El Senado y Cámara de Diputados...

Proyecto de ley sobre modificación

de la ley 26206

Artículo 1º: Modifíquese el Artículo 42º, Capítulo VIII, Título II de la Ley 26.206, Ley Nacional de Educación, el que quedará redactado de la siguiente manera: "La Educación Especial es la modalidad del sistema educativo destinada a asegurar el derecho a la educación de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, en todos los niveles y modalidades del Sistema Educativo. La Educación Especial se rige por el principio de inclusión educativa, de acuerdo con el inciso n) del artículo 11 de esta ley. La Educación Especial brinda atención educativa en todas aquellas problemáticas específicas que no puedan ser abordadas por la educación común. El Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología, en acuerdo con el Consejo Federal de Educación, garantizará la inclusión de los/as alumnos/as con discapacidades en todos los niveles y modalidades según las posibilidades de cada persona".

Artículo 2º : Modifíquese el Artículo 44º, Capítulo VIII, Título II de la Ley 26.206, Ley Nacional de Educación, el que quedará redactado de la siguiente manera: "Con el propósito de asegurar el derecho a la educación, la inclusión escolar y favorecer la inserción social de las personas con discapacidades, temporales o permanentes, las autoridades jurisdiccionales dispondrán las medidas necesarias para:

a) Posibilitar una trayectoria educativa inclusiva que permita el acceso a los saberes tecnológicos, artísticos y culturales.

b) Contar con el personal especializado suficiente que trabaje en equipo con los/as docentes de la escuela común.

c) Asegurar la cobertura de los servicios educativos especiales, el transporte, los recursos técnicos y materiales necesarios para el desarrollo del currículo escolar.

d) Propiciar alternativas de continuidad para su formación a lo largo de toda la vida.

e) Garantizar la accesibilidad física de todos los edificios escolares"

Artículo 3º - Comuníquese al Poder Ejecutivo Nacional.

Señor presidente:

En el año 2006, esta casa sancionó una nueva Ley de Educación (Ley 26.206), que sentaba las bases de la política educativa nacional, a través de un nuevo marco normativo y para lo cual derogaba la Ley Federal de Educación (Ley 24.195) del año 1993.-

Una multiplicidad de nuevas problemáticas sociales se tomaba en consideración en el marco de dicha reforma, como así también avances sustanciales en términos de la redefinición de sistema educativo nacional. Para ejemplificar lo antes dicho, uno de los grandes temas de esta reforma a la que dio inició la nueva ley era la obligatoriedad del nivel medio, como pionera en materia de responsabilidad estatal en políticas educativas en el contexto latinoamericano. Asimismo, la incorporación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC´s) constituía uno de los avances sobre los que fueron erigiéndose un sinfín de Programas, tanto nacionales como provinciales, a fin de lograr la modernización de las prácticas pedagógicas acorde a los nuevos tiempos.

Una de las cuestiones que fue repensada en el marco de estas transformaciones fue la importancia de la Educación Especial y la necesidad de llevar adelante políticas educativas en consonancia con un cambio de época en la que las personas con discapacidad van siendo incluidas en una sociedad que ya no segrega, sino que propende a niveles crecientes de atención a la diversidad.

La Educación Especial, dentro de la nueva ley, es abordada como una de las modalidades del sistema educativo nacional. En este sentido, la nueva ley toma como base política, ética y educativa el principio de la inclusión educativa. "Garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales y de estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores más desfavorecidos de la sociedad" (1) es una de las metas y de las orientaciones hacia la cual debe propender la educación. Garantizar la inclusión de las personas con necesidades educativas especiales, implica cambiar la mirada sobre los procesos pedagógicos, las prácticas docentes y las posibilidades de aprendizaje de los alumnos.

Estamos proponiendo una sencilla pero enorme reforma a la ley 26.206. No implica solamente cambiar una palabra por otra (integración por inclusión), sino algo mucho más rico y complejo en términos de las actuales concepciones de la Educación Especial en particular, y de la Educación en general; cambiar el paradigma desde el cual pensamos y operamos sobre realidades educativas.-

A lo largo de este capítulo VIII en el que se sientan las bases específicas de la Educación Especial como modalidad del sistema, las palabras integración e inclusión se utilizan casi como si fueran sinónimos, cuando en realidad no lo son. Lejos de ser simplemente palabras, son conceptos que están cargados de significados teóricos y de discusiones de proposiciones pedagógicas que tienen su traducción en prácticas institucionales sobre la atención a la diversidad.-

La integración educativa como proceso, fue surgiendo hacia la década del '60 y estaba relacionada con los derechos de los niños y niñas, según los criterios de igualdad y justicia. Integrar garantizaba entonces, el cumplimiento del derecho a la educación y posterior inserción en la sociedad. Estos procesos de integración escolar han ido presentando un sinfín de obstáculos en las diferentes prácticas y actores institucionales y han desafiado sustancialmente las representaciones de los mismos. ¿Era posible integrar a los alumnos con discapacidad junto con los otros alumnos sin discapacidad? ¿El trabajo conjunto, hacía más lentos los avances de los alumnos sin discapacidad? El enfoque desafiaba fundamentalmente las bases de un sistema educativo normalista que se sostenía sobre la separación y la segregación de escuelas para alumnos con discapacidad (escuelas especiales) y escuelas para alumnos sin discapacidad (escuelas comunes)

La inclusión como concepto es relativamente reciente respecto de la integración. Como suele suceder con las nuevas conceptualizaciones, y justamente a ello no escapa la ley del año 2006, se toman como si fueran sinónimos, cuando en realidad no lo son (2) . La inclusión educativa parte desde otra base y pone el acento en la escuela común, no ya en la escuela especial. "La inclusión implica que todos los niños de una determinada comunidad aprendan juntos independientemente de sus condiciones personales, sociales o culturales. Se trata de lograr una escuela en la que no existan requisitos de entrada ni mecanismos de selección o discriminación de ningún tipo; una escuela que modifique substancialmente su estructura, funcionamiento y propuesta pedagógica para dar respuesta a las necesidades educativas de todos y cada uno de los niños y niñas, incluidos aquellos que presentan alguna

discapacidad. Mientras que en la integración el acento está puesto en la adaptación de la enseñanza en función de las necesidades específicas de los niños integrados, en la inclusión el centro de atención es la transformación de la organización y respuesta educativa de la escuela para que acoja a todos los niños y tengan éxito en su aprendizaje" (3)

"La inclusión se concibe como un conjunto de procesos orientados a eliminar o minimizar las barreras que limitan el aprendizaje y la participación de todo el alumnado. Las barreras, al igual que los recursos para reducirlas, se pueden encontrar en todos los elementos y estructuras del sistema: dentro de la escuela, en la comunidad y en las políticas locales y nacionales. La inclusión está ligada a cualquier tipo de discriminación y exclusión, en el entendido de que hay muchos estudiantes que no tienen igualdad de oportunidades educativas ni reciben una educación adecuada a sus necesidades y características personales (...)" (4)

Creemos necesario tomar en consideración esta modificación que proponemos sobre la Ley Nacional de Educación. Como hemos señalado brevísimamente (5) en estos antecedentes, integración e inclusión lejos de ser sinonímicos, implican cambios estratégicos y sustanciales en el posicionamiento educativo de nuestras instituciones educativas.

En consideración de ello, es que solicito a mis pares el acompañamiento del presente Proyecto de Ley.