PROYECTO DE TP
Expediente 3682-D-2006
Sumario: SOLICITAR AL PODER EJECUTIVO EL RELEVAMIENTO E INFORMES SOBRE EMPRENDIMIENTOS ALTERNATIVOS EN LOS INGENIOS DE LA PROVINCIA DE TUCUMAN CERRADOS DURANTE LA DICTADURA MILITAR DEL GENERAL ONGANIA.
Fecha: 03/07/2006
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 83
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
1º).- Comunicar al Poder Ejecutivo, para que por intermedio del Ministerio de Economía y Producción, Secretaría de Industria Comercio y PyME y Subsecretaría PyMEyDR, procedan a efectuar los relevamientos e informes necesarios en localidades del interior de la provincia de Tucumán, afectadas por el cierre de ingenios ocurridas durante la dictadura militar del Gral. Onganía, sobre emprendimientos desarrollados o bien que pudieran desarrollarse en dichos lugares.
2º).- Se proceda a efectuar un censo que tenga por finalidad, conocer el número de personas que por iniciativa propia o estatal, estuvieren en condiciones de acceder a planes y/o proyectos destinados a pequeños y medianos empresarios, tengan o no tramitaciones realizadas en organismos que regulen y controlen a las PyME.
3º).- Cumplidos que fueren los recaudos señalados en los puntos precedentes, se informen los resultados obtenidos y la asistencia que pudiera el Estado Nacional, sea en forma directa o a través de organismos, provinciales, municipales, comunales, o de organizaciones no gubernamentales, prestar a los censados, a través de líneas de crédito destinadas a tales fines.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
Durante la dictadura militar del Gral. Onganía, ocurrida luego del derrocamiento del Presidente Arturo Illia, se sucedieron hechos que, desde lo institucional, social y económico perjudicaron ostensiblemente el crecimiento del país.
Especial y particular mención, merecen las decisiones desde la cartera de economía, tomadas durante el gobierno de facto del año 1.966, atento que, mediante una determinación bien orquestada y debidamente planificada por el titular de dicho Ministerio, se favoreció a una corporación privada de unos pocos, en desmedro de la forma de vida de muchos y que en definitiva afectó a la provincia de Tucumán, la que por entonces había conseguido un crecimiento sostenido a través de la comercialización del azúcar, recibiendo un inesperado premio: el cierre de numerosos ingenios.
El ministerio de Economía, entonces a cargo de Nestor Jorge Salimei, fiel exponente del libreempresismo imperante en la época, obró como el detonante de la caída de la industria azucarera tucumana. Este personaje, integrante y socio del grupo "SaSeTru" Creado en 1949 por Salimei, Juan Angel Seitun y Jorge Trucco Aguinaga, fabricaba y exportaba por esos años, el 20 por ciento del aceite de lino del país y poseía numerosos molinos harineros, empresas viales, compañías de seguros, el Banco de Boulogne y otras más. Con el favor del poder militar, Sasetru dio su gran salto y en los años '70 llegó a controlar el 5 por ciento de todas las exportaciones argentinas de alimentos, así como el 23 por ciento de las ventas externas de cereales.
Obviamente, los intereses del grupo a que representaba este funcionario - empresario, no contemplaba a la fabricación y producción del azúcar dentro de sus pensamientos, sino que, por el contrario, le significaba una molesta competencia a la que debía hacerse cesar, disminuyendo el auge de un producto de vital importancia que le ayudaría a fortalecer los objetivos de su grupo empresarial, sobre todo, teniendo en cuenta que la actividad azucarera era la que tenía mayor concentración de capitales que la distinguía de entre los numerosos frigoríficos o talleres de calzado de aquella época. Así las cosas y con la venia del Ejecutivo Nacional a cargo de Onganía, se procedió al cierre de DIESISEIS de los más de TREINTA, ingenios que producían azúcar, en la provincia de Tucumán (para citar algunos Ingenios: "San José", "Los Ralos", "Santa Lucía", "Mercedes", "San Ramón", "Nueva Baviera", "Santa Ana", "Amalia", entre otros).
La importancia adquirida por esta industria, le valió la categorización de ser una de las principales industrias pesadas del país, durante la última década del siglo XIX, con una proyección que se sostuvo hasta entrado el siglo XX, generando mano de obra para una importante porción de los pueblos del interior de la provincia de Tucumán, que tenían a los Ingenios como hito principal de los poblados que se fueron erigiendo a la vera de estas portentosas industrias.
El cierre de los ingenios en Tucumán, provocó la vergonzosa desocupación de millares de empleados pertenecientes a estas factorías, arrastrando consigo cada despido al núcleo familiar, que por ese entonces superaron el número de 200.000 familias que dependían del trabajo en las compañías azucareras y que literalmente quedaron a la intemperie. Es curioso aún hoy, ver que los efectos de las decisiones adoptadas se mantienen en los pueblos, que además debieron soportar una abrupta modificación demográfica, por cuanto las erróneas determinaciones adoptadas para favorecer los intereses sectoriales de un grupo, fueron el artífice provocador de un masivo éxodo de pobladores afectados por la falta de trabajo, que debieron emigrar a otras provincias y que en su gran mayoría, se radicaron en Buenos Aires y Rosario. Era común ver como El tren "El Tucumano", perteneciente a la Línea Mitre de Ferrocarriles Argentinos, llegaba siempre cargado de personas que arribaban a estos lugares, en busca de un nuevo lugar para trabajar y gozar de mejores condiciones de vida.
Muchos de aquellos que emigraron, volvieron con la angustia del fracaso y la impotencia; los que se quedaron debieron agudizar su ingenio y buscar alternativas de trabajo, para poder arrimar el sustento diario de sus familias. Sin embargo, la herida que provocaron en sus comunidades nunca cicatrizó y algunos pueblos quedaron sumidos en el letargo de los recuerdos de épocas vividas de bonanza, mirando de reojo las abandonadas estructuras, donde alguna vez se erigieron portentosos gigantes, con chimeneas humeantes que reflejaban la vida misma, hoy mudos testigos de la desolación.
Entre estos pueblos, quiero destacar al pueblo de Santa Ana, ubicado al Sudoeste de la capital tucumana, a donde se erigió el Ingenio y Refinería de azúcar del mismo nombre, que llegó a ser el segundo en importancia en América del Sur y el más poderoso de Argentina; alcanzando, en el fragor de mediados del Siglo XX, a contar con una población de más de 8.000 habitantes, que hoy luego de las debacles producidas, no alcanza a superar los más de 5.000, en su gran mayoría por debajo de los índices de pobreza.
El ingenio Santa Ana, de propiedad de la familia formada por el francés Clodomiro Hileret, fue una construcción arquitectónica notable y su chimenea era tan alta -cuentan los memoriosos- como la torre de pisa. Una cosa a destacar, fue el aprovisionamiento del agua, constituyendo una perfecta obra de ingeniería, con diques construidos en plena montaña que abastecían del líquido elemento al ingenio y toda aquella población industrial que, en alguna época posterior a la década del 50 llegaron a 5.000. Es decir, casi el mismo número de habitantes con los que cuenta a la fecha.
La historia del ingenio, de su pueblo y su gente, no es traído a colación de manera azarosa, por cuanto, al ser oriunda de la localidad de "La Cocha", lasos de vecindad y obligación de referente de estos olvidados habitantes, me impulsan moralmente a devolverles una condición de vida que les fuera arrebatada por las irresponsables conductas de funcionarios de turno, que pensando en su propio bolsillo no tuvieron miramientos en dejar abandonados a un gran número de seres humanos a su propia suerte.
Las conclusiones a las que se pueden arribar, en lo cuantitativo, evidencian resultados negativos, el cierre de estas fábricas significaron cuantiosas pérdidas a las arcas de la provincia y de la nación, los empleados cesanteados y sus familias, solo sirvieron en las estadísticas para engrosar las largas listas de desempleados y de familias signadas por la pobreza y el flagelo del hambre.
Sin embargo, no es objeto del presente, revolver en la miseria consumada para demostrar los equívocos incurridos por agoreros que manejaron los destinos de una atribulada Argentina, por el contrario, la propuesta es de crear, de hacer nacer en cada víctima de un sistema perverso, como fueron los impuestos por los gobiernos de facto, la posibilidad de su reinserción en el presente y mostrarles un futuro más venturoso, organizarlos como grupos de trabajo y acercarles los medios y las herramientas necesarias que hoy se pueden brindar, debemos poner nuestros ojos en estas personas como verdaderos motores de las economías regionales, para ello contamos con un abanico de posibilidades destinados a pequeños y medianos empresarios o productores.
La explotación agropecuaria en la provincia, posibilita a numerosas familias, habitantes de las regiones en donde ejercieron marcada influencia los desaparecidos ingenios azucareros, la elaboración de productos regionales, la labranza de pequeños latifundios y otros tantos emprendimientos, generados por el propio esfuerzo sin aplicación de tecnicismo alguno que, de poseerlos, seguramente potenciaría su desarrollo. Para ello requieren indefectiblemente de una asistencia económica que el estado actual puede atender, atento que estas personas tienen la idea de no depender del facilismo de la dádiva, sino de la honra que significa el fruto del trabajo.
En los tiempos que corren, este gobierno se ha preocupado por la atención de los más necesitados, acercándoles propuestas serias y ciertas en lo que a calidad de vida se refiere. Encaramada en estas políticas de asistencia, procuro utilizar los mecanismos legislados sobre los numerosos proyectos reservados a quienes se encuentran en condiciones de asumir objetivos empresarios, con el solo fin de ver resurgir grupos humanos insertos en el interior de mi querida Tucumán, por quienes tengo la obligación desde esta banca, de procurarles un futuro cierto y seguro, que les devuelva la condición de vida que les fuera arrancada sin explicación alguna.
Para poder cumplir este anhelo, necesito del estudio, del análisis y de toda información que al respecto, puedan brindarles los profesionales, técnicos y asesores que han sido dispuestos en organismos específicos, destinados a pequeños y medianos empresarios, de ésta manera y concluidos que fueren los mismos, seguramente resultará para los destinatarios, la apertura de nuevos horizontes que les posibilitará en el mediano plazo, satisfacer necesidades personales que también repercutirán en el conjunto de pobladores y con ello los pueblos fantasmas, volverán a materializarse de la misma manera en que alguna vez lo fueron al son de las humeantes chimeneas de aquellos desvencijados ingenios, cerrados por la voluntad del tirano.
En mérito a estas expresiones, solicito de mis pares, la aprobación del presente proyecto, consecuencia de una idea de habitar un país distinto con igualdad de posibilidades.
Firmante | Distrito | Bloque |
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DIAZ, SUSANA ELADIA | TUCUMAN | FRENTE PARA LA VICTORIA - PJ |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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INDUSTRIA (Primera Competencia) |