La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar profundo pesar por el fallecimiento del reconocido Director y Actor Sergio Renán, a los 82 años, ocurrido el 13 de junio del corriente año, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.-

Señor presidente:

El actor Sergio Renán falleció a los 82 años de edad, según se informó en la mañana de este sábado 13 de junio. Renán, cuyo verdadero nombre era Samuel Kohan, realizó trabajos memorables entre las que se destacó la dirección de "La tregua", que fue la primera película argentina nominada para el Oscar a Mejor Película en Lengua extranjera.

Durante décadas, fue toda una figura como actor, director de cine, teatro y televisión, y también como régisseur de ópera y funcionario cultural. Entre los hitos de su obra compleja y contradictoria destacaron básicamente dos: la candidatura al Oscar de Hollywood por La tregua (1974), la primera del cine nacional, y la controvertida realización del documental La fiesta de todos (1979), sobre el Mundial '78, filmado en plena dictadura militar, un estigma del cual nunca se pudo desprender. Entre ambos extremos, Renán fue autor de una obra amplia, como lo pudo ser la de un hombre que abarcó diversas disciplinas artísticas y que durante buena parte de su vida le tocó trabajar, como tantos, bajo dictaduras militares y democracias fugaces, tuteladas o precarias.

Nacido el 30 de enero de 1933 como Samuel Kohan, hijo de gauchos judíos llegados a Entre Ríos, ya de chico era un lector voraz y fue adquiriendo una vastísima cultura. Pese a la opinión de su maestra, empezó a frecuentar los escenarios y a comienzos de los años '60 hizo sus primeros protagónicos como actor de cine, notoriamente en El perseguidor (1962), de Osías Wilenski, sobre el cuento de Julio Cortázar inspirado en Charlie Parker, y La cifra impar (1962) y Circe (1964), de Manuel Antín, los tres títulos clave del nuevo cine argentino de aquel momento. En 1970, en teatro, Las criadas, de Jean Genet, a las que siguieron, entre muchas otras, Casa de muñecas, de Ibsen, Sabor a miel, de Shelagh Delaney, Ha llegado un inspector, de Priestley, Variaciones enigmáticas, de Eric-Emmanuel Schmitt, La profesión de la señora Warren, de Shaw, y Un enemigo del pueblo, de Ibsen. En su doble condición de actor y director, pueden mencionarse sus creaciones de La vuelta al hogar, de Harold Pinter, Hijos del silencio, de Mark Medoff, y su versión del Drácula de Bram Stoker. En 2013, Incendios, que revisaba la guerra civil en el Líbano a partir de la vida del escritor Wajdi Mouawad, fue su última puesta teatral. Trabajo para Leopoldo Torre Nilsson, quien en

1973 le confió el famoso rufián melancólico de su versión de Los siete locos de Arlt, un personaje con el que siempre quedaría asociado.

En 1974, Renán debutó como director de cine con La tregua, basada en la novela de Mario Benedetti, que él mismo adaptó junto a Aída Bortnik, y para la cual convocó a un elenco integrado por grandes figuras de la época: La película tuvo más de dos millones de espectadores, fue candidata al Oscar al mejor film extranjero y perdió contra Amarcord, de Federico Fellini, lo que no puede considerarse un deshonor, al volver sin embargo, Renán se enteró de que estaba amenazado de muerte por la tristemente célebre Triple A, pero igualmente decidió quedarse en el país. Es más, su siguiente película fue Crecer de golpe, filmada en 1976 y estrenada en 1977, en plena dictadura militar, lo que resulta paradójico, considerando que se trataba de una adaptación de la novela Alrededor de una jaula, de Haroldo Conti, el gran escritor argentino secuestrado y desaparecido en Buenos Aires el 5 de mayo de 1976. Su siguiente película no tardó en llegar y fue el documental La fiesta de todos (1979), donde se veía a Videla y compañía celebrar los goles de Kempes en el Mundial '78. En 1980 dirigió y protagonizó Sentimental, sobre la novela Los desangelados, de Geno Díaz, ya en democracia, estrenó otra adaptación de Benedetti, Gracias por el fuego (1984) y Tacos altos (1985), sobre cuentos de Bernardo Kordon, en 1997 hizo adaptación de El sueño de los héroes, basado en la novela de Adolfo Bioy Casares. De ese mismo año es Pizza, birra, faso, la película que dio certificado de nacimiento oficial al llamado Nuevo Cine Argentino, y la obra de Renán en ese campo quedó descolocada y anacrónica. No ayudaron tampoco sus dos últimos largometrajes, La soledad era esto (2001) y Tres de corazones (2007).

. En televisión, es recordada su labor como director del ciclo Las grandes novelas, que se vio por Canal 7, teatralizando a grandes autores de la literatura universal como Chéjov, Balzac, Dostoievski, Dickens, Flaubert, Tolstoi, Zola, Stendhal y Wilde. Durante el último Bafici, en abril pasado, y aunque su estado de salud era delicado, Renán participó del lanzamiento de la versión restaurada de La tregua a cuarenta años de su estreno, por iniciativa de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina. "Nunca imaginé que algo así podía suceder alguna vez", confesó sobre la restauración y el homenaje. Entre 1989 y 1996 y luego, brevemente, en 2000, fue el Director del Teatro Colón. Sus temporadas tuvieron siempre la virtud de ser equilibradas, de mostrar estilos diversos, tanto en la elección de los títulos como de los puestistas. Estaban allí las óperas que no podían faltar y elencos inolvidables como el de Simon Boccanegra de Giuseppe Verdi, en 1995 con Karita Mattila, José Van Dam y Ferruccio Furlanetto, o la Elektra de Richard Strauss, en ese mismo año, con Ildegard Behrens, Leonie Rysanek y Deborah Voigt. Estaba una nueva generación de cantantes y directores de escena, que surgió en ese período, protagonizando producciones notables, tanto en el CEOB ( Centro de Experimentación en Ópera y Ballet del Teatro Colón) como en el

escenario principal: Graciela Oddone, Cecilia Díaz, Víctor Torres, Marcelo Lombardero. Y estaba lo que se alejaba de cualquier obviedad. Aquello que revelaba la mirada atenta e inquieta del programador: La vida con un idiota de Alfred Schnittke, la Metrópolis de Fritz Lang con la música en vivo de Martín Matalón, La coronación de Poppea, de Monteverdi, con dirección de René Jacobs y puesta en escena de Gilbert Defló, la Europera V de John Cage con régie de Vivi Tellas. Y, por supuesto, aquella Ciudad Ausente de Gandini-Piglia, con la inolvidable escenografía de Basaldúa y protagonizada por Graciela Oddone, Omar Carrión, Víctor Torres y Virginia Correa Dupuy, en el campo de la ópera, su trabajo más ambicioso fue la puesta de Lady Macbeth del Distrito de Msensk, de Dmitri Shostakovich, con dirección musical de Mstislav Rostropovich. Presentada en el Real de Madrid y en el San Carlo de Nápoles, además del Teatro Colón, el dispositivo escénico estaba concebido para que Rostropovich estuviera de frente al público y no de espaldas. También se desempeñó como director del Fondo Nacional de las Artes de la República Argentina.

El 8 de mayo pasado subió a escena, en ese teatro, su régie de El elixir de amor, de Gaetano Donizetti. En el final, mientras el público aplaudía de pie, Renán y su equipo no salieron a saludar, acababa de ser internado y sus colaboradores decidieron acompañar su forzada ausencia. Poco antes había dirigido en teatro Incendios, de Wajdi Mowawad, en una adaptación propia. Pensaba filmar otra película. Pensaba dirigir en el Colón, el año próximo, Don Giova- nni, de Mozart. Leía a todo escritor y escritora argentinos que fueran publicados. Comentaba agudamente toda obra de arte, y toda estética, que pudiera ser discutida. Generó proyectos y trabajos concretos, caminó por el escenario, dio indicaciones a los actores y cantantes, se enojó y festejó y sufrió y disfrutó allí, en ese lugar que sentía suyo, hasta el final.

Entre los reconocimientos y premios otorgados a Sergio Renán, en su trayectoria artística podemos citar: Primera nominación de una película argentina al Óscar, con La tregua (1974). Diploma de Honor en los Premios Konex, como director de cine (1981). Orden de Rio Branco: conferida por el Gobierno de la República Federativa de Brasil. Título de Benemérito del Arte y la Cultura: conferido por el Gobierno de la República de Italia. Ciudadano ilustre de la Ciudad de Buenos Aires (2011).Huésped Ilustre de la Ciudad de Montevideo (2014)

En su entrega como artista podemos afirmar que Sergio Renán fue una figura notable de la cultura de nuestro País. Por ello este sencillo homenaje Institucional ante su fallecimiento.-

Por lo expuesto solicito a mis pares me acompañen en la aprobación de este proyecto.-