La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional y por su intermedio al Ministerio del Interior para que se sirva responder sobre el siguiente cuestionario:

- Informe a esta Cámara los motivos por los que hasta la fecha ha omitido la remisión de los cinco millones de pesos provenientes de los Aportes del Tesoro Nacional comprometidos para paliar las consecuencias del devastador temporal que azotó a la ciudad de Córdoba el día 30 de Enero del corriente año.

- Informe a esta Cámara el motivo del atraso para su implementación efectiva, teniendo en cuenta que el gobierno municipal de Córdoba, que había asumido cuarenta días antes del temporal -en situación financiera de emergencia extrema como es de público conocimiento- debió destinar fondos de otras partidas para paliar las consecuencias del meteoro.

- Se sirva informar a esta Cámara si el Ministerio del Interior tiene prevista alguna fecha para concretar la ayuda comprometida, vital para la subsistencia de la ciudad, su funcionamiento y administración, teniendo en cuenta además que la gestión actual heredó un enorme déficit fiscal y un colapso financiero y de los servicios públicos que la comuna debe afrontar.

Señor presidente:

El lunes 30 de enero del corriente año, a las 15:20 hs, se desató sobre la ciudad de Córdoba un temporal de lluvia y viento de tal envergadura que pocos cordobeses recuerdan algún parangón.

Esa tarde, y durante casi tres horas, golpearon sobre la ciudad ráfagas que superaron los 120 kilómetros y un caudal de precipitaciones de 61,5 milímetros, de acuerdo con el Servicio Meteorológico de Córdoba.

Los resultados fueron desastrosos y conmocionan tes para una ciudad no preparada para eventos climáticos de semejante intensidad. Dos personas murieron, centenares sufrieron heridas y traumatismos de distinta gravedad y más de 600 fueron evacuados de sus hogares y trasladados a centros de gestión descentralizados de la Municipalidad de Córdoba.

La saña del viento constituyó el factor demoledor. Más de 300 árboles fueron derribados por la violencia de las ráfagas, ocasionando la mayor parte de los accidentes tanto en la vía pública como en el interior de los hogares, principalmente aquellos localizados en la humilde y populosa barriada conocida como Villa Libertador, unos ocho kilómetros al suroeste del centro de la capital.

Toda la ciudad, aunque particularmente la zona sur, vivió horas de zozobra e impotencia. Poco es lo que pudieron hacer la Municipalidad, Defensa Civil y las cuadrillas de la Empresa Provincial de Energía (EPEC). Poco es lo que pudo hacer la asistencia de los gobiernos provincial y nacional. Demasiado escasos fueron los recursos de infraestructura y logísticos para afrontar, con mediana eficacia, una contingencia que había superado la capacidad de respuesta y desmadrado toda previsión. El 70 por ciento de la capital se había visto afectada por caídas de árboles; 180 de los 300 distribuidores de la EPEC habían salido de servicio; calles anegadas, vehículos arrastrados por la correntada del río Suquia y un servicio de transporte público colapsado, con sitios estratégicos, como la nueva Terminal de Ómnibus o el Hospital de Niños, inundados.

Lamentablemente -y como había declarado días antes del fatídico temporal el intendente de la ciudad, Ramón Javier Mestre, con apenas pocas horas de gestión-, la ciudad de Córdoba "no está en condiciones de afrontar ninguna emergencia". El vaticinio se hizo realidad.

La situación financiera y operativa de la Municipalidad de Córdoba se encontraba, al momento de asumir el nuevo intendente, en una situación calamitosa. Durante la misma semana del temporal, la nueva gestión había hecho ingentes esfuerzos a fin de reunir el dinero necesario para cubrir los sueldos del personal y las finanzas básicas de la administración. Años de desmanejo y malas decisiones de gobierno habían llevado al otrora solvente municipio a una situación de completa vulnerabilidad y falta de autonomía para actuar ante una crisis.

En tal contexto, el aporte comprometido al intendente Mestre por el estado nacional de 5 millones de pesos, en concepto de A.T.N, fue recibido como una respuesta adecuada de la Nación ante la dramática coyuntura y como un medio de mitigar la escasez frente a la emergencia. Lástima que el compromiso, hasta el momento, no se ha cumplido.

Y el presente proyecto, señor Presidente, apunta a indagar sobre los motivos de este incumplimiento y el por qué de un compromiso trunco del gobierno nacional con las autoridades municipales y los más de 1,3 millones de vecinos de la ciudad de Córdoba.

Nos parece justo recordar este compromiso, máxime teniendo en cuenta que el gobierno destinó durante el último verano importantes sumas a la realización de festivales y recitales a lo largo y ancho del país que, sin desmerecer sus folklóricas contribuciones, no resisten comparación cuando del otro lado se trata de rehacer infraestructura urbana arrasada y paliar la situación de cientos de vecinos víctimas del siniestro.

Cabe consignar que en estos poco más de cuatro meses transcurridos la Municipalidad de Córdoba lleva invertidos más de 7 millones de pesos en obras de reconstrucción y recuperación de espacios públicos, contribuyendo a la reparación de viviendas de vecinos que, a fines del mes de febrero, todavía dormían a la intemperie. Muchos actores y voluntarios han intervenido en esta tarea y colaborado con la Municipalidad, incluyendo empresas y ONGs.

Ante eventos de esta envergadura, la ciudadanía espera que gobiernos, instituciones y asociaciones vecinales trabajen mancomunadamente para hacer frente de un modo eficaz y solidario a la contingencia. Y espera, ante todo, que los mandatarios comiencen por cumplir la palabra y no desvirtuar demagógicamente compromisos que demandan suma responsabilidad.