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PROYECTO DE TP


Expediente 3826-D-2008
Sumario: DISPONER LA EDICION DE LA COLECCION "REFORMA UNIVERSITARIA: ESCRITOS FUNDAMENTALES EN EL 90 ANIVERSARIO".
Fecha: 16/07/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 87
Proyecto
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:


Artículo 1°: Disponer la edición de la colección "La Reforma Universitaria: Escritos Fundamentales en el 90° Aniversario", para ser distribuida en todas las bibliotecas universitarias y bibliotecas populares del país.
Artículo 2°: Integrarán la colección "La Reforma Universitaria: Escritos Fundamentales en el 90° Aniversario" los siguientes libros:
Gabriel del Mazo, La Reforma Universitaria
José Ingenieros, La Universidad del porvenir
Alfredo Palacios, La Universidad Nueva
Alfredo Palacios, Universidad y Democracia
Julio V. González, La Revolución Universitaria
Artículo 3°: Cada uno de los libros estará precedido por el documento conocido como "Manifiesto Liminar" de la Reforma Universitaria y un prólogo constituido por un ensayo sobre la obra seleccionado a través de un concurso abierto a los estudiantes de todas las Universidades nacionales.
Artículo 4°: La Comisión de Educación de esta Cámara elaborará las bases del concurso dispuesto en el artículo precedente, convocará a un jurado a fin de que determine los mejores ensayos a ser premiados y dispondrá todo lo necesario para la realización del certamen.
Artículo 5°: El premio previsto para los ensayos ganadores será su publicación como prólogo del libro correspondiente.
Artículo 6°: Los gastos que demande la presente Resolución se imputarán al presupuesto de la H. Cámara de Diputados de la Nación.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


Hombres de una República libre, acabamos de romper la última cadena que, en pleno siglo XX, nos ataba a la antigua dominación monárquica y monástica. Hemos resuelto llamar a todas las cosas por el nombre que tienen. Córdoba se redime. Desde hoy contamos para el país una vergüenza menos y una libertad más. Los dolores que quedan son las libertades que faltan. Creemos no equivocarnos, las resonancias del corazón nos lo advierten: estamos pisando sobre una revolución, estamos viviendo una hora americana.
Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria de 1918
Sr. Presidente:
Cuando en 1918 los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba iniciaron una huelga universitaria en reclamo de profundas reformas universitarias vieron con claridad que estaban protagonizando un hecho político cuya influencia cultural iba a ser perdurable en la Argentina del siglo XX. La relevancia de ese movimiento se iba a extender incluso, fuera de toda previsión inicial, en gran parte de América Latina, llegando sus ecos a España y resonando aún, 50 años después, en el Mayo Francés.
El 15 de junio de 1918 la Federación Universitaria de Córdoba hizo público el Manifiesto Liminar, cuyo épico primer párrafo transcribimos en el inicio de estos fundamentos. Este documento se convirtió en la declaración emblemática del movimiento reformista por su contenido programático fuertemente progresista y claramente generacional. La Reforma Universitaria tuvo claramente dos efectos: democratizar las universidades argentinas e instalar la producción de conocimiento científico como una de sus actividades fundamentales. De esta manera, procuró relacionar íntimamente la docencia con la investigación.
Las universidades han sido hasta aquí el refugio secular de los mediocres, la renta de los ignorantes, la hospitalización segura de los inválidos y - lo que es peor aún- el lugar en donde todas las formas de tiranizar y de insensibilizar hallaron la cátedra que las dictara. Las universidades han llegado a ser así fiel reflejo de estas sociedades decadentes que se empeñan en ofrecer el triste espectáculo de una inmovilidad senil. Por eso es que la ciencia frente a estas casas mudas y cerradas, pasa silenciosa o entra mutilada y grotesca al servicio burocrático. Cuando en un rapto fugaz abre sus puertas a los altos espíritus es para arrepentirse luego y hacerles imposible la vida en su recinto. Por eso es que, dentro de semejante régimen, las fuerzas naturales llevan a mediocrizar la enseñanza y el ensanchamiento vital de los organismos universitarios no es el fruto del desarrollo orgánico, sino el aliento de la periodicidad revolucionaria.
Si la renovación de las prácticas científicas fue una de sus preocupaciones la democratización del gobierno de las Universidades fue uno de sus legados más valiosos. La Reforma universitaria de 1918 dio origen al cogobierno de las universidades con participación plena de los estudiantes en sus órganos colegiados vinculándose fuertemente con los procesos de ampliación del horizonte democrático que vivían las sociedades latinoamericanas. Junto con esto renovó, amplio y dio nuevos sentidos al concepto de autonomía universitaria. La autonomía universitaria preexistía a la reforma ya que es un antiguo principio de organización de las universidades cuyas raíces se encuentran en las formas de organización de las universidades de Bolonia (siglo XI), París (siglo XII), Oxford (siglo XII), Salamanca (Siglo XIII), y Cambridge (siglo XIII) y que fue llevada por
España a sus universidades coloniales en América. Pero el contenido dado a la misma se reforzó como consecuencia del reconocimiento de las nuevas formas de organización del gobierno universitario que la reforma creó.
No podemos dejar librada nuestra suerte a la tiranía de una secta religiosa, ni al juego de intereses egoístas. A ellos se nos quiere sacrificar. El que se titula rector de la Universidad de San Carlos ha dicho su primera palabra: Prefiero antes de renunciar que quede el tendal de cadáveres de los estudiantes. Palabras llenas de piedad y de amor, de respeto reverencioso a la disciplina; palabras dignas del jefe de una casa de altos estudios. No invoca ideales ni propósitos de acción cultural. Se siente custodiado por la fuerza y se alza soberbio y amenazador. ¡Armoniosa lección que acaba de dar a la juventud el primer ciudadano de una democracia universitaria!
La reforma Universitaria bregó, además, por incrementar el vínculo entre las Universidades Nacionales y la sociedad a través de la extensión universitaria y de la creciente preocupación por el acercamiento al movimiento obrero que en los inicios del siglo comenzaba a pugnar por una sociedad más justa e igualitaria. .
Otro de los aspectos centrales de la visión sobre el futuro de las universidades que ofreció la reforma fue un replanteo profundo de las relaciones entre los docentes, la enseñanza y los estudiantes
El concepto de autoridad que corresponde y acompaña a un director o un maestro en un hogar de estudiantes universitarios no puede apoyarse en la fuerza de disciplinas extrañas a la sustancia misma de los estudios. La autoridad, en un hogar de estudiantes, no se ejercita mandando, sino sugiriendo y amando: enseñando.
Si no existe una vinculación espiritual entre el que enseña y el que aprende, toda enseñanza es hostil y por consiguiente infecunda. Toda la educación es una larga obra de amor a los que aprenden. Fundar la garantía de una paz fecunda en el artículo conminatorio de un reglamento o de un estatuto es, en todo caso, amparar un régimen cuartelario, pero no una labor de ciencia. Mantener la actual relación de gobernantes a gobernados es agitar el fermento de futuros trastornos. Las almas de los jóvenes deben ser movidas por fuerzas espirituales. Los gastados resortes de la autoridad que emana de la fuerza no se avienen con lo que reclaman el sentimiento y el concepto moderno de las universidades. El chasquido del látigo sólo puede rubricar el silencio de los inconscientes o de los cobardes. La única actitud silenciosa, que cabe en un instituto de ciencia es la del que escucha una verdad o la del que experimenta para crearla o comprobarla.
Esta preocupación por la renovación de la enseñanza se plasmó, por un lado, en la demanda del acceso por concurso de oposición y antecedentes a la cátedra universitaria y en la reivindicación de la periodicidad de las designaciones. Pero además, se hizo evidente en la defensa de la libertad de cátedra, la promoción de las cátedras paralelas y la creación de las cátedras libres.
El impacto cultural de la reforma universitaria en América Latina se relaciona también con la influencia de los escritos que muchos de los que desde diferentes posiciones promovieron o apoyaron el movimiento reformista difundieron durante las décadas siguientes.
Las obras propuestas para su edición por parte de esta Cámara, con el objeto de asegurar su presencia en todas las bibliotecas públicas y todas las bibliotecas de las Universidades nacionales forman parte de lo más representativo de esa producción.
Universidad y Democracia de Alfredo Palacios es una colección de escritos que parten de la problemática universitaria y de la juventud para adentrarse en cuestiones que hacen a la
ampliación y consolidación de la democracia en el continente. De entre estos escritos se destacan "La solidaridad iberoamericana y los estudiantes universitarios" y el "Llamado a los jóvenes universitarios de Estados Unidos contra la plutocracia yanqui", textos claramente enmarcados en el ciclo expansivo de la reforma universitaria a mediados de la década de 1920, y "La juventud universitaria y la tentativa de fascismo en Argentina", conferencia de 1923 en respuesta a los escritos de Leopoldo Lugones de esa época. Otros capítulos reflexionan sobre la democratización de las universidades y están elaborados a partir de su participación como profesor o miembro de los cuerpos directivos en las Universidades de Buenos Aires y La Plata. Fuera de contexto, pero de una gran riqueza conceptual, se encuentran las cartas intercambiadas con Gabriela Mistral y el filósofo francés Romain Rolland acerca el sentimiento religioso.
La relevancia de La Universidad Nueva es aún mayor. En este, que es posiblemente su trabajo más importante en relación con la cuestión universitaria, Palacios profundiza el análisis sobre el sentido de la Reforma. Así, por ejemplo, criticando la formación de los abogados sostiene que "el movimiento general que determina la reforma universitaria, (...) se concretó sólo a la ingerencia estudiantil en el gobierno de la Universidad y a la asistencia libre. Faltaba lo más importante: la renovación de los métodos de enseñanza y la intensificación de los estudios, y esto era de muy difícil realización en las Facultades de Jurisprudencia, que habían permanecido petrificadas en criterios viejos. Su enseñanza había conducido a extremos insospechados. Puras teorías, puras abstracciones; nada de ciencias de observación y de experimento. Se creyó siempre que de esos institutos debía salir la élite social destinada a ser 'clase gobernante'; que de allí debían surgir el financista, el diplomático, el literato, el político... Salieron, en cambio, con una ignorancia enciclopédica, precoces utilitarios, capaces de todas las artimañas para enredar pleitos, y que en la vida fueron sostén de todas las injusticias". La ciencia, la renovación de la enseñanza y el compromiso social aparecían en el centro de su preocupación por el lugar de las universidades y los procesos de democratización social.
José Ingenieros en el II Congreso Científico Panamericano (1916) presentó su ensayo La Universidad del Porvenir que en muchos aspectos fue uno de los principales antecedentes del contenido del Manifiesto Liminar de la Reforma Universitaria. En esa obra, Ingenieros proponía que las facultades de filosofía se transformaran en centros destinados a la síntesis de las producciones científicas de cada facultad en particular porque las facultades debían representar el saber organizado y sintetizar las ideas de su época. Para Ingenieros la Universidad no debía preparar solamente técnicos y profesionales, sino, muy especialmente, favorecer la investigación experimental y la difusión del conocimiento. La misión de la Universidad, para Ingenieros, era fijar principios, direcciones, ideales que permitieran organizar una cultura al servicio de la sociedad.
Una de las primeras revisiones sobre los hechos de la reforma universitaria fue la realizada por Julio V. González en 1922, en su libro La Revolución Universitaria. En el mismo señalaba que "quien se limitase a ver en el movimiento de renovación, llevado a cabo por los estudiantes de la Universidad Nacional de Córdoba, solamente una perturbación transitoria reducida en sus efectos al estrecho marco del aula, siquiera sea con sus más trascendentales consecuencias para la vida y la orientación de éste o todos los institutos universitarios de la república, se colocaría en un falso punto de vista y se vería así traicionado por la realidad que surge de los hechos", a lo que agregaba "...la campaña llevada a cabo por los estudiantes de la Universidad de Córdoba, es compleja hasta donde pueda concebirse, pues abarca una cuestión universitaria, una cuestión social, una cuestión religiosa y hasta una cuestión política". González captaba tempranamente las implicancias políticas del movimiento reformista y procuró, sin éxito, crear un partido reformista para recalar luego en el Partido Socialista.
En La Reforma Universitaria, Gabriel del Mazo -primer presidente de la Federación Universitaria Argentina-, sostuvo que "una universidad basada en una minoría no es una universidad. Para que el derecho constitucional de aprender y enseñar sea efectivo, el Estado debe sostener a la universidad y colocarla al alcance de todo el mundo". Para del Mazo, la justicia social no era posible si no se aseguraba el acceso a la educación en todos sus niveles, a aquellos que eran tradicionalmente excluidos.
Estos cinco textos representan una parte importante del acervo cultural argentino y exponen desde diversas perspectivas aspectos clave de la Reforma Universitaria y su legado. Es por eso que solicitamos la aprobación de este proyecto.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
AUGSBURGER, SILVIA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
FEIN, MONICA HAYDE SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
VIALE, LISANDRO ALFREDO ENTRE RIOS PARTIDO SOCIALISTA
CUCCOVILLO, RICARDO OSCAR BUENOS AIRES PARTIDO SOCIALISTA
ZANCADA, PABLO V. SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
GEREZ, ELDA RAMONA SANTA FE PARTIDO SOCIALISTA
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
EDUCACION (Primera Competencia)
PRESUPUESTO Y HACIENDA