PROYECTO DE TP
Expediente 3869-D-2008
Sumario: PEDIDO DE INFORMES AL PODER EJECUTIVO SOBRE DIVERSAS CUESTIONES RELACIONADAS CON LOS ALCANCES DE LA IMPLEMENTACION Y FUNCIONAMIENTO DEL "PROGRAMA NACIONAL DE CONTROL DE LA TUBERCULOSIS".
Fecha: 17/07/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 88
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Dirigirse al Poder Ejecutivo para
que, a través del Ministerio de Salud de la Nación, informe a la brevedad y por
escrito sobre distintos aspectos referidos al Programa Nacional de Control de la
Tuberculosis que conduce y coordina el Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias (INER) "Dr. Emilio Coni", a saber:
1. Alcances de la
implementación y funcionamiento del Programa Nacional de Control de la
Tuberculosis.
2. Cuáles son los recursos
económicos destinados a solventar el desarrollo del referido Programa. Explicite
montos, discriminados anualmente.
3. Resultados y conclusiones
provisorias derivadas de la aplicación del Programa Nacional de Control de la
Tuberculosis.
4. Detalle provisión de
suministros para el control de la enfermedad, principalmente de los
medicamentos de primera línea, destinados a asegurar el tratamiento gratuito
de todos los pacientes que requieran esa medicación.
5. Si se cuenta con un
registro de datos y estadísticas de la evolución de la tuberculosis en la
Argentina. En caso afirmativo informe número de casos, distribución geográfica,
variante de la enfermedad, edad y sexo del paciente, y tratamiento recibido.
6. Si se realizan actividades
de capacitación del personal de salud y de las estructuras de conducción en el
manejo y control de la tuberculosis, a nivel individual y poblacional.
7. Si se han previsto
campañas de difusión y educación, dirigidas a la población en general, sobre los
síntomas, riesgos y formas de tratamiento adecuados de la tuberculosis. De ser
así, detalle características generales de las campañas realizadas, así como
evaluación y conclusiones del Ministerio de Salud en relación a las mismas.
8. Cualquier otra información
que sirva al presente.-
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
La Tuberculosis
(TBC) es una enfermedad producida por una bacteria llamada Micobacterium
tuberculosis, también conocida por bacilo de Koch, en referencia a su
descubridor, Roberto Koch (1843-1910). Hace mas de un siglo Robert Koch
identificó el microorganismo que causa la tuberculosis en el hombre, sin
embargo, la misma continúa siendo un grave problema de salud pública, tanto a
nivel nacional como mundial, siendo posiblemente la enfermedad infecciosa más
prevalente en el mundo. En nuestro país se notifican entre 12 y 13 mil casos
anuales de esta enfermedad y muere una persona cada 8 horas por esta causa.
La localización más
frecuente de la TBC es la pulmonar, aunque Mycobacterium tuberculosis puede
afectar a todos los órganos, generalmente por diseminación linfohemática. Sin el
tratamiento adecuado, el bacilo destruye en forma gradual el tejido pulmonar
hasta provocar la muerte por asfixia.
En su forma más frecuente la
transmisión de la enfermedad se produce a través de las partículas de saliva y
otras secreciones que las personas infectadas expelen al estornudar, toser o
hablar. El bacilo que la desencadena sobrevive suspendido en el aire varias
horas, por eso se estima que a partir de cada infectado habrá alrededor de 15
contagios. Los contactos de alto riesgo incluyen a las personas con las que el
adulto o el niño con tuberculosis esta en contacto de 4 a 6 horas todos los días,
como la familia, los compañeros de trabajo o de aula. Luego están los de
mediano riesgo, que son aquellos con los que el paciente está en contacto
menos de 4 horas y los de bajo riesgo, que son los contactos esporádicos. A
ellos también hay que hacerles las pruebas para detectar el bacilo de Koch. El
diagnóstico temprano acelerará el inicio del tratamiento, que permitirá que la
persona deje de eliminar bacilos virulentos entre los 15 días y el primer
mes.
Una vez que la bacteria se
introduce en el pulmón se forma un granuloma que es la infección primaria de
la tuberculosis, este proceso no produce síntomas y en el 95 por ciento de los
casos se recupera solo. Este bacilo ataca con más fuerza allí donde las
deficiencias en la alimentación, la mala salubridad y el hacinamiento generan las
condiciones ideales para la transmisión de esta enfermedad, así como entre
personas que trabajan en mataderos o habitan en zonas rurales, donde los
programas de control y vigilancia de la TBC animal no son correctamente
aplicados.
Tal situación se
agrava por la asociación con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH). En
estos casos es necesario diagnosticar rápidamente la presencia de M.
tuberculosis, debido al mayor riesgo de muerte que existe en la asociación de
TBC con VIH/SIDA. La asociación TBC-HIV se encuentra principalmente en los
grandes centros urbanos como la Ciudad de Buenos Aires, el conurbano
bonaerense, Rosario y Córdoba. También en los últimos años se ha observado
un aumento de los casos multirresistentes, muchos de ellos asociados a brotes
intrahospitalarios en pacientes coinfectados.
A pesar de los constantes avances
de la medicina, la tuberculosis continúa siendo una de las principales causas de
muerte en el mundo. Esta enfermedad figura en las estadísticas de la
Organización Mundial de la Salud (OMS) como la responsable directa de la
muerte de unas dos millones de personas al año. Tal es la magnitud y gravedad
de la situación que la misma OMS, declaró al mundo en estado de emergencia
frente al rebrote en el que cada uno de los países del planeta le cabe la
responsabilidad de aplicar los mecanismos necesarios para combatirlo. Hoy en el
mundo muere más gente de tuberculosis que de cualquier otra enfermedad
infecciosa curable, siendo que una tercera parte de la población mundial esta
afectada por el bacilo de Koch.
Se calcula que veintitrés países
acumulan el 23 por ciento de los casos nuevos. Entre los más afectados están
China, India, Indonesia, Nigeria y Bangladesh. En los países pobres, la
tuberculosis esta relacionada con la escasez de recursos en general y con lo
poco que se hace con ellos. El resurgimiento de la enfermedad en esas naciones
tiene que ver con un aumento de la población, los movimientos migratorios, las
dificultades para que los enfermos accedan a los medicamentos. En cambio, en
los países desarrollados la resurrección e incremento de la enfermedad se
encuentra, como resaltamos anteriormente, íntimamente relacionada con el
virus del VIH (causante del sida), que corroe los mecanismos defensivos del
organismo y, como consecuencia, aumenta la posibilidad de contraer
infecciones. Y aunque la tuberculosis no distingue edad ni condición social y
puede afectar a personas de todas las naciones del mundo, tanto ricos como
pobres, veintidós países soportan el 80 por ciento de la carga mundial de
morbilidad. Muchos de ellos se ven particularmente afectados por una situación
de pobreza en la que la malnutrición y los problemas de saneamiento favorecen
la propagación de la enfermedad.
En nuestro país, el Instituto Nacional de
Enfermedades Respiratorias (INER) "Dr. Emilio Coni", dependiente del Ministerio de
Salud de la Nación, se ocupa de las enfermedades respiratorias pero también realiza
acciones relacionadas con otros problemas del área salud-enfermedad, vinculándose para
ello con numerosas instituciones nacionales e internacionales.
Con el objetivo de
poder detectar las fuentes de infección en la comunidad y administrar
rápidamente tratamientos que interrumpan la transmisión de la misma se creo
el Programa de Control de la Tuberculosis. El INER es el responsable de
planificar, conducir, coordinar y evaluar dicho Programa, incluyendo el Sistema
de Vigilancia Epidemiológica de Tuberculosis. Asimismo conduce y coordina la
Red Nacional de Laboratorios de Tuberculosis con el fin de garantizar a la
población la cobertura y calidad de la medicación, así como también proveer
atención oportuna en el diagnóstico y aportar información al Sistema de
Vigilancia Epidemiológica del Programa Nacional de Control de Tuberculosis.
Son objetivos del INER también: proponer,
realizar, asesorar y colaborar en investigaciones etiológicas, epidemiológicas,
operacionales y clínicas en apoyo a programas de control de enfermedades respiratorias;
conducir y desarrollar programas de información, educación y comunicación social
sobre enfermedades con énfasis en las respiratorias, tendientes a que la población
participe en el control de las mismas; así como apoyar a las distintas unidades del
Ministerio de Salud de la Nación y de los estados provinciales en la implementación de
las acciones de prevención y control y vigilancia epidemiológica de las enfermedades
respiratorias y otras enfermedades prioritarias.
El Programa de
Control de la Tuberculosis se encarga de la programación, gestión y
administración de los recursos y las actividades que se disponen para que los
medios mas idóneos para el control del problema se pongan efectivamente lo
más cerca que se pueda de la población de todo el territorio nacional. Algunas
de las estrategias que propone el Programa son: normalización y consenso
sobre las maneras, herramientas y procedimientos más adecuados para el
control de la TBC; capacitación del personal de salud y de las estructuras de
conducción sobre el control de la TBC, a nivel individual y poblacional;
adquisición, reserva, distribución y provisión de suministros para el control de la
TBC, principalmente de los medicamentos de primera línea, para asegurar que
el tratamiento de todos los pacientes que requieran de esa medicación se
obtenga de forma gratuita; y, por último, una estrategia de comunicación social,
difusión, y educación para la salud sobre la importancia del problema, la
necesidad de su sospecha, del tratamiento y el apoyo a las personas que tienen
que cumplir con el mismo.
Desde 1952 existen fármacos
eficaces y potentes para combatir la tuberculosis. La OMS delineó un
procedimiento: el Tratamiento Directamente Observado (TDO), el cual actúa
atacando a la enfermedad mediante una combinación de drogas. Para lograr la
curación del paciente se cuenta con cinco medicamentos básicos: isoniacida,
rifampicina, pirazinamida, estreptomicina y etambutol. Como ninguna de estas
drogas posee todas las propiedades (capacidad bactericida, esterilizante y
prevención de la resistencia) necesarias para la curación, se debe utilizar un
cóctel de por lo menos cuatro fármacos durante los primeros dos meses de
tratamiento y continuar con, por lo menos, dos drogas durante cuatro meses
más. La combinación de medicamentos a utilizar, así como la frecuencia de sus
tomas y la duración del tratamiento, dependerá de las características del caso.
El correcto resultado del tratamiento depende de que el paciente concluya con
el proceso de medicación, que se desarrolla, aproximadamente, durante seis
meses, ya que al interrumpirse el bacilo se vuelve resistente a los
antibióticos.
En tal sentido, la
OMS aconseja como parte del TDO la supervisión del proceso de curación en el
domicilio del paciente o en el centro de salud, algo que, según médicos de
nuestro país, es difícil pero no imposible. "No se trata sólo de aplicar nuevas
drogas, sino de administrar correctamente los recursos, y la aplicación de un
tratamiento supervisado es básico para tener éxito", sostiene el Dr. Domingo
Palermo, especialista del Hospital Francisco J. Muñiz y miembro del Programa
Luz Verde de la OMS. Es por ello que no es posible controlar la enfermedad sin
programas de vigilancia y seguimiento que supervisen la finalización de los
tratamientos y la cura definitiva del paciente.
En la Argentina,
según las últimas cifras aportadas por el Programa Nacional de Control de
Tuberculosis, que corresponden al año 2006, ese año se notificaron 11.068
nuevos casos, luego que en 2005 se registraron 11.242. La Provincia de Buenos
Aires tiene en el conurbano el 45 por ciento de los casos notificados según el
registro de 2006, cuya cifra global asciende a 4.726 afectados en el distrito.
Según datos oficiales del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias
(INER) "Dr. Emilio Coni", en el 2006, la tasa de notificación de casos de
tuberculosis para la República Argentina fue de 25,7 casos cada 100.000
habitantes y para la Provincia de Buenos Aires de 29 casos cada 100.00 hab.
Resulta necesario destacar que éstas son cifras no actualizadas y declaradas,
considerando que existe un importante número de subregistros de la
enfermedad. Estos datos, con los cuales hoy en día no se cuenta, resultan
fundamentales para diseñar, corregir y confirmar políticas de salud. Es a partir
de los mismos que las autoridades nacionales (ejecutivas, legislativas y
judiciales), junto con las organizaciones de la sociedad civil, podrán mejorar
significativamente su capacidad de monitoreo, regulación y control sobre todo lo
relacionado a esta enfermedad, proveyendo asimismo a la comunidad de
herramientas que le permitirán proteger su salud.
Sin embargo, hemos podido constatar que
los recursos destinados al referido Programa no están llegando de manera eficiente y
equitativa a donde deberían llegar. A nivel regional la falta de recursos impacta
negativamente en la implementación del Programa, limitando sus actividades, cuando
sucede, a la distribución de medicamentos y asistencia médica a la demanda espontánea.
Para revertir esta situación se
requiere un refuerzo en las tareas de control, una capacitación actualizada de
los profesionales, el cumplimiento de los requisitos de la información sanitaria,
un refuerzo de la búsqueda activa de casos y confirmación diagnóstica, la
iniciación de terapéuticas oportunas con seguimiento adecuado, así como la
implementación de acciones de control de foco fundamentales para la captación
de casos que no consultaron y que de otra manera no serían tratados como
para brindar quimioprofilaxis a los contactos sanos. Todas estas medidas, junto
con una adecuada enseñanza escolar sobre la enfermedad e información sobre
su presencia, resultan fundamentales para cortar la cadena
epidemiológica.
Para dar una idea de la
magnitud del problema basta una comparación: en la Argentina hay en
promedio entre 12 y 13 mil nuevos casos de tuberculosis por año, mas
de 120 mil en las últimas dos décadas. Y, hasta ahora, hay cerca de 25
mil casos declarados de sida, enfermedad que tiene una gran
repercusión mediática. Pero la tuberculosis no "vende". Mientras el
VIH mueve fortunas en el mundo, con la industria farmacéutica detrás,
la tuberculosis sigue siendo tan marginada por las políticas de Estado
como por los grandes laboratorios.
Por todo lo expuesto, es que
solicito a los Sres. Diputados me acompañen en la urgente sanción del presente
Proyecto de Declaración.-
Firmante | Distrito | Bloque |
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LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
MORAN, JUAN CARLOS | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
GIL LOZANO, CLAUDIA FERNANDA | CIUDAD de BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
FERRO, FRANCISCO JOSE | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
CARCA, ELISA BEATRIZ | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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ACCION SOCIAL Y SALUD PUBLICA (Primera Competencia) |