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PROYECTO DE TP


Expediente 3814-D-2015
Sumario: LUCHA CONTRA EL ALCOHOLISMO - LEY 24788 -. MODIFICACION DEL ARTICULO 6, SOBRE PROHIBICION DE TODA PUBLICIDAD O INCENTIVO DE CONSUMO DE BEBIDAS ALCOHOLICAS EN HORARIO DE PROTECCION AL MENOR.
Fecha: 08/07/2015
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 85
Proyecto
El Senado y Cámara de Diputados...


ARTÍCULO 1.- Agréguese el inciso f) al artículo 6 de la Ley Nacional de Lucha contra el Alcoholismo, Nro. 24.788 que quedará redactado de la siguiente manera,
"ARTICULO 6°-Queda prohibida toda publicidad o incentivo de consumo de bebidas alcohólicas, que:
a) Sea dirigida a menores de dieciocho (18) años;
b) Utilicen en ella a menores de dieciocho ( 18) años bebiendo;
c) Sugiera que el consumo de bebidas alcohólicas mejora el rendimiento físico o intelectual de las personas;
d) Utilice el consumo de bebidas alcohólicas como estimulante de la sexualidad y/o de la violencia en cualquiera de sus manifestaciones:
e) No incluya en letra y lugar visible las leyendas "Beber con moderación". "Prohibida su venta a menores de 18 años".
f) Sea difundida durante el horario de protección al menor en cualquier medio televisivo, cinematográfico, radial o digital."
Artículo 2: Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

FUNDAMENTOS

Proyecto
Señor presidente:


El consumo de bebidas alcohólicas constituye una problemática social cuya gravedad se acrecienta día tras día, y su trascendencia se evidencia a nivel mundial en los esfuerzos dispuestos por la comunidad internacional y organismos como la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud, para contrarrestar el impacto del consumo, tanto sobre las colectividades nacionales, como a nivel individual.
Indicadores de la entidad de la problemática a que se aboca la presente iniciativa, lo constituyen las tasas de mortalidad y morbilidad vinculadas con el consumo de alcohol, y la profusa lista de problemáticas vinculadas a la ingesta de bebidas alcohólicas: más de doscientas enfermedades (entre las que se ubican además de la cirrosis, el cáncer de mama, de garganta, y la posibilidad de desarrollar enfermedades infecciosas como la tuberculosis y la neumonía) el aumento de episodios de violencia y accidentes de tránsito, el aumento de la conflictividad social, las pérdidas en productividad laboral, y los recursos que cuesta el alcohol por atención médica y gastos de justicia, y en materia de seguridad.
El "Informe Mundial de Situación sobre Alcohol y Salud 2014" (1) presenta perfiles de 194 Estados Miembros de la OMS por consumo de alcohol y su impacto en salud pública. Analizando la problemática del consumo de alcohol a nivel mundial, el informe de la Organización Mundial de la Salud revela que el consumo abusivo de alcohol provocó que más de 3,3 millones de personas murieran en el mundo en 2012, lo que representa el 6% de todas las muertes en el mundo, equivalente a una muerte cada diez segundos. Practicando una distinción en función del sexo, el alcohol fue la causa del 7,6% de las muertes de hombres en 2012 y del 4% de los fallecimientos de mujeres.
En lo que respecta al continente americano, en el año 2000 el alcohol era el principal factor de riesgo en la Región de las Américas, en tanto que a nivel mundial el alcohol ocupaba el cuarto lugar. El consumo de alcohol en las Américas es aproximadamente 50% mayor que el promedio mundial, considerando que alcanzó un promedio de 8,5 litros per cápita en nuestra región, comparado con la media global de 6,2litros.
Pasando a analizar las estadísticas relativas a nuestro país, el porcentaje de muertes relacionadas con el alcohol asciende al 18,5% de las muertes en la Argentina, cifra representativa tanto de accidentes de tránsito vinculados a la ingesta de alcohol, como de enfermedades causadas por la bebida. Resulta categórico en este sentido lo afirmado por el Dr. Carlos Damin (2) , quien habiendo analizado la problemática en el hospital Fernandez, expresó "-El alcohol nos produce más enfermedad y muerte que cualquier otra sustancia ilícita".
Otro dato particularmente relevante es que la Argentina ocupa el segundo lugar en el ranking americano en consumo de alcohol, con un promedio de 9,3 litros de alcohol puro anuales por persona. Según el informe referido, las mujeres argentinas consumen 5,2 litros de alcohol puro al año, y los hombres, un promedio de 13,6.
Según datos de la Encuesta Nacional de Prevalencia de Consumo de Sustancias Psicoactivas (ENPreCoSP 2011 - INDEC) y la Encuesta de Factores de Riesgo (ENFR 2009 - Ministerio de Salud de la Nación), en Argentina hay más de tres millones de personas mayores de 18 años que mensualmente hacen un consumo episódico excesivo de bebidas alcohólicas. Además, casi un millón de adolescentes de 13 a 17 años sufren consecuencias físicas, psicológicas y sociales por la ingesta de bebidas alcohólicas. (3)
En lo que respecta a los daños que provoca el consumo de alcohol, el último estudio elaborado por la Organización Mundial de la Salud sobre alcohol, distingue entre los daños sobre la salud de los individuos, y los daños a nivel social y económico.
Respecto de los primeros, en el mencionado informe se destacan: efectos tóxicos sobre órganos y tejidos, intoxicación, alteración sobre las condiciones neuropsiquiátricas, deficiencias en la coordinación física y la conciencia, dependencia (habida cuenta que el bebedor experimenta una deficiencia para controlar su comportamiento alcohólico), y específicamente en cuanto a enfermedades: pancreatitis, cáncer de laringe, de colon, de mama- entre otros- y probable causa de cáncer de páncreas.
Sobre este último punto, el informe destaca que cuanto mayor el consumo, mayor el riesgo de padecer estas enfermedades, y que se ha comprobado que la ingesta de una bebida alcohólica al día aumenta considerablemente el riesgo de contraer algunos tipos de cáncer, como el cáncer de mama. (4)
En la misma línea, se lo vincula además con el síndrome alcohólico fetal (FAS), con la predisposición a contraer diversas enfermedades infecciosas vinculadas a la debilitación del sistema inmune, y con el favorecimiento del desarrollo de neumonía y tuberculosis.
Continuando con la afectación individual que provoca el consumo de alcohol, otras problemáticas asociadas son: acciones negligentes y abusos, por ejemplo respecto de personas bajo cuidado del bebedor, problemas en cuanto al rol social del individuo, como miembro de una familia, amigo o trabajador y trastornos diversos en la vida social del individuo. "Los problemas ocasionados por el alcohol pueden ir más allá del bebedor y producir efectos sobre quienes lo rodean en aspectos como violencia familiar, conflictos maritales, problemas económicos, abuso de menores, admisiones en salas de emergencia (Borges et al. 2004), comportamiento violento, lesiones y fatalidades en automovilistas y peatones cuando se conduce en estado de ebriedad." (5)
Según un informe presentado por la Organización Panamericana de la Salud, "El consumo de alcohol también está asociado con comportamientos de alto riesgo, incluyendo sexo no seguro y uso de otras sustancias psicoactivas. Los trastornos por el uso de alcohol, con altos índices en la Región, conllevan un alto grado de comorbilidad con otros trastornos por uso de sustancias, como dependencia de la nicotina y enfermedades de transmisión sexual. Los estudios más recientes sugieren una asociación entre consumo de alcohol y VIH/SIDA."
Respecto de los costos económicos y sociales que importa el consumo de alcohol en la población, ubicamos: costos de tratamiento médico, costos en materia de justicia, costos ocasionados por daños materiales (por ejemplo por accidentes automovilísticos), costos en materia de seguridad por crecimiento del crimen y los niveles de violencia social, etc., exigiendo estos la disposición de recursos humanos y económicos para el mantenimiento del orden en la comunidad. En el mismo sentido, se destacan las pérdidas ocasionadas por absentismo, desempleo, perdida de productividad en la fuerza de trabajo, pérdida de años laborables dado la exigencia prematura de pensiones por incapacidad o por fallecimientos, todo lo cual afecta la viabilidad económica de la comunidad en su conjunto.
Carlos Damin ha trabajado intensamente sobre esta problemática y su concientización, habiendo estado al frente de diversas investigaciones, entre estas, el estudio "Detección de alcohol y otras drogas psicoactivas en pacientes ingresados a la guardia por incidentes de tránsito". El relevamiento fue realizado en el servicio de emergencias del Hospital Fernández de la Ciudad de Buenos Aires. Conforme este estudio durante el mes de febrero de 2014, de 7557 consultas, 4293 (un 56%) de las consultas recibidas por la guardia corresponden al consumo de alcohol.
El profesional, ha expresado que estamos "subestimando al alcohol", y ha indicado que de 2800 pacientes que ingresaron con un cuadro de intoxicación aguda en el 2011, el 60% se los llevaron las sustancias legales: 54% alcohol y 6% psicofármacos. "-Se nos
mueren más chicos en el país por alcohol que por marihuana, la marihuana es extremadamente dañina, pero el alcohol mata más gente sin duda (...) tenemos muchos más problemas con las drogas legales que con las ilegales".
El Jefe del servicio de Toxicología del hospital Fernández ha enfatizado además que existen cantidades de casos de muertes por accidentes de tránsito -por ejemplo- que provocados por consumo de alcohol en los conductores, no se cargan al alcohol, sino como "accidentes de tránsito", lo cual conlleva a tener estadísticas siempre inciertas y aminorar el daño provocado por el alcohol.
Es necesario también plantear una mirada de carácter sociológico sobre la problemática que se analiza. El consumo de bebidas alcohólicas se inserta en el marco de la "ideología" del consumo actual, incorporando con el tiempo a sectores más y más jóvenes de la población. Son los jóvenes quienes resultan más permeables a esta tendencia consumista mundial, y vivenciamos cómo son constituidos en población-objetivo de innúmeras campañas publicitarias, e incorporados en el consumo de bebidas alcohólicas -bajo la promesa de la diversión y la popularidad- a edades cada vez más tempranas.
En el contexto reseñado, se deben fortalecer las estrategias existentes y crear otras a nivel nacional en el marco de nuestra legislación, que contrarresten el impacto del "consumismo alcohólico" en nuestros adolescentes y preadolescentes. Es necesario que el gobierno comience a formular y defender políticas públicas saludables para resguardar a los más jóvenes, del daño que ocasiona la ingesta de alcohol.
En este sentido, según el informe de la Organización Panamericana de la Salud, "el consumo excesivo episódico, especialmente entre jóvenes, es particularmente elevado en muchos países de la Región (OMS 2001). Los estudios sugieren que, en ciertos países en las Américas, los niños están empezando a beber alcohol desde los diez años de edad." (6)
Siguiendo este orden de ideas, la OPS en el documento "Plan de Acción para Reducir el Consumo Nocivo de Alcohol" ha resuelto "instar a los Estados Miembros a que: promuevan programas de prevención que eduquen a los niños, a la población joven y a todos los que decidan no consumir alcohol sobre cómo deben resistir la presión social para beber alcohol, protegerlos frente a esta presión y defender su comportamiento abstemio". (7)
Consideramos que existen dos elementos centrales que deben guiar en forma prioritaria nuestras estrategias preventivas: la percepción del riesgo que comporta el uso de alcohol y la permisividad familiar y social hacia su consumo y los estilos de vida que lo acompañan.
Según un estudio español, la población juvenil mantiene una clara tendencia descendente en su percepción de riesgo y considera al alcohol la sustancia tóxica menos peligrosa, muy alejada del resto de las drogas. "De tal modo que, mientras las demás sustancias obtienen un riesgo percibido que oscila entre el 73 y el 89%, sólo el 42% piensa que el consumo habitual de alcohol puede causarles muchos o bastantes problemas. Por lo tanto, incidir en el incremento de la percepción del riesgo representa uno de los mayores retos de la prevención del uso indebido de alcohol". (8)
Respecto de la problemática del alcohol entre los jóvenes, un informe elaborado por la OPS/OMS ha expresado: "Las investigaciones sugieren que los niños en la Sub-región están comenzando a beber ya desde los diez años de edad. En 2002, al menos 69,000 muertes de personas entre 15 y 29 años de edad se atribuyeron a la ingesta de alcohol. Entre los jóvenes, el alcohol es la droga predilecta. De hecho, los adolescentes utilizan
el alcohol con mayor frecuencia e intensidad que todas las demás drogas ilícitas combinadas (NIAAA 2000)." (9)
En este contexto, con adolescentes presionados (y "aceptados") por beber -habida cuenta la influencia de los mensajes en medios, la disponibilidad y la cultura de aceptación de los hábitos alcohólicos- aparece como inminente la necesidad de la promoción desde el Estado de estilos de vida saludables, que promuevan el fortalecimiento de los vínculos familiares, la práctica de deportes y el desarrollo de actividades sociales y al aire libre.
Múltiples investigaciones demuestran que cuanto más temprano se da el consumo de alcohol mayor es la vulnerabilidad a otros comportamientos de riesgo, y es por este motivo que se deben desarrollar campañas informativas y sensibilizadoras sobre los efectos negativos del consumo del alcohol con líderes juveniles artísticos, deportivos, u otros (contrariamente a lo que sucede en la actualidad, en que vemos artistas y figuras reconocidas incitando al consumo de alcohol, influyendo negativamente en nuestros jóvenes).
En definitiva, es imperioso comprender, informar y advertir a la sociedad sobre los daños que el consumo de bebidas alcohólicas nos está generando y va a generarnos a futuro. "El alcohol no es una mercancía ordinaria: El alcohol es una droga con efectos tóxicos, además de otros peligros intrínsecos, como intoxicación y dependencia (...). Si se consume en exceso, el alcohol puede causar muerte, enfermedades crónicas, accidentes, lesiones y numerosos problemas sociales." (10)
Habiendo reseñado ampliamente la relevancia de la problemática del consumo de alcohol, tanto a nivel mundial, como regional y estatal, y los daños que provoca su aceptación a nivel individual y social, estamos en condiciones de concluir que es indispensable que el Estado tome participación en la grave situación a que estamos
expuestos como sociedad, y particularmente a que exponemos a nuestros niños y jóvenes. Es apremiante comenzar a tomar decisiones y a efectivizar políticas en resguardo de la población argentina, y es en este marco que se inscribe el presente proyecto de ley.
Esta iniciativa busca proteger a la población más joven de nuestro país, del incesante acoso publicitario que - conforme se ha comprobado- ha logrado instalar en la sociedad una profunda liviandad en la consideración del consumo de bebidas alcohólicas, y ha banalizado y procurado minimizar la importancia de los daños que provoca el consumo de bebidas alcohólicas en la sociedad.
A modo de recomendación, la Organización Mundial de la Salud ha instado a los Estados a restringir la publicidad de alcohol y los patrocinios de las compañías productoras de bebidas alcohólicas.
En el mismo sentido, la Organización Panamericana de la Salud ha presentado el informe "Alcohol y Salud Pública en las Américas: Un Caso para la Acción." PAHO, especificando diversos "componentes" a modo de propuestas políticas, entre los cuales destacamos: "... Componente 3: Reglamentar o prohibir la publicidad o promoción de alcohol en radio, televisión, Internet, medios impresos, carteles publicitarios y en eventos culturales, juveniles y deportivos, particularmente en relación con su impacto sobre los jóvenes, y encargar la responsabilidad del seguimiento y aplicación de cualquier reglamentación o prohibición a una institución gubernamental u organismo independiente; ... Componente 5: integrar y difundir screenings e intervenciones breves en la atención primaria de la salud para problemas tempranos de uso de alcohol. Educar y capacitar a los profesionales de la salud sobre su uso rutinario; ... Componente 6: Desarrollar sistemas de tratamiento para responder a todo el rango de problemas asociados con el alcohol, integrados al sistema general de salud, accesibles y económicos para los necesitados. ... Componente 8: Aumentar la conciencia pública y
el apoyo a políticas efectivas sobre alcohol y mejorar la educación pública sobre daños asociados y respuestas efectivas." (11)
En el mismo sentido, se expresa que la exposición a la publicidad de alcohol forma percepciones positivas del consumo y puede incrementar una ingesta más intensa (OMS 2004), y que la publicidad del alcohol "tiene el potencial de mostrar al consumo como socialmente deseable, o para promover actitudes a favor del alcohol, de reclutar nuevos bebedores e incrementar la ingesta entre bebedores actuales. Los mensajes de la publicidad del alcohol muchas veces ignoran los efectos negativos del alcohol como son los riesgos sociales y para la salud." (12)
Es en el marco de acción referido, que se inscribe la presente modificación de la Ley de Lucha contra el Alcoholismo, instalando limitaciones horarias a la publicidad de bebidas alcohólica e impulsando una política de carácter general, tendiente a favorecer el desarrollo y la promoción de estilos de vida saludables en nuestra población.
Es necesario además, destacar la importancia del desarrollo de políticas públicas en el mismo sentido a nivel local. En el marco de recomendaciones para la acción brindadas por la OPS, la consultora Alicia Castro plantea que los gobiernos locales deben promover programas de recreación, de sana diversión a través del deporte, la cultura, el baile, el teatro, el clown y otras expresiones artísticas; establecer alianzas para unificar el sentido de las intervenciones articulando las diferentes instancias ediles vinculados al tema: juventud, participación vecinal, seguridad ciudadana, o coordinar con instituciones de la localidad: Salud, Educación, ONGs, parroquias que intervienen con jóvenes; potenciar la intervención preventiva a través Escuelas promotoras de la salud, basada en un enfoque integral para promover estilos y conductas de vida saludables
como parte de la currícula educativa, y potenciar la alianza tripartita y coordinación educación /salud / municipio. (13)
En lo que respecta al derecho comparado, la regulación de la oferta publicitaria de alcohol en América es diversa: existen países que no registran limitaciones (El Salvador, Guyana, Jamaica, Surinam entre otros); un segundo grupo lo constituyen aquellos que sostienen la autorregulación o los "códigos voluntarios" para todo tipo de medios (Nicaragua, Estados Unidos); un tercer grupo de países presentan prohibiciones sobre ciertos medios y para ciertas bebidas (Bahamas, Brasil, México, Perú); y en el caso de Venezuela, existe una prohibición total a esta publicidad en televisión y radio nacionales y restricciones en los medios impresos y carteles de propaganda para todo tipo de bebidas. Todos los demás países tienen restricciones parciales (es decir, horarios, tipos de programas o medios, límites de saturación y lugares de publicidad) para algunas bebidas y en algunos medios. (14)
Como ha quedado demostrado, la problemática del consumo de alcohol es de suma gravedad y requiere de políticas estatales urgentes y estables, que fomenten estilos de vida saludables en la población y protejan a los niños y adolescentes de la influencia publicitaria que, preocupada exclusivamente por los márgenes de rentabilidad empresaria, ha favorecido e impulsado en la sociedad el consumo de sustancias psicoactivas -entre ellas, el alcohol- menospreciando la nocividad de sus efectos sobre la salud humana.
Por todo lo expuesto anteriormente, invito a los Sres. Diputados y Sras. Diputadas de la Nación acompañen en la sanción del presente Proyecto de Ley.
Proyecto
Firmantes
Firmante Distrito Bloque
PERALTA, FABIAN FRANCISCO SANTA FE GEN
Giro a comisiones en Diputados
Comisión
PREVENCION DE ADICCIONES Y CONTROL DEL NARCOTRAFICO (Primera Competencia)
COMERCIO
FAMILIA, MUJER, NIÑEZ Y ADOLESCENCIA