El Senado y Cámara de Diputados...

El Senado y la Cámara de Diputados de la Nación Argentina reunidos en Congreso, etc. sancionan con fuerza de ley:

ARTÍCULO 1º.- Incorporase como incisos i) y j) del artículo 81 de la Ley N° 20.628 de Impuesto a las Ganancias (texto ordenado por decreto 649/97 y modificatorias), los siguientes

"i) los importes abonados a instituciones educativas incorporadas a los planes de enseñanza oficial y reconocidas como tales cualquiera sea su nivel o modalidad con un tope máximo igual al monto de las deducciones que correspondan por el artículo 23 de esta ley."

j) los importes abonados por los inquilinos en concepto de alquiler del inmueble destinado a vivienda única de ocupación permanente.

La deducción se hará efectiva en la forma y modalidad que el ente recaudador determine, con un tope de cuarenta mil pesos (40.000$) anuales y será actualizado mediante la aplicación del Índice de Precios del Consumidor (INDEC).

Es requisito indispensable para el cómputo de la deducción prevista en este inciso que el contribuyente, su grupo familiar, y las personas que reciban para el mismo el carácter de cargas de familia no sean propietarios de una vivienda.

ARTÍCULO 2°.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.

Señor presidente:

Resulta hoy un tema de preocupación generalizada en nuestra sociedad la aplicación de la actual ley del Impuesto a las Ganancias. Lejos de entrar en discusiones respecto de definiciones conceptuales que hacen a la esencia misma de la problemática intentando abordar lo que se entiende por "ganancia", hoy pretendemos considerar puntualmente aspectos que generan inequidades en términos de tributación.

Según las últimas estadísticas publicadas por el Ministerio de Educación de la Nación en los últimos diez años la escuela argentina atravesó un proceso de expansión pasando de un total de alumnos de 9.359.548 a 9.870.509 cifras que incluyen los niveles inicial, primario y secundario. Corresponde señalar que dicha expansión no se manifestó en la escuela pública, cuya matrícula sólo creció en 66.041 estudiantes en el período analizado mientras que los colegios privados recibieron 444.920 concurrentes más. Es decir que de la matrícula total incrementada en medio millón de alumnos el 87% eligió las escuelas privadas.

Estas estadísticas, que si bien son las últimas publicadas por el Ministerio de Educación de la Nación, datan del año 2010 y ya se encuentran desactualizadas dado que las actuales proyecciones indican que el 55% de la población escolarizada concurre a establecimientos educativos privados y la tendencia muestra un camino sostenido hacia la privatización del sistema educativo. Contrariamente a suposiciones generalizadas esta tendencia se evidencia más en los sectores más populares. En el primer quintil (20% de mayores ingresos) el 86% de la matrícula ya pertenecía a escuelas del sector privado, el cambio se está presentando marcadamente en los niveles de menores ingresos.

Este proceso es menos pronunciado en las escuelas secundarias lo que permite inferir que la pirámide de la educación privada se ensancha hacia abajo, situación que hace vislumbrar un crecimiento generalizado de la matrícula escolar privada.

Paralelamente el sector universitario marca su tendencia hacia el sector privado. Según la últimas estadísticas también publicadas en el año 2010 por el Departamento de Información Universitaria de la Secretaría de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación, los relevamientos realizados sobre el total de las Instituciones Universitarias -ciento catorce ( 114)- , cincuenta y cinco (55) pertenecientes al sector educativo estatal y cincuenta y siete (57) al sector educativo privado, siendo las dos restantes una(1) extranjera y una (1) internacional; la tasa promedio de crecimiento anual de estudiantes asciende al 1,8% en el sector estatal y al 5,8% en el sector privado.

Asimismo considerando los estudiantes universitarios egresados en ese período, la tasa promedio de crecimiento anual ascendió a un 4,2% en el sector estatal y a un 5,8% en el sector privado. Como dato final los nuevos inscriptos a la educación de grado y posgrado también tuvo un incremento en la tasa promedio anual en un 0.8% en el sector estatal y en un 4,9% en el sector privado.

Sin pretender otra cosa más que brindar un breve y concreto panorama respecto de la población estudiantil a través de los datos oficiales que disponemos y en consideración de las actuales proyecciones que marcan una acentuación en estas tendencias, resulta una obviedad deducir que un alto y significativo porcentaje de las familias argentinas hoy incluyen entre sus gastos más prioritarios los destinados a la educación privada en todo sus niveles.

Observamos con absoluta preocupación que el artículo 81 de la Ley de Impuesto a las Ganancias el cual detalla puntualmente cuáles son las deducciones admitidas como tales para desgravar de ganancias, contempla los pagos por seguros de vida, los aportes a obras sociales, los aportes para fondos de jubilaciones, retiros, pensiones o subsidios; los gastos de sepelios; las cuotas médico- asistenciales; los honorarios por servicio de asistencia médica ; los pagos de intereses de créditos hipotecarios, las donaciones, las cuotas sindicales y el pago de salarios por servicio doméstico.

No podemos pasar por alto que no esté contemplado un gasto sustancial en la estructura familiar que son los pagos de las cuotas correspondientes a la educación inicial, primaria, secundaria y superior. Difícil es entender el concepto que permite incluir dentro de las deducciones a los gastos producto de la contratación de servicio doméstico y no a las erogaciones que se producen en el seno familiar con motivo de la educación formal de nuestros hijos. En este sentido proponemos la incorporación de los gastos correspondientes a las cuotas de escolaridad en las instituciones privadas que corresponda en todos sus niveles y modalidades, para que los mismos sean pasibles de deducción de las ganancias generadas.

Siguiendo la misma línea que pretende rescatar las prioridades a la hora de distribuir sus ingresos, la familia argentina siempre le ha otorgado un valor sustancial a la vivienda propia. Nuestra Carta Magna ya refiere a este valor y establece el compromiso por parte del Estado de garantizar a través de sus leyes el acceso a una vivienda digna. Su adquisición hoy constituye un anhelo que no todos pueden alcanzar por lo cual gran parte de nuestra sociedad se ve obligada a alquilar una vivienda, situación que no sólo pone a este sector en desventaja con respecto a quienes pudieron acceder a ser propietarios sino que además los expone a una falta de equidad en materia tributaria.

Hoy no existe la posibilidad de deducir los importes pagados en concepto de alquiler de vivienda única del impuesto a las ganancias pero sí pueden deducirse los importes que se abonan en concepto de intereses de créditos hipotecarios adquiridos para la compra de una vivienda única. Esta incongruencia debe ser subsanada. Resulta incoherente que aquellos a quienes el fisco considera que perciben altos ingresos como para tributar son los mismos que no pueden acceder a la compra de una vivienda única y se ven obligados a rentar un inmueble.

En este sentido y para corregir las inequidades en las que se ha incurrido con la reglamentación de la ley del impuesto a las ganancias proponemos la incorporación de un inciso al artículo 81 de la referida ley que contempla la inclusión de los importes pagados en concepto de alquiler de vivienda única y permanente a los gastos establecidos como deducibles.

Señor Presidente: sabemos que este tema no queda agotado con las modificaciones propuestas en el presente proyecto y de hecho hemos acompañado este año un proyecto para adecuar las escalas del mínimo no imponible de las deducciones del impuesto a las ganancias (Expte. 3205-D-2014) y acompañamos las sesiones que se convocan para tratar los proyectos sobre ese tema que hoy resulta urgente. Sin embargo en este proyecto planteamos propuestas que complementan aquella iniciativa, proporcionando mayor equidad en la situación tributaria de todos los contribuyentes, ofreciendo mayor coherencia y criterio a la normativa. Por todo ello y por los motivos expuestos precedentemente solicito a mis pares me acompañen con sus firmas para la aprobación del presente proyecto de ley.