PROYECTO DE TP
Expediente 3909-D-2011
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO NACIONAL DISPONGA REVER LA POLITICA DE DERECHOS DE EXPORTACION, COMENZANDO POR EL GIRASOL Y CONTINUANDO CON OTROS PRODUCTOS.
Fecha: 03/08/2011
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 103
La Cámara de Diputados de la Nación
DECLARA:
Que vería con agrado que el Poder Ejecutivo revea la política de
derechos de exportación , comenzando por el caso del girasol y
continuando con otros productos, a los que se deben disminur, e
inclusive eliminar los derechos de exportación.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
El gobierno se empeña
en mantener altos impuestos (derechos de exportación) en cultivos
que cada vez se achican más, entre otras cosas, porque su
rentabilidad desaparece por las excesivas retenciones El caso del
girasol es una demostración clarísima: con retenciones de 32% para
el grano y de 30% para el aceite, a pesar de los buenos precios
internacionales, según cálculos de Asagir, donde se reúnen todos los
eslabones de la cadena girasolera, sobre algo menos de US$ 1.000 de
resultado promedio por hectárea para un cultivo de 20 quintales, el
Gobierno se queda con aproximadamente US$ 300, la industria con
unos US$ 50, el costo de implantación y comercialización insume
otros US$ 270/290 y, finalmente, al productor/inversor, que
consiguió la plata y corrió el riesgo climático y de mercado, le quedan
bastante menos de US$ 280 por hectárea, después de descontar los
restantes impuestos nacionales Al margen del socio parásito (El
sector oficial) que se queda con el 30% de lo producido sin invertir y
sin arriesgar, esto sólo ya justificaría que, si bien llegó a tener un
área de más de 3 millones de hectáreas a mediados de los '80, ahora
se considere un logro llegar apenas a los 2 millones de hectáreas,
aunque la demanda mundial esté firme y no haya muchos países
competidores. Ahora, también se podría hacer otro cálculo mirando el
tema desde
un ángulo distinto: si el
Gobierno redujera las retenciones a la mitad (o sea, al 15%, que
sigue siendo una enormidad) de todos modos aumentaría
sensiblemente la recaudación ya que se estima que la producción
podría aumentar entre 50% y 70%, rondando así los 5 millones de
toneladas anuales desde las 2,8/3,2 que, en promedio, se obtienen
ahora. Incremento que totalmente se destinaría a la exportación ya
que el mercado interno está cubierto. Para evaluar el estancamiento
forzado de este cultivo, solo basta señalar que el girasol ya había
superado el millón de toneladas de cosecha a principios de la década
del ´40 (¡hace 70 años!) cuando los rindes apenas alcanzaban los
800 kilos por hectárea, mientras que ahora se ubican por encima de
los 2.000.
De esta manera el
gobierno no solo recaudaría más por el gravamen a la exportación,
sino que aumentaría sustancialmente su percepción por Ganancias,
IVA, etc., sin olvidar la mayor actividad económica. El productor
diversificaría, la industria podría asegurar su materia prima y,
especialmente, se reduciría el impacto ambiental negativo al
incorporarse otra especie a las rotaciones, minimizando así los
perjuicios del monocultivo, esto último increíblemente denostado en
cuanto aparición pública realiza algún funcionario sobre este tema,
pero que francamente pareciera que nos "toman el pelo" a todos pues
las acciones son certeramente hacia esta práctica.
Es difícil encontrar las
razones por las cuales a los actuales funcionarios, aun si no tuvieran
el conocimiento técnico, les resulta tan complicado comprender algo
tan obvio y elemental. Excepto, claro está, que si lo entiendan, pero
que no lo quieran hacer.
Para algunos grupos de
análisis esta es la verdadera razón de fondo ya que, al margen de lo
que se declaraba hasta no hace tanto, respecto a la "sojización", al
"yuyo", etc., la realidad es que desde el primer momento en 2003, la
Administración actual dependió fuertemente de la soja y buena parte
de todas las medidas que fue tomando luego apuntaron a favorecer el
avance de esta oleaginosa. Desde los inicios de la actual
administración, allá por el año 2003, lejos de buscarse un equilibrio,
se acentuaron las medidas que determinaron en un primer momento
la caída arbitraria de renta de la mayoría de las actividades
competidoras (ganadería, tambo, etc.), lo que luego alcanzó también
a los cultivos como girasol y maíz para, finalmente, vía el discrecional
cierre y restricción de prácticamente casi todos los restantes
mercados, solo quedara la soja con garantía de poder ser vendida, y
de ahí su avance a pesar del extraordinario 35% de retenciones que
se le aplican.
De hecho, hoy por hoy,
tanto el trigo como el maíz mantienen abultados tonelajes que no
pueden ser vendidos por la falta de precios internos y por las
prohibiciones ridículas de la exportación, con el pretexto de la
defensa de las mesa de los argentinos, cuando la misma está
asegurada en cuanto a provisión pero no de precios, ya que con las
políticas implementadas, los resultados están a la vista. Los precios
de los alimentos aumentaron al ritmo de la verdadera inflación, y no
la mentirosa inventada por el Sr. Moreno por orden de nuestra
presidenta, verdadera causante de estas groseras distorsiones.
No extraña entonces
que la soja creciera hasta superar los 50 millones de toneladas,
desplazando a su paso a tambos, rodeos vacunos de carne y maíces,
entre otros, para liberar superficie para su cultivo que, de todos
modos, últimamente también parece haberse estancado. En medio, el
girasol que ya traía algunos problemas de arrastre por el lado de la
comercialización en el mercado interno, terminó de frenarse en sus
posibilidades ya que, si bien la tecnología disponible y las condiciones
productivas permiten obtener muy buenos resultados, la inestabilidad
e inseguridad del esquema comercial, artificialmente alterado por las
medidas de Gobierno, al igual que para otras actividades, lo fueron
postergando.
Las preguntas ahora
son: ¿Quién se hace cargo de los daños causados, económicos y
especialmente ambientales? ¿Hay que esperar a otro Gobierno para
comenzar las correcciones? ¿Por qué se acentúan los desfases si se
conocen las soluciones? ¿En esto consiste la defensa de la "mesa de
los argentinos"? ¿Por qué el Ministerio de Agricultura sigue gastando
millonarios recursos en la supuesta elaboración de un ampuloso Plan
Estratégico Agroalimentario (PEA), cuando no es capaz de tomar las
medidas mínimas, y simples que dicta el sentido común para que la
producción aumente en lugar de caer?
Todas preguntas que
por el momento no tienen respuesta por parte de esta
administración. Aquello que los funcionarios están al servicio de la
gente, parece no ser respetado por este gobierno que cada día se
aisla mas, produciendo un grave daño a los parámetros, no solo
sociales y humanos, si
no a los económicos, produciendo distorsiones que va a costar mucho
enmendar en el futuro.
Esta es una situación
sencilla, fácil, coherente y que no requiere mucho análisis y por lo
tanto puede ser rá pidamente enmendada. Llamamos a la reflexión a
los funcionarios para que dejen de lado actitudes de rechazo a todo
aquello que viene de otros sectores sin analizar los argumentos, y
entiendan que las propuestas son para mejorar el estado de las
cosas, que es lo que nos mueve a los que, de buena fe, estamos para
servir a los ciudadanos con propuestas que solucionen los
inconvenientes.
Por ello, Sr. Presidente,
solicito la aprobación del presente Proyecto.
Firmante | Distrito | Bloque |
---|---|---|
MARTINEZ, JULIO CESAR | LA RIOJA | UCR |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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COMERCIO |