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PROYECTO DE TP


Expediente 3837-D-2009
Sumario: EXPRESAR PREOCUPACION POR EL RECIENTE ANUNCIO DE INSTALACION DE NUEVAS BASES MILITARES DE ESTADOS UNIDOS EN COLOMBIA.
Fecha: 13/08/2009
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 93
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Manifestar su más profunda preocupación ante el reciente anuncio de instalación de nuevas bases militares estadounidenses en Colombia.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Según el acuerdo firmado por los gobiernos de Estados Unidos (EEUU) y Colombia, EEUU podrá establecer hasta cinco bases militares en territorio colombiano. El nuevo pacto de "cooperación militar" permitirá que hasta un máximo de 800 militares de EEUU y otros 600 civiles de esa nacionalidad (asesores y contratistas de seguridad) se instalen en cinco puntos de Colombia para, según las versiones oficiales, reforzar la lucha contra el narcotráfico. El acuerdo ha sido presentado como una ampliación del "Plan Colombia", que comenzó en 1998 con el aporte estadounidense de US$ 7, 5 mil millones y la instalación de unos 500 militares y asesores en la erradicación de cultivos de coca.
Estados Unidos tendrá presencia en 7 bases militares de Colombia. El comandante de la Fuerzas Militares, general Freddy Padilla, confirmó que así lo establece un acuerdo firmado entre ambos países. Padilla especificó que las bases en las que operarán los militares estadounidenses están distribuidas en 3 bases de la Fuerza Aérea, 2 del Ejército Nacional y 2 de la Armada. Las bases nuevas son Cartagena y Larandia (Caquetá), Tolemaida (Cundinarca), Málaga, en el Pacífico, que se suman a Apiay (Meta), Palanquero (Cundinamarca) y Malambo (Atlántico) donde ya operaban los EE.UU.
Dicho anunció fue formulado en ocasión de la inauguración de la Cumbre de Comandantes de Fuerzas Militares de 10 países que se lleva a cabo en Cartagena de Indias. Del encuentro no participan ni Venezuela, que mantiene al mínimo nivel las relaciones con su vecino; ni Ecuador; pero sí los altos mandos militares de Uruguay, Paraguay, Argentina, Perú, Chile, México y Panamá, además de la participación especial del comandante del Comando Sur de los Estados Unidos, General Douglas Fraser.
La mayoría de los gobiernos de la región han reaccionado con inquietud y rechazo ante las intenciones de EEUU de penetración y control en territorio latinoamericano.
El nuevo acuerdo militar entre EEUU y Colombia tiene como objetivo reemplazar la base estadounidense de Manta, en territorio de Ecuador. Manta es la base de operaciones militares de EEUU más importante en América Latina desde 1998, luego del cierre de sus instalaciones en el Canal de Panamá. Pero el presidente Rafael Correa prometió en su campaña no prolongar la vigencia del acuerdo que permite a EEUU desarrollar hasta este año operaciones aéreas de inteligencia. De hecho, la base de Manta facilitó información y posibilitó el monitoreo de la operación militar colombiana que incursionó en territorio de Ecuador en marzo del 2008, para aniquilar un campamento guerrillero de las FARC en el que murió el dirigente "Raúl Reyes" y otras 27 personas.
El canciller colombiano Jaime Bermúdez, en un intento por bajar el tono a la polémica que se ha desatado en su país, dijo que el acuerdo con EEUU para albergar las operaciones antinarcóticos que se despliegan hasta ahora desde Manta no significará una pérdida de soberanía de Colombia: "El Estado colombiano preserva la autoridad plena sobre el territorio y el espacio en el cual se realizan estas acciones de cooperación", dijo el diplomático, aunque aceptó que los militares de EEUU que cometan delitos en territorio de Colombia no podrán ser juzgados en el país, sino en Estados Unidos. Bermúdez también sostuvo que "no se utilizará el modelo de presencia militar estadounidense de Manta o Guantánamo", y acotó que Colombia busca "tener mayor capacidad operativa, logística, de inteligencia y técnica" para combatir el narcotráfico.
Sin embargo, el "Plan Colombia", como la base de Manta en Ecuador, no sólo se ha dedicado al combate al narcotráfico. Está ampliamente documentado que parte de los recursos canalizados a través del Plan Colombia también fueron usados para organizar a los "paramilitares", así como la inteligencia electrónica acumulada en Manta ha sido usada para combatir a la guerrilla colombiana.
Las operaciones que hasta ahora se realizan en Manta serán trasladadas inicialmente a tres bases militares en Colombia: Malambo en el Atlántico, Tolemaida en la región del Tolima, y Larandia en el Caquetá, una zona de fuerte presencia guerrillera. Después se prevé la instalación del Ejército estadounidense en otros dos puntos de Colombia, lo que ya está acordado pero que se implementará en los próximos meses.
Con el nuevo acuerdo, Estados Unidos quedaría instalado en el norte, el occidente, el centro, el oriente y el sur del país, para, según alega Bogotá, apoyar la guerra contra el narcotráfico y la guerrilla. Pero otros países no lo ven así. El acuerdo despertó la preocupación de los países de la región, pues lo consideran una amenaza. También apuntan a que el acuerdo militar EEUU-Colombia vulnera el espíritu con que Barack Obama se acercó a América Latina en la Cumbre de las Américas, donde se mostró partidario de la cooperación pacífica y distante de los autoritarismos que promovieron los gobiernos anteriores de EEUU. Estas bases militares con tropas estadounidenses y "asesores civiles" (empresas de seguridad privadas como las que operan en Irak) dificultan la implementación de los acuerdos de Defensa que promueve la UNASUR para evitar las crisis en la región.
El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, se manifestó al respecto en los actos de celebración de los 30 años del triunfo de la revolución sandinista -el domingo 19 de julio-; diciendo que Estados Unidos hará de Colombia "un país ocupado y una amenaza a los países vecinos". E insistió: "No queremos más bases estadounidenses; esto es una amenaza para la seguridad de toda la región. Estados Unidos no puede seguir en esa carrera armamentista en América Latina".
Venezuela, Brasil, Ecuador, Chile y Nicaragua, han expresado su preocupación por lo que significa el avance del poderío militar norteamericano en la región y el apoyo de Colombia a la potencia mundial en materia militar. Desde que se hizo público el acuerdo que negocian Bogotá y Washington, los reclamos no cesan. Uno de los primeros fue el Consejo de Estado Nacional de Colombia, a quien no se lo consultó, como indica la Constitución, ya que el Congreso estaba en receso. "Colombia perderá soberanía y se convertirá en una base de operaciones, una especie de portaaviones contra los países vecinos", admitió el viernes el senador Rafael Pardo, ex ministro de Defensa colombiano. El gobierno venezolano fue el siguiente en protestar. Para el presidente Hugo Chávez, las bases norteamericanas en su país vecino son una amenaza a su soberanía. "Esta semana he conversado con varios jefes de Estado de nuestro continente, con el fin de alertarles acerca del peligro que representan las nuevas bases militares gringas para Venezuela. Es evidente que este será un tema central en la próxima reunión de la Unasur", escribió. El canciller brasileño, Celso Amorim, expresó que entiende "las preocupaciones" del país bolivariano y exigió a Colombia que presente "garantías formales" sobre el acuerdo que negocia con el país del Norte, según publicó ayer el diario Folha de Sao Paulo. "Lo que a Brasil le preocupa es una presencia militar fuerte, cuyo objetivo y capacidad parecen ir mucho más allá de lo que pueda ser la necesidad interna de Colombia", señaló Amorim. El presidente de su país, Luiz Inácio Lula da Silva, y Michelle Bachelet, su colega chilena, pidieron una reunión del Consejo de Defensa Suramericano para analizar el acuerdo militar de manera paralela a la cumbre de Unasur. Esta se celebra en Quito, Ecuador, pero Colombia no participará. Según el presidente Lula, otro de los temas que se abordarán en Quito es la presencia de la 4ª flota estadounidense en la región petrolífera conocida como "pre-sal" donde se descubrieron grandes reservas frente a las costas brasileñas. "Yo había hablado con Bush y tenemos que hablar con Obama. La 4ª flota está casi encima de la pre-sal", dijo.
El presidente de Bolivia, Evo Morales, le expresó en La Paz a su colega colombiano el rechazo de su gobierno a un acuerdo para que Estados Unidos use las 7 bases militares colombiana: "No aceptamos militares norteamericanos en Bolivia y nuestro pedido es que también (el rechazo) sea en Latinoamérica, porque siempre el imperio (norteamericano) tiene sus objetivos", afirmó el mandatario boliviano en la sede presidencial, tras su encuentro con Uribe. Evo Morales acotó que "permitir alguna base militar en Latinoamérica será una agresión no sólo a los gobiernos, sino a la democracia en Latinoamérica". Morales le anunció a Uribe que Bolivia presentará en la próxima Cumbre de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), una resolución para el rechazo a las bases militares extranjeras. "Vamos a llevar una propuesta de resolución, ojalá sea aprobada por los presidentes para que no se acepte ninguna base militar, ningún extranjero armado, uniformado, en Sudamérica y Latinoamérica".
El hegemónico país del norte impone que su personal goce de total inmunidad frente a la justicia colombiana. El precedente es Ecuador, que reclamó sin éxito contra más de 300 norteamericanos que nunca pudo juzgar y que estaban acusados de diversos delitos, incluyendo robos y homicidios. En Colombia se han producido numerosos incidentes incluyendo episodios de tráfico de drogas con estadounidenses que actuaban bajo la fachada de "asesores civiles" cuando en realidad eran agentes secretos.
Sr. Presidente, no queremos que se repitan historias de intervencionismo norteamericano en la región. La injerencia militar de EEUU en Colombia es una amenaza para la soberanía y la seguridad de la toda la región. Debemos preservar nuestras reservas de agua dulce, alimentos, recursos energéticos. El país del norte sólo busca posicionarse estratégicamente en America Latina.
Muchos países se han manifestado repudiando la presencia militar de Estados Unidos en nuestro continente. Entendemos que la Honorable Cámara de Diputados de la Nación debe manifestarse, ya que la ampliación de la presencia militar estadounidense genera una sensación de beligerancia regional que debemos evitar.
Por todo lo expuesto, solicitamos nos acompañen en la aprobación urgente del presente proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
BARRIOS, MIGUEL ANGEL SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
CORTINA, ROY CIUDAD de BUENOS AIRES PARTIDO SOCIALISTA
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR BUENOS AIRES PARTIDO SOCIALISTA
VIALE, LISANDRO ALFREDO ENTRE RIOS PARTIDO SOCIALISTA
PERALTA, FABIAN FRANCISCO SANTA FE COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT
FEIN, MONICA HAYDE SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
GEREZ, ELDA RAMONA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
SANCHEZ, FERNANDO CIUDAD de BUENOS AIRES COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT
AUGSBURGER, SILVIA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
MARTIN, MARIA ELENA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
ZANCADA, PABLO V. SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
RELACIONES EXTERIORES Y CULTO (Primera Competencia)