La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo, y por su intermedio a los Organismos Competentes, tengan a bien informar si existen estadísticas actualizadas sobre desnutrición infantil en el País.

Señor presidente:

El tema de la desnutrición infantil es un drama que no debería ocurrir en ninguna parte del mundo, y mucho menos en nuestro País capaz de proveer de alimentos a cientos de millones de humanos; sin embargo existe.

Según datos de 2008 publicados por el Ministerio de Salud de la Nación, cada año nacen en el país 50.000 niños con bajo peso y alrededor de 174.000 con un peso que la Organización Mundial de la Salud considera insuficiente.

La palabra "desnutrición" se utiliza para referirse a varias dolencias relacionadas con la ingesta de uno o más nutrientes -por ejemplo, proteínas, yodo o calcio- y caracterizadas por un desequilibrio entre el aporte de nutrientes y energía y las necesidades del organismo para su crecimiento y desarrollo.

En el período que transcurre entre la gestación y los dos primeros años de vida, el déficit de nutrientes indispensables deja secuelas generalmente irreversibles. Los niños en crecimiento tienen altas necesidades de energía y proteínas y son más vulnerables a las infecciones. Inicialmente, debido a la mala alimentación, los chicos sufren pérdida de peso y quedan expuestos a un riesgo muy alto de enfermedades infecciosas -por ejemplo, la diarrea-, que a su vez agravan el cuadro de desnutrición. Más tardíamente se manifiestan un déficit en la talla y un retardo definitivo en el desarrollo intelectual.

La vigilancia de la nutrición, crecimiento y desarrollo permite conocer la evolución física, mental y emocional del niño, así como identificar y corregir oportunamente alteraciones que obstruyan la formación plena e integral del individuo en los primeros años de su vida.

Sistematizar la vigilancia nutricional implica un reto que debe lograrse a fin de asegurar a todos los niños argentinos una mejor calidad de vida presente y futura.

Tal es así que el pasado 2 de setiembre en el programa televisivo "Ultimo Minuto" que conduce el periodista Paulino Rodríguez, se exhibió una placa que rezaba que en la República Argentina mueren veinticinco niños por día, prácticamente uno por hora, por distintas causas, pero sin duda una de ellas es la desnutrición pre y post natal, datos que coinciden con los de prestigiosas Instituciones como la "Fundación CONIN", Cooperadora de la Nutrición Infantil, fundada en 1993.

Bien conocidas son las calamitosas consecuencias que provoca la desnutrición en la primera infancia, ya que en esta etapa el mayor impacto lo recibe el cerebro.

En la desnutrición no solo se detiene el crecimiento cerebral, sino que además se presentan atrofias del mismo. Si durante los primeros catorce-dieciocho meses el niño no recibe una adecuada ingesta de nutrientes y una correcta estimulación, existen grandes posibilidades que padezca debilidad mental.

Ante tales cuadros, toda nuestra artillería debe estar puesta en proteger el cerebro de los niños en el vientre materno y en los primeros dieciocho meses de vida, puesto que es en ese tiempo en que se sella el sistema nervioso central.

La adecuada nutrición primero y la educación después, deben ser definitivas políticas de Estado.

Un niño con bajo peso al nacer, o sea menos de 2,500 k. presenta un panorama desalentador, ya que puede perder de seis a ocho puntos en su coeficiente intelectual, y de padecer anemia otros seis, lo que es realmente preocupante hoy y a futuro.

"La principal riqueza de un País, es su capital humano, y si su capital humano está dañado el País no tiene futuro. Luego la educación hará la diferencia, pero debemos entender que es fundamental preservar el cerebro" manifestó el Dr. Abel Albino, presidente de la Cooperadora de la Nutrición Infantil, CONIN, experto en el tema. Es hora de preguntarnos, no ya qué puede hacer la Argentina por nosotros, sino qué podemos hacer nosotros por la República Argentina, para verla rica, grande y poderosa, donde todos vivamos mejor. Para ello debemos conocer los problemas en su realidad más rigurosa, y afrontarlos, como en este caso a través del conocimiento de los índices veraces y actualizados de desnutrición infantil que padece el País, ya que urge en base a ellos establecer verdaderas políticas de Estado, a fin de atacar dicho flagelo. Dijo el Doctor Fernando Mönckeberg "La única debilidad mental que se puede prevenir y revertir, es la única creada por el hombre: la debilidad mental del desnutrido"

Por lo expuesto, solicito a mis pares la aprobación del presente proyecto.