La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Expresar repudio y preocupación por el abuso de autoridad y la injusta detención policial sufrida por el periodista Pablo Rodríguez, el pasado 4 de julio en la localidad de Alta Gracia provincia de Córdoba.

Señor presidente:

Pablo Rodríguez, periodista paranaense, hoy trabajando en Alta Gracia en Radio Tortuga 102.7 y en Revista Tangente, e integrante del Colectivo por los Derechos y Libertades, que trabaja en esta ciudad contra el abuso policial.

El pasado sábado 4 de julio de madrugada, fue detenido injustamente en un procedimiento policial en el que se estaba demorando a un joven en el barrio altagraciense de Residencial El Crucero. Allí, cerca de las cuatro y media de la madrugada, este joven se iba de una fiesta caminando y dos patrullas del CAP (Comando de Acción Preventiva) de la Policía de la Provincia de Córdoba llegaron al lugar, tras recibir una denuncia al 101 por una riña callejera. Al llegar las patrullas al lugar, la pelea ya había terminado hacía un rato. Este muchacho iba caminando para su casa y los policías lo llamaron para identificarlo y Pablo Rodríguez se acerco a observar el procedimiento.

Como los oficiales lo empezaron a maltratar verbal y físicamente al joven, les dijo que no hacía falta tratarlo así para identificarlo. Le dijeron que se fuera y este reiteró lo dicho. Ante la negativa, se identifiqué como periodista y solicitó a uno de los agentes que dijera su nombre, ya que no portaba la respectiva identificación en la campera que vestía. Éste último dijo entonces a su compañero que buscara las esposas, que iban a llevarse a P. Rodríguez "por resistencia a la autoridad". Entonces lo cargaron en una de las camionetas, junto al otro muchacho.

Entrando al hospital regional Arturo Illia de la ciudad, donde le harían la revisión médica previa antes de llevarme a la comisaría, el oficial que lo conducía le dijo "viste lo que pasa por preguntar" y con golpes "correctivos", le dijo (tratando de convencerlo) que le había pegado una trompada y una cachetada.

Estuvo detenido sólo dos horas y media, porque los compañeros de radio se movieron y despertaron al fiscal y al jefe de la departamental Santa María de la policía, pidiendo respuestas por la detención de Rodríguez y exigiendo garantías. Además, en minutos, en la comisaría se empezaron a congregar periodistas compañeros de la ciudad, integrantes del Colectivo por los Derechos y Libertades, abogados y concejales. Esto aceleró la burocracia policial y a las 8 de la mañana ya estaba en la calle.

De cualquier manera, antes de ser liberado tuvo que sufrir otro atropello más, ya que pese a ya estar firmada su libertad, otro agente lo metió a los empujones al calabozo por negarse a firmar su libertad sin leerla previamente. "Entonces léela adentro", le dijo.

Pese a lo ocurrido realmente esa noche, le abrieron una causa por resistencia a la autoridad, donde se aduce que golpeó a un policía, tal cual aquél agente trató de convencerlo.

Esta historia es terriblemente leve, en comparación con las que tienen para contar muchos jóvenes de Alta Gracia a diario.

En este procedimiento policial se hizo uso de la prepotencia y la violencia verbal y física contra dos ciudadanos, un joven que transitaba normalmente y un periodista que se acercó a preguntar y pedir identificación, se lo ha agredido, detenido e inventado una causa penal.

Este hecho se suma a una infinidad de denuncias de casos similares e incluso al fallecimiento de tres muchachos alojados en la comisaría local de Alta Gracia (casos aún no resueltos) en los últimos cinco años. Este tipo de actos deben cesar y se deben resolver las causas abiertas.

Es necesario tener una fuerza policial que proteja a los ciudadanos y que se maneje en el marco de la ley, que asuma que vivimos en estado de derecho y que deje de actuar con prepotencia y abuso de autoridad.

Por todo lo expuesto, es que solicito a los compañeros/as diputados/as acompañen con su voto el presente proyecto...