello que numerosos grupos de derechos humanos criticaron duramente la decisión estadounidense "Juliette de Rivero, de la organización Human Rights Watch, considera que la decisión de EE.UU. de abandonar el consejo, es errónea" y especialmente señalaba "Necesitamos gobiernos que se comprometan a hacer de éste un órgano efectivo, y lo que no podemos tener es gobiernos selectivos en su enfoque de los derechos humanos (...) O usted se compromete con los derechos humanos, o les da la espalda... estamos decepcionados y nos sentimos traicionados por la decisión estadounidense de abandonar el consejo".

A su vez Rupert Colville, portavoz de Consejo de Derechos Humanos, señalaba que muchos países saben que en efecto el Consejo de Derechos Humanos es un organismo defectuoso y que esa es otra razón que obliga a que países como Estados Unidos permanezcan involucrados. Y reforzaba su opinión señalando que "en nuestra opinión, si usted no está satisfecho con el desempeño del consejo de Derechos Humanos, entonces la mejor manera de influir es desde adentro".

Es por ello que nos preocupan todas las referencias que impliquen la desvinculación o el desconocimiento de cualquier Estado frente a la defensa y la protección de los derechos humanos, esa es la responsabilidad que asumimos como país al integrar Naciones Unidas y al ratificar cada uno de los tratados de Derechos Humanos a nivel universal y regional.

Por todo lo expuesto solicitamos a nuestros pares la aprobación del presente proyecto de resolución.