La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Dirigirse al Poder Ejecutivo Nacional para que, a través del Ministerio de Salud de la Nación, se sirva informar a la brevedad y por escrito sobre los siguientes puntos:

1) Cuáles fueron los alcances de la implementación y funcionamiento del Programa Federal de Chagas "Argentina Justa, Argentina sin Chagas".

2) Cuáles son los recursos económicos destinados a solventar el desarrollo del referido Programa. Explicite montos, discriminados anualmente.

3) Si se cuenta con un registro de datos y estadísticas del total de infectados con la enfermedad de Chagas-Mazza en nuestro país y su distribución en las diferentes provincias. De ser así remita copia de los mismos a esta Honorable Cámara.

4) Si se ha promovido el conocimiento y la divulgación masiva de las características de la enfermedad de Chagas-Mazza a través de campañas de difusión y educación dirigidas a la población en general. De ser así, detalle características generales de las campañas realizadas, así como evaluación y conclusiones del Ministerio de Salud en relación a las mismas.

5) Detalle provisión de insumos tales como insecticidas y reactivos, suministrados por parte del Gobierno Nacional a las Provincias para la serología de los infectados, indicando fecha de entrega, cantidad y jurisdicción afectada.

6) Resultados y conclusiones provisorias derivadas de la Guía de Control Vectorial 2008, prevista en el Programa Federal de Chagas y destinada específicamente a controlar y eliminar los insectos vectores de la enfermedad en las viviendas.

7) Mencione los motivos por los cuales la Guía a la cual se hace referencia en el punto anterior no se encuentra disponible en la actualidad en la página web del Ministerio de Salud de la Nación.

8) Cuáles son las actividades de desinsectación que se están realizando en las provincias, especificando metodología utilizada, periodicidad y lugar de los operativos.

9) Indique si las provincias son divididas en zonas para una mejor operatividad y control. De ser así, especifique cuál es el grado de infección de cada una de estas zonas, y si alguna de ellas se encuentra en la actualidad libre de la epidemia.

10) Cualquier otra información que sirva al presente.-

Señor presidente:

El Mal de Chagas-Mazza es una de las principales enfermedades parasitarias del mundo que afecta a toda América, es actualmente la endemia de principal importancia sanitaria en la Argentina. La dolencia no tratada a tiempo ataca a los órganos vitales del cuerpo infectado y provoca lesiones invalidantes y un lento deterioro que conduce a la muerte.

La enfermedad es producida por un parásito unicelular microscópico: el Trypanosoma Cruzi, más conocido como "vinchuca". Fiebre, dolores musculares, falta de apetito, somnolencia, irritabilidad y diarreas son algunos de los síntomas de esta enfermedad que puede tardar años en desaparecer. La enfermedad disminuye su intensidad después de la fase aguda y puede volverse crónica sin manifestar síntomas posteriores durante muchos años. Cuando los síntomas finalmente se hacen presentes, aparecen como cardiopatía -micro cardiopatía- y trastornos digestivos.

En la mayoría de los casos, el contagio se da por intermedio de la vinchuca. Otras fuentes de transmisión no tan frecuentes son: transfusiones de sangre contaminada, paso transplacentario -de madre a hijo- y transplantes de órganos infectados. No se contagia por contacto sexual ni a través de la saliva. La mayor parte de los afectados son niños por estar más expuestos a ser infectados por el referido insecto. La picadura es indolora, por lo que generalmente pasa desapercibida.

El proceso de contagio se da de la siguiente manera: la vinchuca tras realizar un sorpresivo ataque, defeca y a la vez elimina una gran cantidad de parásitos que penetran en el organismo a través de la piel lesionada. Una vez en la sangre, los trypanosomas continúan su crecimiento y al poco tiempo comienzan a reproducirse rápidamente.

La enfermedad de Chagas-Mazza constituye un problema de salud pública en gran parte de América Latina. Se detectaron más de cien especies distintas de este huésped intermediario. La transmisión del Chagas disminuyó en Sudamérica, pero persiste de forma significativa en nuestro país. Según informes realizados por investigadores argentinos, en las regiones del Noroeste argentino al menos un 7 u 8 por ciento de la población padecería esa enfermedad.

Según científicos especializados en el tema, las últimas estadísticas que se realizaron en Argentina sobre la dolencia datan de 1979. Es decir, no hay cifras oficiales sobre la enfermedad. Si en 1979 había 24 millones de habitantes en Argentina y 2.5 millones de ellos eran chagásicos, se calcula que actualmente, con una población de 38 millones, la cifra de enfermos en el país ronda los 3 millones.

En el mes de Octubre del año 2006 el Ministerio de Salud de la Nación puso en marcha el Programa Federal de Chagas, "Argentina Justa, Argentina sin Chagas", con la intención de abordar integralmente las causas y los efectos de la enfermedad de Chagas-Mazza.

El Programa Federal de Chagas fue creado por Resolución Ministerial Nº 1687/06, en el marco de la estrategia nacional planteada por el Plan Federal de Salud. Esta iniciativa fue planteada pretendiendo alcanzar la interrupción vectorial y transfuncional y el control de la transmisión vertical de la enfermedad en los próximos años. El Programa pretende desarrollar una estrategia integral basada en la prevención, promoción, comunicación y auto cuidado para la enfermedad de Chagas, que permita una rápida resolución del problema que esta patología representa en la Argentina, interrumpir la transmisión del Chagas y minimizar el impacto de sus consecuencias en las personas afectadas. Se plantean los procedimientos de fumigación, y también se plantea una campaña de educación a la comunidad para mejorar el hábitat de las viviendas que se consideren riesgosas.

En cuanto a los objetivos específicos del Programa podemos destacar:

- Reestablecer a nivel de las agendas gubernamentales provinciales y locales la problemática de Chagas;

- Desnaturalizar el problema en la comunidad y específicamente en los profesionales de la salud;

- Implementar una tecnología multidisciplinaria en el abordaje de la problemática de la enfermedad;

- Optimizar la coordinación político- técnica del Programa Nacional, refuncionalizando la actual estructura y fortaleciendo su capacidad de gestión;

- Fortalecer al equipo de trabajadores de la salud involucrados en la problemática de Chagas, en función de consolidar una red nacional;

- Reconvertir al recurso humano vinculado al control del vector en agentes de intervención de mayor profesionalidad e integralidad.

Algunos otros objetivos planteados que merecen la pena ser resaltados son: alcanzar el mejoramiento de las viviendas propuestas en diez provincias de alto y mediano riesgo, alcanzar en tres años el estudio serológico poblacional en el 100% de los niños de 1 a 14 años de dichas áreas afectadas, y brindar tratamiento médico especifico al 100% de los infectados detectados.

La Guía de control Vectorial 2008, forma parte del Plan Federal de Chagas. En este documento se describen los procedimientos a seguir y los distintos elementos a tener en cuenta para encarar el control de los vectores del Tripanosoma Cruzi. Esta guía pretende ser un aporte instrumental y normativo, para la verificación de la calidad de las intervenciones y procedimientos de control vectorial en las instancias de trabajo nacional, provincial y/o local y en el resto de las organizaciones de la comunidad que trabajen con la finalidad de alcanzar la interrupción de la transmisión vectorial del T. Cruzi en la Argentina.

El Control vectorial involucra una serie de actividades, pasos y herramientas cuyo correcto cumplimiento conduce a una efectiva eliminación de las poblaciones de triatominos que están en contacto directo con las personas de las regiones endémicas, o en su defecto, a la reducción de su abundancia, apuntando a la interrupción de la transmisión vectorial del Tripanosoma Cruzi.

Dentro de la Guía, el Plan plantea la realización del Relevamiento y Representación Cartográfica, que corresponde a la confección de mapas en los que se representan, sobre una superficie plana, departamentos, localidades, parajes, así como las unidades domiciliarias, sus vías de acceso y distancia aproximadas, accidentes naturales y artificiales, sus límites y orientaciones en el espacio. Se trabaja utilizando coordenadas geográficas registradas con sistemas de posicionamiento satelital manuales -denominados GPS- que permiten la obtención de datos precisos para la confección de los mapas. Plantea también un estudio sistemático, prolijo y completo de todas las viviendas de un área y sus peridomicilios. Esto se realiza mediante evaluaciones entomológicas pre-tratamiento para determinar los índices de infestación y la densidad poblacional de triatominos intra y extradomiciliarios, a efectos de identificar áreas problemáticas y decidir prioridades de tratamiento. Esta información permite establecer la "línea de base" para medir luego comparativamente la efectividad del tratamiento y decidir la metodología a utilizar.

Es importante destacar que los pasos a seguir para la realización del control vectorial que plantea la Guía a la cual hacemos referencia, no se encuentran disponibles actualmente en la página web del Ministerio de Salud de la Nación, por lo cual no es posible acceder a estos y tener conocimiento certero sobre la aplicación de la Guía de Control Vectorial en las provincias.

El Programa Federal de Chagas pretende asimismo garantizar la provisión de los insumos requeridos por los programas provinciales para efectuar intervenciones respecto de esta problemática de salud, cosa que en la práctica, y como nos han hecho saber desde varias provincias, no sucede, o sucede con importantes retrasos.

A pesar de los avances logrados en las últimas décadas con respecto a la enfermedad de Chagas, la misma sigue siendo la principal endemia en la Argentina, motivo por el cual el Ministerio de Salud de la Nación debe asignarle carácter prioritario como política sanitaria, planteando nuevas estrategias para su erradicación. Debe existir una mayor toma de conciencia por parte de las autoridades y un fuerte compromiso para combatir esta enfermedad.

Es necesario un compromiso no solo por parte del Estado Nacional sino también de los estados provinciales. Podemos decir que no existen políticas públicas orientadas al diagnóstico, tratamiento e investigación del mal, que se apliquen correctamente. Los laboratorios tampoco invierten en la enfermedad porque no es negocio: sus potenciales clientes son pobres y desde el Estado no hay aportes de ningún tipo. Así se oculta la pobreza, así la enfermedad se extiende. Hay que ser claros: el Gobierno Nacional es quien debe brindar los medios e instrumentos a ponerse en práctica en todo el país con el fin de prevenir, tratar y erradicar este mal.

Históricamente la vivienda ha sido considerada un factor de riesgo en la enfermedad de Chagas, dado que en la áreas endémicas de nuestro país el ámbito ideal para la presencia de vinchucas es la casa y/o el peridomicilio levantados con material perecible -paredes de adobe, techos de paja, corrales de enramadas, etc-, aunque también se encuentran estos insectos en construcciones de material no perecible. El riesgo mayor afecta a las denominadas viviendas rancho, que alcanzan en Argentina 227.293 hogares, involucrando una población de 960.859 personas -según datos del censo 2001 del INDEC-. Sin embargo, en los últimos años la enfermedad se ha extendido a provincias del sur del país y se ha "urbanizado". La enfermedad de Chagas en los grandes centros urbanos continúa trasmitiéndose no a través de vinchucas, sino por transfusiones de sangre no controladas o de una madre infectada a su hijo.

Las regiones históricamente más afectadas en nuestro país, como Santiago del Estero, el sur de La Rioja, oeste de Córdoba, gran parte de Chaco y Formosa, muestran aún elevados índices de infestación por vinchucas en viviendas rurales, se registra un aumento del número de casos agudos, no existe búsqueda activa de infectados potencialmente curables y el manejo de pacientes no produce un impacto sobre la importante población de chagásicos en fase crónica. En Argentina existen 17 provincias en riesgo, es necesario incentivar la participación ciudadana, descentralizar la tarea, y que el control sea, así, más participativo.

La dispersión de responsabilidades sobre el control vectorial, serología y tratamiento provoca una creciente desatención a las actividades de control y vigilancia. Una vez diagnosticado un caso no existe una atención integral, contención y seguimiento del paciente chagásico, ni se le da la importancia que merecen los aspectos sociales, antropológicos y educativos para elaborar y llevar a cabo estrategias interdisciplinarias de atención y control.

La prioridad para combatir esta enfermedad es luchar contra el vector, centrarse en las viviendas infectadas con un trabajo continuo de desinsectación de las mismas. Insistimos, es una cuestión social de la cual el Estado Nacional debe hacerse responsable.

A casi dos años de la implementación del Programa Federal de Chagas, deberíamos contar con resultados, evaluación y conclusiones del mismo. Por tal motivo, y en virtud de conocer con exactitud la situación actual en la que se encuentra la enfermedad de Chagas-Mazza en nuestro país, es que realizamos el presente pedido de informes.

Por todo lo expuesto anteriormente, es que solicito a los Sres. Diputados me acompañen en la sanción del presente Proyecto de Resolución.-