PROYECTO DE TP
Expediente 3941-D-2009
Sumario: EXPRESAR REPUDIO POR LA CONDENA O RECLUSION DOMICILIARIA DE LA GANADORA DEL "PREMIO NOBEL DE LA PAZ 1991" AUNG SAN SUU KYI EN MYANMAR.
Fecha: 20/08/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 97
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1° Expresar su
más enérgico repudio a la condena a reclusión domiciliaria
que viene padeciendo la dirigente Aung San Suu Kyi -
Premio Nóbel de la Paz 1991- en Myanmar, durante más de 13
de los últimos 20 años.
2° Adherir al
comunicado de la Cancillería argentina, de fecha 12 de
Agosto de 2009, por el que urge a las autoridades de
Myanmar a:
a)
poner fin de manera inmediata al arresto de Aung San
Suu Kyi, en concordancia con los numerosos pedidos
internacionales en tal sentido,
b)
liberar a todos los prisioneros políticos y otros
prisioneros de conciencia,
c)
tomar las medidas necesarias a fin de asegurar que las
elecciones previstas para 2010 gocen de legitimidad,
d) que
preste toda su colaboración al Relator Especial sobre la
situación de los derechos humanos en Myanmar.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
I. Una auténtica luchadora
por los derechos humanos de su pueblo
Aung San Suu Kyi es la figura
emblemática de la oposición birmana contra la dictadura militar que ocupa el
poder desde 1962.
Nacida en Rangún, el 19 de junio
de 1945, es hija de Aung San, héroe nacional que firmó en 1947 el tratado de
independencia con el Gobierno británico antes de ser asesinado. Tras
diplomarse en Oxford, trabajar en la Secretaría de las Naciones Unidas y ser
profesora en la India, Aung San Suu Kyi regresó a Myanmar en 1988 y participó
en el "segundo combate en pro de la independencia nacional". Este combate se
inspiró en el ejemplo pacífico de Gandhi y en su fe budista, que le llevó a
propugnar una "revolución del espíritu que se manifiesta mediante el
reconocimiento de la necesidad del diálogo y la compasión por los más
humildes". A pesar de estar arraigada en la tradición birmana, supo evitar las
manipulaciones nacionalistas basando su lucha en "los principios sagrados de la
moral", insistiendo en la necesidad de reconciliar a las etnias de su país,
profundamente divididas.
En 1989 fue sometida a arresto
domiciliario en Rangún. Asumió la dirección de la Liga Nacional para la
Democracia, que ganó las elecciones en 1990 por mayoría aplastante. Como las
autoridades militares se negaron a tener en cuenta este resultado, su partido
no pudo formar un gobierno civil. Aung San Suu Kyi, sujeta a estrecha
vigilancia, prefirió permanecer al lado de su pueblo dando testimonio de su fe
en "la idea del bien y de lo justo".
Reconocida como prisionera de
conciencia por Amnistía Internacional, su propósito de que el drama birmano no
cayera en el olvido fue recompensado el 14 de octubre de 1991 con el Premio
Nóbel de la Paz gracias al cual dio a conocer su combate al mundo entero
rechazando el exilio que se le proponía a cambio de su silencio.
Recibió sucesivamente el Thorolf
Rafto Memorial Prize (1990); Premio Sájarov (1990); Premio Nobel de la Paz
(1991); Premio Internacional Simón Bolivar (1992); Eleanor Roosevelt Award
for Human Rights; Presidential Medal of Freedom (2000); Jawaharlal Nehru
Award; Olof Palme Prize; Companions of the Order of Australia; Premio
Internacional Cataluña (2008); Premio Trumpet of Conscience de Realizing the
Dream (2008). [
En 1995, las presiones ejercidas
por los Estados Unidos condujeron a su "liberación" (por poco tiempo) de su
residencia y ella se dirigía cada fin de semana a una muchedumbre atenta a su
mensaje de aliento antes de que las manifestaciones estudiantiles provocaran la
represión, la detención de dirigentes de la oposición y el establecimiento de un
bloqueo en torno a su domicilio.
Sometida de nuevo a arresto
domiciliario en 1996, rara vez ha podido recibir visitas, aunque consiguió enviar
a las Naciones Unidas algunos mensajes grabados que denuncian el
empeoramiento de la situación de los derechos humanos en su país, pidiendo a
la comunidad internacional que conceda la prioridad a los derechos políticos de
la Liga Nacional cuya dirección sigue asumiendo.
La Junta de gobierno que
mantiene el poder en su país, no ha ahorrado las invitaciones de exilio a la
reclusa, jugando con el elemento de la separación familiar, como una manera
rápida de deshacerse de ella. Un capítulo de esta táctica de acoso psicológico
sucedió cuando su esposo, Michael Aris, murió de cáncer de próstata en marzo
de 1999, sin volver a ver a su mujer, esperando la visa que el gobierno birmano
nunca le concedió. Otro capítulo sucedió en abril de 1999 cuando al hijo menor,
Kim Htein Lin, se le permitió reunirse con su madre por unas horas en el
aeropuerto de Rangún.
En septiembre de 2007 fue
trasladada a un nuevo recinto penal debido a las manifestaciones que se
realizaron en todo el país exigiendo democracia.
II. Una nueva
condena
El 11 de agosto de 2009, un
tribunal del gobierno militar birmano volvió a condenarla a dieciocho meses más
de arresto domiciliario. Algunas organizaciones como Amnistía Internacional o
Avaaz tratan de ejercer presión sobre el gobierno de Birmania y sobre otros
dirigentes para que tomen cartas en el asunto. El problema no es, desde luego,
baladí: Aung San Suu Kyi es sólo una más entre los estimados 700 presos de
conciencia en este país.
Aung San Suu Kyi, de 64 años, que ha
pasado 14 de los últimos 20 años bajo arresto domiliciario, fue sentenciada a tres años
de cárcel y trabajos forzados por un tribunal reunido en la prisión de Insein, al norte de
Rangún. Pero el jefe de la junta militar en el poder, el generalísimo Than Shwe,
conmutó esa pena a 18 meses de arresto domiciliario.
Suu Kyi fue trasladada a su deteriorada
casa de Rangún bajo fuertes medidas de seguridad. El miércoles, la policía y otros
agentes de seguridad bloqueaban la avenida que lleva a su domicilio, según
testigos.
Por su lado, el estadounidense John
Yettaw, el mormón de 54 años que en mayo de 2008 había conseguido llegar a nado
hasta su vivienda, situada a orillas de un lago, sentenciado a siete años de cárcel y
trabajos forzosos, también anunció su intención de apelar.
Si es necesario, dijo su abogado,
"escribiremos" a Than Shwe "para que Yettaw sea expulsado" de Birmania.
Nyan Win, abogado de Suu Kyi y
portavoz de la Liga Nacional para la Democracia (LND), partido fundado por la líder
birmana, declaró a la AFP que su equipo defensor "no está satisfecho" con la
sentencia.
"Pensamos que este juicio es totalmente
contrario a la ley", dijo Nyan Win, y afirmó que recibió indicaciones de Suu Kyi para
recurrir la condena este mismo miércoles si el equipo recibe rápidamente una copia del
veredicto.
La oposición birmana está convencida de
que la condena tiene como objeto apartar a Suu Kyi del mapa político de cara a las
controvertidas elecciones prometidas por la junta para 2010.
La opositora retomó su rutina espartana en
su casa de Rangún, donde la meditación a primera hora del día, las novelas policiales y
las golosinas de chocolate son sus únicas actividades y fuentes de diversión.
La "Dama de Rangún", cada vez más
débil, limita sus actividades al mínimo, en una casa que no tiene ni teléfono ni acceso a
Internet, y en la que puede recibir a muy pocos visitantes, excepto a sus médicos y
abogados.
"Aung San Suu Kyi se levanta temprano
por la mañana y hace sus oraciones", relató un oficial de seguridad que pidió el
anonimato.
"Luego camina dentro del reciento y
desayuna, luego lee o se ocupa de las plantas en el jardín. A veces escucha la radio y a
veces hace algo de yoga", agregó.
La nueva condena contra la opositora
birmana despertó una ola de indignación en la comunidad internacional.
El presidente estadounidense, Barack
Obama, pidió su "liberación inmediata y sin condiciones".
La presidencia sueca de la Unión Europea
(UE) anunció su intención de tomar "nuevas sanciones" contra el régimen birmano.
Tailandia, que preside actualmente la
Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), de la que Birmania forma
parte, expresó su "profunda decepción".
Perú y Brasil también pidieron la
liberación de Aung San Suu Kyi y deploraron el fallo, así como España, Australia,
Sudáfrica, Japón y Canadá (1) .
III. La postura del
Gobierno nacional
Un comunicado de la Cancillería
argentina dice (2) :
"El Gobierno argentino deplora
el veredicto contra Aung San Suu Kyi que extiende de manera injusta y
arbitraria su arresto domiciliario. La Argentina urge a las autoridades de
Myanmar a poner fin de manera inmediata al arresto de Aung San Suu Kyi, en
concordancia con los numerosos pedidos internacionales en tal sentido, asi
como a liberar a todos los prisioneros políticos y otros prisioneros de conciencia
y a tomar las medidas necesarias a fin de asegurar que las elecciones previstas
para 2010 gocen de legitimidad. Del mismo modo, solicita al gobierno de
Myanmar que preste toda su colaboración al Relator Especial sobre la situación
de los derechos humanos en Myanmar."
IV. Consideraciones
finales
Como representantes del pueblo argentino,
no podemos permanecer indiferentes ante este atropello humanitario. Por ello
solicitamos la aprobación de este proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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MORANTE, ANTONIO ARNALDO MARIA | CHACO | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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