El Senado y Cámara de Diputados...

DÍA DEL EMPRESARIO NACIONAL

Artículo 1º Declárase el día 16 de Agosto "Día del Empresario Nacional".

Artículo 2º De forma.

Señor presidente:

Asistimos en nuestros días a un intenso proceso de extranjerización de las economías emergentes. En todo el planeta las grandes empresas transnacionales influyen en las decisiones mediante las cuales se conforman las formas de los mercados y condicionan el papel que cada una de las economías nacionales ha de cumplir.

Este proceso está presente en todos los países en desarrollo. La integración mundial de esas grandes empresas, la inmensa mayoría originada en los países desarrollados y muchas recientemente surgidas en algunos de los países emergentes, intenta derribar las líneas de protección para el trabajo nacional mediante agresivas políticas de exportación industrial, mediante el control de la posibilidad de innovación por apropiación y dominio de la tecnología, mediante la masiva disponibilidad de recursos financieros.

En el seno de la Organización Mundial de Comercio, esas empresas transnacionales, bregan por la liberación del mismo sin tener en cuenta las condiciones estructurales por las que atraviesan las economías más débiles.

La recomendación ideológica es la especialización de nuestros países en la explotación de nuestros recursos naturales. El argumento es el pronóstico de una definitiva vuelta de campana de los términos del intercambio que hará que los recursos naturales sean, de ahora en más, el recurso con el que se podrá generar el bienestar para todos. No hace falta señalar que ese es el país para menos de la mitad de los argentinos.

Enfrentar esa tendencia y torcerla a favor de la mayoría del pueblo requiere de una decisión política del más alto nivel y de la más alta mirada.

Pero también de empresarios nacionales.

De nada vale sostener una política de desarrollo nacional si no se sostiene al mismo tiempo una política de desarrollo del empresariado nacional.

Los intereses de las multinacionales son multinacionales.

Los del empresariado nacional son nacionales.

El empresariado nacional es una herramienta del desarrollo y está probado, por las experiencias recientes de los países que han dado el salto al crecimiento económico sustentable, que la existencia de una densa trama de empresarios nacionales hace posible el incremento de las cadenas de valor, la multiplicación del valor agregado.

La producción primaria se transforma en un eje de dependencia cuando no se procesa hasta sus últimas etapas en el país con el trabajo y los empresarios nacionales.

Esa es la densidad empresarial de un país que tiene ventajas originales de naturaleza.

La educación - en todos sus niveles - y la investigación se transforman en fuga de inteligencia cuando no se integra a las cadenas de valor productivas. Esa también es densidad empresarial.

La distribución del ingreso, que comprende salarios, productividad y servicios, requiere de una enorme densidad empresarial. Y la densidad empresarial, esa una trama, formada por miles de empresarios nacionales: los pequeños, los medianos y los grandes, cuya cabeza y conducción, están en el país,

El desarrollo y la justicia, entonces, no dependen exclusivamente de los empresarios, pero son imposibles sin ellos.

El 16 de Agosto de 1953, un gran grupo de empresarios nacionales de todas las regiones del país se reunieron por primera vez en Buenos Aires para discutir la mejor forma de agruparse en una representación que los contuviera a todos. Fue así que los pequeños y medianos comerciantes, industriales y productores nacionales se juntaron para conformar un movimiento empresario, donde no solo todos los sectores de la economía productiva estuvieran presentes sino que además, todas las regiones tuvieran una participación activa en las decisiones.

Conocemos perfectamente la historia de nuestro país en materia de políticas económicas que los gobiernos democráticos y de facto llevaron adelante, también sabemos las consecuencias que tuvieron las mismas sobre nuestra burguesía nacional. Pero destacamos la valentía de quienes, pese a condiciones adversas y hasta el desinterés oficial en muchos tramos de nuestra vida reciente, han invertido en el país generando trabajo y riqueza en la República Argentina.

No debemos olvidar que muchos dirigentes empresarios, por defender la producción nacional, el mercado interno y la firme ideología de vivir de lo nuestro, han desaparecido, soportado torturas, persecuciones y el exilio, perdiendo ellos y sus familias todo lo que tenían. Muchos otros que permanecieron en el país, fueron silenciados por el terror, siendo testigos de la entrega de la economía a manos de intereses ajenos a los nacionales.

El Empresario Nacional es aquél que arriesga su capital, invierte lo obtenido, da trabajo y aporta con sus impuestos, para que nuestro país tenga posibilidades de crecimiento y desarrollo. Es aquel que prefiere producir en esta tierra en vez de recurrir a posibilidades que brindan otros países. Es aquel que sufre las políticas económicas erradas y crece con las acertadas. Es aquel que junto a sus trabajadores, vive el día a día, en su comercio, industria o tierra. Es aquel que resiste ante la adversidad local o extrajera. Es aquel, que arriesga su capital en lo que cree. Es aquel que desde cada región del país se convierte, en un invalorable instrumento para la distribución del ingreso y la equidad social.

Para que haya un puesto de trabajo, un empresario debe invertir y creer en ello. Es por eso que el 1 de Mayo y el 16 de Agosto son inseparables.

Por todo lo expuesto, es que solicito a mis pares, acompañen esta iniciativa que sin lugar a dudas contribuirá a consolidar y a fortalecer nuestras raíces, celebrando y honrando a este trabajador: "Empresario Nacional". Por eso solicitamos que el 16 de Agosto sea reconocido como el "Día del Empresario Nacional".