PROYECTO DE TP
Expediente 3951-D-2012
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO DISPONGA REALIZAR LAS GESTIONES NECESARIAS A FIN DE LOGRAR LA ASISTENCIA Y PROTECCION PARA PEDRO VALQUINTA, SOBREVIVIENTE DE LA MASACRE DE NAPALPI Y EL ZAPALLAR, DE LA COMUNIDAD QOM Y MOQOIT, PROVINCIA DEL CHACO,
Fecha: 13/06/2012
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 68
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado
que el Poder Ejecutivo, a través del organismo que corresponda,
proceda a realizar las gestiones necesarias a fin de lograr la
asistencia y protección para el sobreviviente de la Masacre de
Napalpí y el Zapallar, Don Pedro Valquinta del pueblo originario Qom
y Moqoit de la provincia del Chaco.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Pedro Valquinta es un
sobreviviente de la Masacre de Napalpí, encontrarlo con vida es un
hecho histórico sin precedentes, actualmente tendría entre 105 y
107 años. Vive en condiciones de extrema pobreza y su capacidad
visual está muy disminuida. Fue encontrado por casualidad por un
grupo de cineastas e investigadores indígenas.
Integrantes de la
Coordinadora de Comunicación Audiovisual Indígena de Argentina
(C.C.A.I.A) del Chaco dieron a conocer la información sobre el
hallazgo con vida de un sobreviviente de las masacres de Napalpí,
ocurrida el 19 de julio de 1924, y de El Zapallar, perpetrada nueve
años después, quien los recibió en su humilde ranchito del paraje
Las Tolderías.
El historiador del
pueblo Qom, Juan Chico, y Presidente de la C.C.A.I.A, en plena
búsqueda de datos sobre la masacre de el Zapallar, junto a
integrantes del departamento de cine indígena de la Dirección de
Cine y Espacio Audiovisual del Instituto de Cultura del Chaco
visitaron al abuelo Pedro Valquinta, quien empezó a contar en su
idioma materna Moqoit que estuvo en la masacre de Napalpi y pudo
sobrevivir a ese día trágico para el pueblo Qom y Moqoit de
Chaco.
"Cuando se le
preguntó si tenía conocimiento sobre la Masacre de Napalpí grande
fue la sorpresa cuando contó que ese día pudo sobrevivir a la
masacre pero que toda su familia fue asesinada", Según su relato
"Él pudo escapar, con una hermanita de 9 años -en esa oportunidad
Pedro tenía 7 años- y luego un disparo le alcanza a su hermana y
cae muerta, luego el logra esconderse detrás de unos árboles.
Posteriormente, otra familia que también escapaba de la masacre lo
lleva y se cría con esa familia".
Es por ello que en con
esa fecha el Parlamento Nacional aprobó en su momento un
proyecto del entonces diputado nacional Claudio Ramiro Mendoza
estableciendo el 19 de julio como Día de los Derechos de las
Poblaciones Aborígenes, en conmemoración a los hechos acaecidos
en la zona de Napalpí, pero del año 1924.
Se sostenía según las
investigaciones históricas que Melitona Enriquez era la última
sobreviviente de la Masacre de Napalpí, pero la diferencia con en
este caso, es que el abuelo Pedro Valquinta todavía está con
vida.
Es un hallazgo muy
importante más en el contexto que se está viviendo, donde la
Nación, Provincia y la sociedad en general está tomando conciencia
de lo que pasó el 19 de julio de 1924 donde muchos hermanos,
mujeres, ancianos y niños fueron asesinados, masacrados, sólo por
el hecho de pedir mejores condiciones de vida.
Según se pudo
constatar por testimonios de otros ancianos de la comunidad, en el
paraje de Las Tolderías, cuentan que hace 20 años, cuando Pedro
podía ver bien, caminar, pedía que alguien grabe o escriba su
historia.
Antedentes
Historicos
Unos cuarenta años
antes, el ejercito argentino había lanzado una campaña militar para
someter a los pueblos indígenas del Chaco que dio como resultado
la muerte de millares de indígenas y la desintegración social y
cultural de numerosas etnias en las actuales provincias argentinas
de Formosa y Chacoque en ese momento eran territorios
nacionales.
Se fundaron numerosos
fortines con el fin de mantener a raya a los indígenas vencidos. Sus
tierras fueron vendidas a colonos europeos, en particular italianos y
franceses, quienes pronto las destinaron a la producción de
algodon. Numerosas tribus fueron confinadas en reducciones en
donde fueron sometidas a un régimen de explotación muy cercano a
la esclavitud. Una de tales reducciones era Napalpí, nombre qom
(toba) que significa, precisamente, cementerio, fundada en 1921 y
cuyo nombre actual es Colonia Aborigen Chaco.
Los aborígenes de la
reducción, de la etnia qom, se dedicaban al cultivo de algodon y
estacionalmente al cuidado de las haciendas de los colonos de
estancias vecinas.
En 1924 las
autoridades de la reducción dispusieron que los indígenas debían
entregarles el 15% de su producción de algodón. Esta quita
compulsiva provocó gran descontento entre los habitantes.
A ello, se le sumó
cierto grado de efervescencia popular producido por el
resurgimiento en las comunidades de prácticas chamanicas
asociadas con un cierto mesianismo. Aparecieron líderes indígenas
que aseguraban que los dioses volverían a la Tierra y les devolverían
la vida a los indios que habían sido "mal muertos por los
blancos".
Empezaron a
producirse enfrentamientos en los que grupos de indígenas
comenzaron a matar animales y saquear granjas de los colonos. En
junio un chaman llamado Sorai fue muerto por la policía en un
confuso episodio y poco tiempo después, probablemente en
venganza, un colono francés fue muerto por los indígenas. El
gobernador del Chaco,Fernando Centeno, inició los preparativos
para una feroz y brutal represión.
La masacre de
napalpi
El día 19 de Julio de
1924 muy temprano, un grupo de unos 130 hombres, entre policías,
estancieros y civiles blancos de la zona, fuertemente armados con
fusiles Winchester y Mauser, rodearon el campamento donde se
habían reunidos los indígenas alzados que, armados tan sólo con
palos, bailaban en una fiesta religiosa organizada por los chamanes
en la zona del Aguará, un área considerada sagrada por los qom
ubicada dentro de los límites de la colonia. Convencidos de que los
dioses los protegerían de las armas de fuego de los hombres
blancos no pudieron ofrecer resistencia a los disparos dirigidos al
campamento durante cuarenta minutos. Luego los blancos entraron
al mismo para rematar a machetazos a los indígenas que quedaban,
muchos moribundos, incluidos mujeres y niños.
A finales de los años
veinte, el periódico Heraldo del Norte recordó así el hecho:
"Como a las nueve de
la mañana, y sin que los inocentes indígenas hicieran un sólo
disparo, [los policías] hicieron repetidas descargas cerradas y
enseguida, en medio del pánico de los indios (más mujeres y niños
que hombres), atacaron. Se produjo entonces la más cobarde y
feroz carnicería, degollando a los heridos sin respetar sexo ni
edad".
El 29 de agosto -
cuarenta días después de la matanza-, el ex director de la
Reducción de Napalpí Enrique Lynch Arribálzaga escribió una carta
que fue leída en el Congreso Nacional:
La matanza de
indígenas por la policía del Chaco continúa en Napalpí y sus
alrededores; parece que los criminales se hubieran propuesto
eliminar a todos los que se hallaron presente en la carnicería del 19
de julio, para que no puedan servir de testigos si viene la Comisión
Investigadora de la Cámara de Diputados.
En el libro Memorias
del Gran Chaco, la historiadora Mercedes Silva, confirma el hecho y
cuenta que al mocovi Pedro Maidana, uno de los líderes de la huelga
"se lo mató de manera salvaje y se le extirparon los testículos y una
oreja para exhibirlos como trofeo de batalla".
En el libro Napalpí, la
herida abierta, el periodista Mario Vidal detalla: "El ataque terminó
en una matanza, en la más horrenda masacre que recuerda la
historia de las culturas indígenas en el siglo XX. Los atacantes sólo
cesaron de disparar cuando advirtieron que en los toldos no
quedaba un indio que no estuviera muerto o herido. Los heridos
fueron degollados, algunos colgados. Entre hombres, mujeres y
niños fueron muertos alrededor de doscientos aborígenes y algunos
campesinos blancos que también se habían plegado al movimiento
huelguista".
Un reciente
microprograma de la Red de Comunicación Indígena destacó:
Se dispararon más de
5000 tiros y la orgía de sangre incluyó la extracción de testículos,
penes y orejas de los muertos, esos tristes trofeos fueron exhibidos
en la comisaría de Quitilipi. Algunos muertos fueron enterrados en
fosas comunes, otros fueron quemados.
En el mismo audio, el
cacique toba Esteban Moreno, contó la historia que es transmitida
de generación en generación:
En las tolderías
aparecieron soldados y un avión que ametrallaba. Los mataron
porque se negaban a cosechar. Nos dimos cuenta que fue una
matanza porque sólo murieron aborígenes, tobas y mocovíes, no
hay soldados heridos, no fue lucha, fue masacre, fue matanza, por
eso ahora ese lugar se llama Colonia La Matanza.
La Reducción de
Napalpí había sido fundada en 1911, en el corazón del Territorio
Nacional del Chaco. Las primeras familias que se instalaron eran de
las etnias Pilagá, Abipón, Toba, Charrúa y Mocoví.
En julio de 1924,
Federico Gutiérrez (corresponsal del diario La Razón) escribió:
"Muchas hectáreas de tierra flor están en poder los pobres indios,
quitarles esas tierras es la ilusión que muchos desean en
secreto".
Paradigma del
despojo
Napalpí no fue una
matanza aislada, sino una práctica recurrente del poder político y los
terratenientes - con la mano de obra policial o militar - para privar a
los pobladores originarios de su forma ancestral de vida e
introducirlos por la fuerza al sistema de producción. Todos los
historiadores revisionistas coinciden en esa mirada y, en el libro
La violencia como
potencia económica: Chaco 1870-1940, Nicolás Iñigo Carrera
afirma: "Los aborígenes de la zona chaqueña vivían sin la necesidad
de pertenecer al mercado capitalista. La violencia ejercida hacia
ellos, por la vía política con la represión y por la vía económica tuvo
como objetivo eliminar sus formas de producción y convertirlos en
sujetos sometidos al mercado. [...] Se comenzó a privar a los
indígenas de sus condiciones materiales de existencia. Se inició así
un proceso que los convertía en obreros obligados a vender su
fuerza de trabajo para poder subsistir, premisa necesaria para la
exitencia de capital. Un modo de vivir había sido destruido".
Además de someterlos,
el gobierno quería ampliar los cultivos, dar tierra a grandes
terratenientes y concentrar a los indígenas en reservas. Siempre la
versión oficial, "civilizadora y cristiana", hablaba de malones o
enfrentamientos despiadados. Pero los muertos siempre eran
pobladores originarios. Acerca de estos imaginarios combates, el
historiador Alberto Luis Noblia remarca que "las naciones
aborígenes chaqueñas no practicaron el malón, usual en otros
pueblos. Todo lo contrario, los inmigrantes llegados de Europa
nunca fueron perseguidos por los entonces dueños de las tierras. Al
contrario, el colono supo encontrar en el indígena mano de obra
barata".
El 21 de julio de 1925 -
un año después de la matanza-, el ministro del Interior, Vicente
Gallo, reconocía los deseos del presidente Alvear: "El Poder
Ejecutivo considera que debe encararse definitivamente, como un
testimonio de la cultura de la República, el problema del indio, no
sólo por razones de humanidad y de un orden moral superior, sino
también porque una vez incorporado a la civilización será un auxiliar
valioso para la economía del norte del país".
Los testimonios de
testigos oculares hablan de unos doscientos muertos. Las fuentes
coinciden en señalar que no hubo resistencia alguna por parte de
los indígenas, por lo que el hecho fue, en la práctica, un fusilamento
masivo seguido de actos aberrantes:
...les extraían el
miembro viril con testículos y todo, que guardaba la canalla como
trofeo... Los de Quitilipi declararon luego que estos tristes trofeos
fueron exhibidos luego, haciendo alarde de guapeza en la
comisaría... Para completar el tétrico cuadro, la policía puso fuego a
los toldos, los cadáveres fueron enterrados en fosas... hasta ocho
cadáveres en cada una... (y algunos quemados).
Ninguno de los
hombres que cometieron la masacre murió o resultó herido y nunca
se realizó una investigación ni se llevó a juicio a los culpables.
Señor Presidente, no
pretendemos centrarnos en lo que no hicimos, en señalar
responsables de este abandono, en lamentarnos y no hacer nada al
respecto, sino en tomar medidas urgentes de protección y asistencia
para quien es parte importante de nuestra historia, contada en su
propia lengua y para quienes necesitamos construir la verdadera
historia, la de los pueblos originarios, las masacres e intentos de
exterminio que soportaron, y la lucha por su identidad que continua
aun hoy.
Fuentes :
http://es.wikipedia.org
Fuentes: Radio Ciudad
y Originarios.org.ar
Fuentes:
http://argentina.indymedia.org
Firmante | Distrito | Bloque |
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SOTO, GLADYS BEATRIZ | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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POBLACION Y DESARROLLO HUMANO (Primera Competencia) |
Trámite en comisión (Cámara de Diputados)
Fecha | Movimiento | Resultado |
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05/09/2012 | DICTAMEN | Aprobado por unanimidad sin modificaciones en los términos del articulo 108 primer parrafo del reglamento de la H. Cámara |
Dictamen
Cámara | Dictamen | Texto | Fecha |
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Diputados | Orden del Dia 0952/2012 | ARTICULO 108 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION; ARTICULO 114 DEL REGLAMENTO DE LA H. CAMARA DE DIPUTADOS DE LA NACION, BAE 26/2012 | 13/09/2012 |