La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo Nacional que, a través de los organismos correspondientes, arbitre las medidas necesarias para otorgar la autorización definitiva como vuelo regular, a la ruta aérea que une la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe y la ciudad de Lima, en Perú.

Señor presidente:

En diciembre del año 2010, la compañía LAN comenzó a operar la ruta aérea que une las ciudades de Rosario y Lima (Perú). Dicho destino aerocomercial, había sido concedido por un plazo de 180 días por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), dependiente de la Secretaria de Transporte del Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios, utilizando el criterio de vuelos exploratorios. Modalidad de concesión prevista en el Acuerdo de Fortaleza, mediante la cual se establece un lapso de operación prudencial, a fin de testear la viabilidad económica de la nueva ruta.

No obstante, la incorporación del mencionado itinerario a la oferta de destinos que ya poseía el Aeropuerto Internacional de Rosario, demostró rápidamente ser un éxito en términos de demanda de pasajes. Desde la propia compañía aérea se indicó que el factor de ocupación de vuelo para el destino Rosario-Lima promediaba un 87%, transportándose a más de 2500 personas cada mes. Hecho que impulsó a la empresa LAN a peticionar siete vuelos semanales en lugar de los cinco que venían realizándose desde el inicio del servicio.

Sorprendentemente, hace unos días trascendió en diversos medios de comunicación nacionales, la posibilidad de que el gobierno nacional no renueve el permiso otorgado a LAN para operar la mencionada ruta. En su edición del día 8 de julio, el Diario La Capital de Rosario reflejó la noticia del siguiente modo:

"Sin explicitar motivo alguno, instancia que incluso ya provocó cortocircuitos diplomáticos con los gobiernos de Perú y de Chile, la administración de Cristina Kirchner dispuso adormecer sin horizonte claro la petición de la compañía y de las administraciones de Lima y de Santiago para renovar el permiso que les permite operar este destino clave para la conectividad de la provincia con el extranjero".

Ese mismo día y en el marco de una entrevista radial, Raúl Garo, presidente del directorio del Aeropuerto Internacional de Rosario planteó que:

"Entendemos que LAN al poner en marcha la ruta puso a prueba la capacidad del mercado de Rosario". Tras lo cual confesó no entender porqué una ruta de vuelo que demostró ser exitosa "esté amenazada en su autorización y permanencia", por cuanto: "impedir que LAN vuele desde Rosario atenta contra la ciudad y la región".

Debemos considerar que la posibilidad de pérdida de los vuelos, no sólo resultaría en perjuicio de la ciudad de Rosario, sino que ciudades importantes como Santa Fe, Rafaela, Venado Tuerto, o Paraná, en el caso de Entre Ríos y todas aquellas dispuestas en un radio de 300 kilómetros, también se verían afectadas por la supresión del mencionado servicio.

Por otra parte, la desaparición de la conexión aérea con Lima implicaría un impacto económico negativo para la región. Debido que conecta a Rosario con múltiples destinos en el extranjero, de la mano del nodo de distribución de LAN en Lima, lo cual posibilita el acceso inmediato a destinos como el Caribe, Estados Unidos y Europa.

Todo ello en un momento clave de "salida al mundo" para una región con neto perfil productivo, como es la Región Centro, de la cual Rosario constituye uno de sus principales baluartes. En este sentido, resulta incomprensible que desde el gobierno nacional, en lugar de propiciarse las condiciones para el desarrollo de la región, se opte por imponer medidas contrarias al crecimiento socioeconómico y al bienestar de sus habitantes. Apelamos, en consecuencia,

a que el marco de incertidumbre generado por una decisión, a todas luces desacertada, se revierta rápidamente; y desde los organismos nacionales se autorice la continuidad de la ruta aérea que une Rosario y Lima.

Por todo lo precedente solicito a mis pares que acompañen el siguiente proyecto con su voto afirmativo.