La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Adherir a la celebración del 60 Aniversario de la Provincialización del Chaco y manifestar beneplácito por los eventos que se realizarán con este motivo entre el 1 y el 8 de agosto del corriente año en distintas localidades de la provincia.

Señor presidente:

Hay que mirar el pasado para comprender el presente y la conmemoración de los 60 años de Chaco como provincia argentina nos dicen mucho de hoy si nos abocamos a reflexionar sobre todo lo ocurrido.

La historia de nuestra provincia arranca con la historia de nuestros pueblos originarios, dos grandes familias diferenciadas por la lengua, los guaycurues conformados por varias etnias como los mocovies, los qom, los pilagaes y los abipones y los mataco-mataguayos, conocidos también como wichis. Resistentes al dominio de los españoles y luego a las ambiciones de los criollos que pretendían despojarlos de sus tierras, ofrecieron pelea y permanecieron libres en el interior del Chaco, rodeados de fortines que intentaban a veces vanamente detener las incursiones en las que ellos asolaban las ciudades vecinas como Corrientes y Santa Fe.

Las luchas por la independencia, la integración territorial y nacional consumieron varias décadas de nuestra historia. Civilización o barbarie fue la bandera liberal que flameó durante buena parte del siglo XIX. Hasta 1870 las comunidades guaikurues y mataco mataguayas mantuvieron sus territorios libres. Finalizada la guerra con el Paraguay la energía nacional se vuelca a someter a esos personajes díscolos que habitaban nuestro suelo. Intentan negociaciones, utilizarlos como fuerza de trabajo en los obrajes madereros, pero el conflicto sigue en pié. Mandaron siete expediciones sucesivas en una tarea de desgaste. Hubo muchos muertos de ambos bandos. Muertes con saña e intento ejemplificador como la del cacique Cambá. Las acciones militares fueron complementadas con la construcción de caminos, para penetrar ese territorio indómito. 1884 fue una fecha clave. Por la ley nacional 1532 el gran Chaco es dividido en dos gobernaciones, la de Formosa al norte del Bermejo y la de Chaco al sur. Exterminio y pacificación fueron las nuevas reglas. Al finalizar el siglo XIX, la conquista del Chaco está prácticamente concluida, si bien quedaron algunos resabios que serán aniquilados en los comienzos del siguiente siglo que se inicia con nuevas embestidas por parte del gobierno nacional. En 1908, el entonces presidente José Figueroa Alcorta, encomienda a la División de Caballería al mando del Coronel Teófilo O´Donnell la ocupación del Chaco. La orden era tratar de negociar, ofrecer protección y sólo usar la fuerza con los irreductibles. Había que preservar la mano de obra para realizar la transformación del territorio. Pero la rebeldía continúa por varios años. Recién treinta años más tarde, en 1938 el gobierno nacional dará por concluida la tarea considerando el territorio militarmente pacificado. Los efectos fueron devastadores para las comunidades indígenas que perdieron sus tierras que pasaron a manos de los dueños de los obrajes, algodonales e ingenios, al tiempo que fueron incorporados compulsivamente a las nuevas actividades económicas de la región, sometidos a condiciones laborales denigrantes. Malpago, látigo y hambruna completaron un cuadro desolador. En el camino quedaron los mártires de Napalpi donde el 19 de julio de 1924 perdieron la vida más de 200 indígenas prácticamente fusilados en una feroz orgía de sangre.

Pero si el sometimiento de los pueblos originarios llevó tanto tiempo y tantas vidas, queda claro que no fue la única excusa para demorar la provincialización. Aún lograda la "pacificación" seguíamos siendo un territorio nacional con la consecuente restricción de los derechos políticos de sus habitantes. ¿Por qué se demoró más de 70 años en tomar esta decisión? Un documento elaborado por el Instituto de Cultura de la Provincia en ocasión de celebrarse el 58° aniversario da buena cuenta de esto y dice: "... La respuesta a esta realidad de desigualdad manifiesta hay que encontrarla en el modelo político conservador y de paradigma económico liberal que rigió el país entre la década del 80 del diecinueve y mediados de los 40, en el veinte. Se trata de razones políticas, que amparaban intereses de los sectores privilegiados, las que explican por qué la mitad del país y de sus habitantes seguían sin ser autónoma ni habitada por ciudadanos plenos.

Valga como ejemplo, que cuando el presidente Hipólito Irigoyen presentó un proyecto de ley para la provincialización del Chaco, en 1922, el Congreso, mayoritariamente manejado por los conservadores -los creadores del fraude patriótico- no se lo aprobaron. E incluso, antes y después de ese fallido intento, tampoco aprobaban la creación de legislaturas y la figura del delegado parlamentario.

En el Chaco, a partir de 1918, y con las condiciones legales que ameritaban su provincialización y a lo largo de más de tres décadas, agrupaciones políticas, organizaciones civiles, donde un papel central en su gestación lo jugaron los periódicos y periodistas de la época, habrían de bregar por la ampliación de los derechos cívicos de los habitantes del territorio nacional. Pero a pesar de que surgieron espacios y agrupaciones sociales multisectoriales, donde se destaca la Junta Provincialista del Chaco en 1940, presidida por Juan Ramón Lestani, la lucha fue discontinua y no terminaba de contar con el grado necesario de consenso como para convertirse en necesidad central.

Por eso la explicación del por qué fue consagrada como ley, hay que buscarla en la irrupción del peronismo en la vida nacional. En primer lugar, porque sus rasgos constitutivos fueron la expansión de los derechos de ciudadanía y la democratización social y política, como intento de respuesta a la problemática de la integración y la acumulación económica en nuestros países. Desde su primera plataforma y en el Primer Plan Quinquenal se establece el proyecto de provincialización progresivo de los territorios."

Y se valora en este documento la campaña realizada a partir de 1946 por los gremios y la delegación de la CGT, apoyados decisivamente por Eva Perón.

El proyecto presentado en junio de 1951 tuvo oposición en el Parlamento pero finalmente fue ley el 8 de agosto de ese año. La celebración de este 60° Aniversario no es sólo un festejo. Está previsto convocar a todos los chaqueños a la investigación a la reflexión y al debate sobre nuestros orígenes. Está planteada la reivindicación del patrimonio arquitectónico declarándose la primera Casa de Gobierno como patrimonio histórico de la Provincia como así también la remodelación de la CGT.

Durante siete días habrá expresiones de todo tipo. Recitales de poesía y cuentos, música, danzas, audiovisuales, teatro, exposiciones sobre la historia chaqueña y homenajes a los protagonistas y pioneros.

Esta gesta vivida por nuestro pueblo y sintetizada en breves líneas, nos habla de valores entrañables, de la resistencia a la opresión, de la dignidad, de lo que significa vivir en libertad, de la conquista de los derechos y de la necesidad de vivir en un país donde impere un proyecto de inclusión donde puedan prosperar los vínculos comunitarios que nos vienen de tiempos inmemoriales. En homenaje a estos valores que hoy celebramos los chaqueños, solicito a mis pares que me acompañen en la iniciativa.