La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional la adhesión, mediante la correspondiente suscripción, a la Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ) firmada el 11 de octubre del 2005 en Badajoz España, en el marco de la Organización Iberoamericana de la Juventud de la que nuestro país es miembro.

Señor presidente:

La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó el 13 de marzo de 1996 la resolución 50/81 relativa al Programa de Acción Mundial para los jóvenes hasta el año 2000 y años subsiguientes.

El programa de acción se centra en particular en medidas tendientes a fortalecer la capacidad nacional en lo que respecta a la juventud y aumentar la calidad y la cantidad de oportunidades para los jóvenes de participar de manera plena, efectiva y constructiva en a vida de la sociedad.

No es la primera vez que naciones unidas trata el tema. La Asamblea general ha aprobado distintas resoluciones y ha llevado a cabo importantes campañas sobre el tema. Pasada la mitad del siglo XX, en el año 1965 la Asamblea General aprobó la "Declaración sobre el fomento entre la juventud de los ideales de paz, respeto mutuo y comprensión entre los pueblos".

Entre otras acciones en el año 1985 proclamó el año Internacional de la juventud. Por otra parte, en el párrafo 123 de la resolución 50/81 se hizo un llamado a conferencias regionales e internacionales de ministros responsables de la juventud a que intensifiquen su cooperación y consideren la posibilidad de reunirse periódicamente a nivel internacional bajo los auspicios de naciones unidas.

La primera de estas conferencias se desarrollo en Lisboa del 8 al 12 de agosto de 1998 donde se aprobó "La declaración de Lisboa sobre políticas y programas relativos a la juventud."

A Partir de la celebración del Año Internacional de la Juventud los problemas de la juventud comenzaron a ser discutidos y las realidades de los diferentes países comenzaron a ver la luz generando diversas iniciativas de carácter local, regional e internacional. Se suscitaron con relativa regularidad congresos encuentros y conferencias en los cuales se podía brindar e ir conociendo mas los problemas estructurales o las necesidades mas urgentes por la que atraviesan los jóvenes en los distintos países.

Fruto de estos encuentros y fundamentalmente del esfuerzo y trabajo cotidiano de representantes estatales y no estatales, especialistas y técnicos se constituyo la Organización Iberoamericana de la Juventud. La organización quedo formalmente constituida en el año 1992 en Sevilla en la VI Conferencia Iberoamericana de Ministros de Juventud, merced a la suscripción de un acuerdo con la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación, la ciencia, y la cultura (O.I.E). La organización es un organismo internacional de carácter multigubernamental, creado para promover el diálogo, la concertación y la cooperación en materia de juventud entre los países iberoamericanos.

Dicha organización esta conformada actualmente por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, Ecuador, El Salvador, España, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Portugal, República Dominicana, Uruguay Venezuela.

La Organización Iberoamericana elaboró y promovió lo que se conoce como Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes (CIDJ) firmada el 11 de octubre del 2005 en Badajoz, España. La convención esta constituida por 44 artículos entre los que se establece que los Estados Parte reconocen el derecho de todos los jóvenes a gozar y disfrutar de todos los derechos humanos. Asimismo los estados parte se comprometen a respetar y garantizar a los jóvenes el pleno disfrute y ejercicio de sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales, y culturales.

Los compromisos asumidos no conforman una mera expresión de deseos sujeto al accionar, más o menos eficaz de cada estado parte, sino que cada uno de ellos, se compromete a la creación de un organismo gubernamental permanente encargado de diseñar, coordinar y evaluar políticas públicas de juventud (art. 35).

La importancia de la Convención radica en que es el único tratado internacional que trabaja específicamente el tema del derecho de los jóvenes. Abordar el tema juventud desde el estado es una cuenta pendiente para los gobiernos más allá del nivel de desarrollo que tenga cada país.

A pesar de las diferencias culturales, políticas, sociales y económicas que presenta cada nación o región existen problemáticas que atraviesan a la juventud independientemente del suelo donde haya nacido.

El acceso a la salud, la educación, el trabajo, la vivienda y tantos otros derechos no tienen carácter universal ni existe posibilidad alguna de que miles de jóvenes accedan a lo largo de su vida.

La realidad muestra en muchos lugares del planeta una juventud que hoy ha quedado al margen del presente y del futuro. Cuando la persona abandona el concepto de niñez la incertidumbre e indefinición es lo que comienza a primar.

Es necesario poder determinar a nivel global qué franja etaria corresponde a la juventud y cuales son los derechos que deben ser garantizados por los gobiernos a ese colectivo. Si bien muchos de los derechos se encuentran reconocidos en nuestra Constitución Nacional y los tratados internacionales con jerarquía constitucional aquí aparecen ligados estrechamente a las necesidades reales de los jóvenes junto con otros tantos derechos que deben ser reconocidos por los gobiernos ya que forman son esenciales para el desarrollo de la persona en una etapa clave de su vida, la juventud.

La convención amplía los instrumentos que ofrecen los tratados internacionales en defensa de los derechos humanos como forma de superar los perjuicios y concepciones tradicionales dando a los jóvenes la condición de sujetos plenos y reales de derechos.

En el año 2008 La Convención Iberoamericana de Derechos de los Jóvenes entro en vigor después que el parlamento de Costa rica lo ratificara. Actualmente lo han ratificado Republica Dominicana, Ecuador, Costa Rica, Honduras, España, Uruguay y Bolivia. Otros países como Cuba, Guatemala, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, Nicaragua, Portugal y Venezuela se encuentran tramitando los procedimientos internos para su ratificación.

La Argentina está al margen de esos dos grupos ya que no ha siquiera suscripto el tratado.

Consideramos que es importante en esta materia adherir a la Convención Iberoamericana de Derecho de los Jóvenes como una forma de continuar con el reconocimiento de los derechos esenciales de los jóvenes de nuestro país. En ese orden, es necesario contar con una herramienta real y efectiva que brinde una estructura jurídica donde apoyarse para la realización de políticas públicas dirigidas a la juventud.

Por las razones expuestas es que solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.