PROYECTO DE TP
Expediente 3633-D-2008
Sumario: RENDIR HOMENAJE AL EX PRESIDENTE DE LA NACION ARGENTINA, HIPOLITO YRIGOYEN, CON MOTIVO DE CONMEMORARSE EL 75 ANIVERSARIO DE SU FALLECIMIENTO EL 3 DE JULIO DE 2008.
Fecha: 03/07/2008
Publicado en: Trámite Parlamentario N° 79
La Cámara de Diputados de la Nación
RESUELVE:
Rendir homenaje al ex Presidente de
la Nación Argentina Hipólito Yrigoyen, así como a su obra, legado y pensamiento,
con motivo de conmemorarse el 75º aniversario de su fallecimiento, el día 3 de
julio de 2008.
FUNDAMENTOS
Señor presidente:
En 1852 en un humilde hogar de
Balvanera en la Ciudad de Buenos Aires, el 13 de julio, nacía Juan Hipólito del
Sagrado Corazón de Jesús Yrigoyen Alem.
Más conocido como Hipólito Yrigoyen,
será aquel hombre que años más tarde formará parte del Partido Radical, una de
las fuerzas políticas nacionales más importantes del país y uno de los primeros
movimientos populares latinoamericano. Yrigoyen se convertirá en Presidente de
todos los argentinos entre los períodos de 1916-1922 y 1928-1930.
Criado en su barrio natal, fue formado
por los Padres Bayoneses en el Colegio San José y finalizó sus estudios
secundarios en el Colegio de la América del Sud. Cursó la carrera de abogacía en la
Facultad de Derecho de Buenos Aires, sin presentar su tesis doctoral y sin ejercer
la profesión.
El comienzo de su vida pública estuvo
estrechamente ligada a la figura de su tío Leandro N. Alem. En 1872, por medio de
las influencias de éste, Yrigoyen es designado comisario de Policía. Sus pasos por
la diputación provincial en 1878 y nacional en 1880 no constituyeron para su gran
vocación, lugares de gran relevancia para su actuación política.
Tanto Alem como Yrigoyen, formaron
su militancia en las filas del Partido Autonomista de Adolfo Alsina. El espíritu
alsinista les imprimirá el valor y la importancia de la voluntad popular. Sin
embargo, en 1877 Alsina se alía a su antiguo opositor Mitre para afrontar las
luchas electorales por la gobernación de Buenos Aires, y serán las diferencias con
el líder autonomista las que llevarán a Alem e Yrigoyen a separase de sus orígenes
partidarios y a definir una postura intransigente frente a los acuerdos oportunistas,
postura que ambos líderes mantendrán vigente durante el resto de sus vidas.
Con el advenimiento de Roca a la
presidencia de la Nación en 1880, Yrigoyen decide retirarse voluntariamente de la
política activa para dedicarse al estudio, la docencia y la actividad privada.
Fue durante esta etapa de su vida,
más específicamente como profesor de Filosofía en la Escuela Normal de Maestros,
cuando descubre la filosofía krausista española. Este simple descubrimiento será
muy importante, ya que definirá el ideario del líder y fundamentos ideológicos del
partido radical.
Bajo el lema de Orden y Progreso, el
nuevo gobierno impuso una política autoritaria, centralista y oligárquica. El proceso
político, como describe Natalio Botana en su libro "El Orden Conservador", estuvo
dominado casi exclusivamente por el PAN a través de sus líneas internas
roquismo/juarismo, siendo la figura principal Julio A. Roca, operando un sistema
de hegemonía gubernamental y control de sucesión.
La famosa "generación del 80"
fusionó el poder económico con el político creando un mecanismo de control
intraoligárquico, donde la transferencia de poder se reducía a una minoría de
elites.
La restricción y la exclusión política,
sumado a la profunda crisis económica que atravesaba nuestro país a fines de los
90, fueron motivos para que la oposición se uniera en vistas a la impugnación del
orden y la legitimidad preexistente.
El 1º de septiembre de 1889, un
grupo de jóvenes enrolados en la Unión Cívica de la Juventud, realizó el primer
mitin antagónico al gobierno en el Frontón de Buenos Aires. Su objetivo,
reestablecer las prácticas constitucionales del país. Sumándose a ellos las
principales facciones opositoras, queda constituida la Unión Cívica.
Alem, uno de los líderes del
movimiento, advirtió que la única alternativa para poner fin a la corrupción de la
administración y los vicios del Régimen, era la lucha armada. Bajo este concepto,
el 26 de julio de 1890, estalló la Revolución del Parque.
La célebre frase del Senador Pizarro
"La revolución está vencida pero el gobierno está muerto" da cuenta del resultado
de los hechos.
Lo cierto es que el fracaso de la
revolución en términos militares, las diferencias de criterios entre sus jefes y la
traición del Gral. Campos, no lograron doblegar el espíritu de los revolucionarios.
La caída de Juárez Celman dejará en evidencia la debilidad e impopularidad del
gobierno nacional, pero no de las estructuras del régimen que se mantendrán
firmes.
Para Yrigoyen, al igual que para su
tío, la lucha contra el régimen significaba una cuestión de ética y de principios. La
defensa de los derechos del pueblo y la restauración moral de la administración no
admitían la transacción de los ideales por posiciones personales. A los acuerdos
oportunistas se los confrontaba con la intransigencia. De allí, el nacimiento de la
Unión Cívica Radical (UCR), en 1891, cuando decide separase definitivamente de
los mitritas, repudiando el acuerdo entre Mitre y Roca para las elecciones
presidenciales del año siguiente.
A pesar del fallido intento de 1890, la
UCR no abandonó el camino de la lucha armada en reivindicación de los derechos
del ciudadano.
El mismo Yrigoyen admitió que
mientras las causas por las que el radicalismo llevo adelante su accionar sigan
subsistiendo, el partido tiene el deber de continuar con la lucha, bajo los mismo
principios e igual carácter y tendencia.
El precepto rebelde de levantarse
nuevamente en armas se efectivizó a finales de 1893, cuando los radicales
produjeron el estallido revolucionario en tres provincias a punto de ser
intervenidas: San Luis, San Juan y Buenos Aires. Luego, en 1905, tendrá lugar el
levantamiento, esta vez de carácter nacional, para poder dar definitivamente por
tierra con el régimen roquista y recuperar las instituciones y la soberanía popular.
Luego de los fallidos intentos
revolucionarios, la abstención electoral y la intransigencia en los principios
constituirán la base de lucha cívica del Partido Radical.
La figura de Hipólito Yrigoyen
comenzó a tener mayor relevancia en los albores del Comité de la Provincia de
Buenos Aires, su estructura y organización estará marcada por la impronta y
personalidad del caudillo.
Aun cuando se consideró que la UCR
se desvanecía de la arena política a principios de siglo, la perseverancia del
caudillo logró con la reorganización definitiva del partido.
Con la renovación de la Presidencia
de la República en 1910, Roque Sáenz Peña inicia un proceso de profunda
transformación que tuvo sus orígenes en la revolución del '90, garantizando la
reforma del sistema electoral. Yrigoyen prometió que "La UCR está dispuesta
siempre a caracterizar con su intervención y sancionar con su voto en definitiva, la
reorganización de los elementos constitutivos del derecho electoral, en cuanto ella
sea plena y realmente hecha en su concepto legal y su aplicación verdaderamente
garantizada."
La denominada "Ley Sáenz Peña"
sancionada en 1912, consagrará los idearios radicales, instaurando un sistema que
garantiza los derechos del ciudadano mediante el voto secreto, universal y
obligatorio.
Más de 20 años de lucha fueron
necesarios para la reparación nacional. La llegada en 1916, del radicalismo al
gobierno por elección popular, con Hipólito Yrigoyen en la Presidencia, marcó el fin
del sistema hegemónico de poder ejercido por la minoría oligárquica que se
consolidó a partir del modelo económico impuesto a fines del siglo XIX y
comienzos del XX.
Este proceso, como señala el escrito
David Rock, trajo consigo la democratización de la base política y social del país,
objetivos primordiales del Partido Radical.
Sin embargo, las conquistas logradas
en materia de derechos democráticos durante su primera presidencia, se vieron
debilitadas por las dificultosas relaciones con los grupos conservadores de la elite
con bastión sólido en el Senado y la fuerte oposición en el interior de las
provincias, que hicieron de la intervención federal una herramienta de gestión.
Si bien el énfasis principal del
gobierno, continúa el autor, fue la integración política y armonía de clases con
mayor participación, también se produjeron cambios en las pautas de distribución
del ingreso y se planteó una nueva relación entre el Estado y los sectores urbanos
de clase media.
Con la labor en los barrios a través de
los comités locales, el radicalismo logró consolidarse en la defensa de los intereses
populares. Entre las conquistas sociales, fue sancionada la reglamentación del
trabajo a domicilio, la jubilación de obreros y empleados ferroviarios, la fijación de
un nuevo salario mínimo para los trabajadores también ferroviarios y estatales,
entre otros.
Fue durante el gobierno de Yrigoyen
donde los ideales democráticos también encontraron su consagración en la
educación. La Reforma Universitaria de 1918, marcó uno de los cambios más
profundos a nivel cultural en Argentina y el resto de los países latinoamericanos.
La política exterior de neutralidad de
Yrigoyen durante la Primera Guerra Mundial y la firmeza con que la delegación
argentina defendió los derechos e igualdad de los pueblos en formación de La
Liga de las Naciones, se transformaron por mucho tiempo en la base de la política
exterior de nuestro país.
Hombre de pensamiento, la doctrina
yrigoyeniana pugnará por la autodeterminación de los pueblos frente a las
intervenciones imperialistas, fomentado una política interamericana basada en las
relaciones de amistad y la fraternidad entre los hermanos latinos.
La creación de la Dirección General de
Yacimientos Petrolíferos Fiscales a fines de su primer mandato, supo darle a
nuestro país una política de estado basado en la defensa y resguardo del
patrimonio y recursos nacionales.
Hombre de época, su vida y lucha
estuvieron destinados a permanecer aún después de su muerte. Con gran
impronta personalita y fama misteriosa, supo darle a la política un sentido ético y
trascendental y al radicalismo un liderazgo popular.
El derrocamiento de su gobierno por
el golpe militar del 6 de septiembre, marcará el fin de la soberanía popular y el
inicio de un periodo de la historia de nuestro país, en que la vida de todos los
argentinos se verá signada por la fuerza y la violencia en manos del poder
militar.
Injustamente encarcelado en la Isla
Martín García, Yrigoyen regresó a Buenos Aires para vivir sus últimos días en casa
de una hermana. Murió el 3 de julio de 1933
Hoy, a 75 años del fallecimiento de
Hipólito Yrigoyen, rendimos homenaje a un gran hombre que entregó su vida, obra
y pensamiento, a la consagración de una sociedad más democrática y la realización
más plena, justa y libre de la condición humana y una nación entera.
Por las razones expuestas, solicito a
mis pares que me acompañen en el presente Proyecto de resolución.
Firmante | Distrito | Bloque |
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PERALTA, FABIAN FRANCISCO | SANTA FE | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
ALCUAZ, HORACIO ALBERTO | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
FERRO, FRANCISCO JOSE | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
LINARES, MARIA VIRGINIA | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
MORAN, JUAN CARLOS | BUENOS AIRES | COALICION CIVICA - ARI - GEN - UPT |
Giro a comisiones en Diputados
Comisión |
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LABOR PARLAMENTARIA (Primera Competencia) |