La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que a través de los organismos que corresponda, informe sobre los criterios aplicados para regionalizar las funciones del SERVICIO NACIONAL DE SANIDAD Y CALIDAD AGROALIMENTARIA -entre ellas la de prevenir, diagnosticar, controlar y/o erradicar las enfermedades de los animales y las de ese origen, transmisibles al hombre-conforme a la Resolución 225 del corriente año y en particular en referencia a los motivos por los cuales, a pesar de tratarse de áreas con temáticas de riesgo claramente diferenciadas - en especial la cuestión de la aftosa- se conforma una región NEA sobre la base de una regional conjunta Chaco-Formosa. En este sentido se solicita la siguiente información:

1. Cuales han sido las pautas técnicas- medicas, geográficas, u otras para establecer zonas y o fronteras epidemiológicas para la salvaguarda del patrimonio sanitario animal, como también los criterios de fiscalización y control para el cumplimiento de las normas y reglamentos higiénico-sanitarios y de seguridad alimentaria en la producción y faena animal utilizados para el diseño de la Resolución 225/2006 del SENASA. En relación a lo anterior se requiere especificar las razones y los estudios realizados que sostienen la decisión de conformar un centro conjunto Chaco-Formosa en la región NEA.

2. Si se ha evaluado debidamente la capacidad técnica y la labor de prevención sanitaria animal que desarrollan los productores y la administración de la provincia del Chaco -entre ellas la inversión y la auditoria- en relación a la zonificación fijada por la antedicha resolución 225/2006 del SENASA. Si en igual sentido se ha valorado que la provincia del Chaco no tiene frontera seca con la República del Paraguay; que el límite con esa república hermana se reduce a solo 80 Km., y cuyos pasos fronterizos se encuentran perfectamente controlados. En caso afirmativo detallar las razones que impiden conformar a la provincia del Chaco una región sanitaria propia.

3. Si esta regionalización con un centro Chaco-Formosa incluye la intención de crear una zona "Buffer" destinada a convertirse en un filtro y área de aislamiento como reaseguro de la ganadería del resto del país. En caso afirmativo, detallar las causas que fundamentan la inclusión en esa probable área de la provincia del Chaco.

4. Si se han analizado los impactos económicos que se derivan de la Resolución 225/06 y la conformación del Centro regional Chaco-Formosa, toda vez que la creación del mismo supone para la producción ganadera chaqueña la amenaza de una reducción del precio de su hacienda visto que aquella probable zona "Buffer", mencionada en el punto anterior, induciría a crecientes dificultades para abastecer los mercados externos y locales.

Señor presidente:

La regionalización del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad agroalimentaria es una medida bienvenida en cuanto la misma supone aumentar la eficiencia de la prevención, el diagnostico, el control y eliminación de las enfermedades de los animales y el cuidado de la producción vegetal que realiza dicho organismo. La vinculación en este orden, del sector público y del sector privado para elevar en cada área productiva, los estándares de calidad y sanitarios del sector agropecuario nacional merece ser saludada porque implican una mayor protección para el consumo de los habitantes de nuestro país y por supuesto una consolidación de nuestras perspectivas en los mercados internacionales.

Dicho esto, como representantes de los ciudadanos de la Provincia de Chaco debemos enfatizar nuestro profundo desacuerdo con las pautas que han guiado la conformación de un centro regional único Chaco-Formosa. Si la intención ha sido fortalecer y desarrollar con esta medida la producción ganadera, hay que decirle a la conducción de la Secretaría de Agricultura y a las autoridades del Senasa que han cometido un grave error de análisis. Y que el mismo conlleva una amenaza de proporciones para las inversiones y la salud económica financiera de los productores de nuestra provincia.

Estamos convencidos que una regionalización Chaco- Formosa implica equiparar producciones, problemáticas y riesgos sanitarios sin ningún tipo de fundamento. Sin desconocer los esfuerzos de la provincia hermana de Formosa en esta materia, no puede obviarse las características claramente diferenciadas de la ganadería radicada en la provincia del Chaco.

La provincia del Chaco no posee una larga frontera con el Paraguay, país en el cual como es público, lamentablemente, se originan de manera recurrente focos de fiebre aftosica. La reducida frontera con el Paraguay por lo demás esta perfectamente controlada y en ningún caso, puede caratularse de frontera seca.

Esta claro en este orden de ideas, la preocupación que ha generado esta regionalización en la provincia del Chaco porque, aunque no sea explicito, se esta diciendo que existe una zona de alto riesgo, localizada también en la provincia del Chaco, lo cual a no dudar, implica dificultades crecientes para ingresar a los mercados y potenciales reducciones en el precio de la hacienda. Se esta amenazando seriamente producciones, fuentes de trabajo y desarrollo genéticos, que tantos años y esfuerzos ha costado construir.

Por todo esto este proyecto solicita en primer lugar al Poder Ejecutivo Nacional un detalle de las pautas técnicas, geográficas, sanitarias u otros criterios adoptados para establecer la zonificación del Senasa conforme lo fijado por la resolución 225/2006 y en particular se requiere especificar los estudios realizados para conformar un centro conjunto Chaco - Formosa en la Región NEA. Más adelante se solicita conocer en amplitud la evaluación realizada. Por eso se especifica si en ésta se ha considerado adecuadamente la labor de prevención que realizan los productores y la administración de la Provincia del Chaco, y hechos evidentes como la reducida frontera perfectamente controlada entre la Provincia de Chaco y la República del Paraguay.

Muy especialmente se pide detallar las razones que impiden -según el SENASA- conformar a la Provincia del Chaco como una región sanitaria propia.

Además se reclama conocer si este centro Chaco-Formosa será seguido de la creación de una zona buffer destinada a convertirse en un área de aislamiento como un reaseguro de la economía del resto del país.

Por último como mencionamos más arriba, se pretende saber si se ha analizado los impactos económicos que se derivan de la Resolución 225/2006 y en particular de la conformación del centro regional Chaco-Formosa.

Sr. Presidente, las medidas gubernamentales deben estar debidamente fundamentadas y los funcionarios nacionales están en la obligación de analizar profundamente las decisiones que impulsan. Las economías regionales, y en este caso en particular la economía ganadera de la provincia del Chaco, no pueden depender de decisiones arbitrarias que ponen en riesgo los ingresos de sus ciudadanos.

Por todo lo expuesto, solicitamos la aprobación del presente proyecto.