La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Rendir homenaje al ilustre sanjuanino Fray Justo Santamaría de Oro, diputado por la Provincia de San Juan en el Congreso de Tucumán que proclamó la Independencia de las Provincias Unidas de América del Sur el 9 de Julio de 1816, al cumplirse el 192º aniversario del magno acontecimiento.

Señor presidente:

Fray Justo Santa María de Oro nació en San Juan de Cuyo en 1772, cuatro años antes de que se estableciera el Virreinato del Río de La Plata en 1776.

Su profunda fe no le impidió conocer el destierro y la cárcel como destino por sus ideas emancipadoras. En contacto con hombres que se movían al influjo de pensamientos revolucionarios, tanto en San Juan como en Chile, Fray Justo Santamaría de Oro se incorporó rápidamente a la legión de defensores de la libertad americana y, lejos de otros clérigos que mantuvieron su lealtad hacia la corona, luchó por ella tanto en un campo de batalla como en el púlpito.

Elegido congresal por San Juan en 1816, enemistado con los gobiernos de turno, el fraile fue desterrado de la provincia y a su vuelta, recibió como premio a su autoridad moral el cargo de primer obispo de San Juan de Cuyo, otorgado por el Papa León XII. Quienes lo conocieron afirmaban que este hombre: "supo hacer todo, para todos, con el fin de ganar a todos".

En el congreso de Tucumán, fracasa la tesis de la monarquía por obra de Fray Justo Santa María de Oro, quien se opone al proyecto monárquico a favor de la forma republicana que vehementemente defiende "Solo el pueblo es quien confiere autoridad y mando" proclama. La emancipación, como sostenía San Agustín y lo seguía Oro, no era una herejía sino un sagrado deber de los pueblos. San Agustín condenaba al imperialismo y la guerra; reconocía el derecho de los pueblos a la paz y la igualdad.

Fray Justo Santamaría de Oro "el fraile republicano", muere el 19 de octubre de 1836. Su cuerpo se encuentra sepultado en la Catedral de San Juan. Domingo F. Sarmiento supo decir, refiriéndose a San Juan que " fue privilegio insigne de San Juan, provincia apartada, cuan estrechos sean sus limites y cuan contados sus habitantes, haberle tocado siempre, si no llevar la iniciativa en los grandes movimientos históricos, afirmarlos o precipitarlos, y ser el noble ejecutor de la voluntad popular en estado latente".

El 9 de julio de 1897 San Juan levanta el primer monumento en su memoria, instalado en la plaza principal de la Ciudad de San Juan, recordando para la historia el más sentido de sus dichos: "no hemos nacido para nosotros sino para la República".

Un gran sanjuanino, don Emilio Maurín Navarro, ha dicho de Fray Justo Santa María de Oro, que fue el patriota más santo y el santo más patriota.

Por lo expuesto, solicito a mis partes la aprobación del presente proyecto.