La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Declara de interés de esta Honorable Cámara, a la Colección de textos de Editorial Abrecascarones, creada para favorecer el desarrollo intelectual y emocional de niños con problemas cognitivos y trastornos generalizados del desarrollo. Poniendo a disposición de la personas con discapacidad, sus familias y docentes material didáctico imprescindible para la estimulación y el proceso de aprendizaje.

Señor presidente:

La educación es un derecho humano fundamental, que encuentra reconocimiento y tutela en diversos tratados y pactos internacionales, incorporados a la Constitución Nacional a partir de 1994. Declaración Universal de Derechos Humanos (art. 25º); Pacto Internacional sobre Derechos económicos, sociales y culturales, la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, y la Convención sobre los Derechos del Niño.

Las leyes nacionales 22.431 y 24.901 referidas especialmente al tema discapacidad garantizan la calidad de vida del niño y su familia, una responsabilidad indelegable del Estado.

La Constitución Nacional consagra la responsabilidad indelegable del Estado de asegurar el derecho a aprender, mediante la igualdad de oportunidades y posibilidades, sin discriminación de ninguna índole. Asimismo, incluye los tratados internacionales que gozan de jerarquía constitucional en los que se consagra el derecho a la educación, que además debe tener por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana.

El derecho a la educación, como todos los derechos humanos, impone tres tipos o niveles de obligaciones: de respetar, de proteger y de cumplir. A su vez, la obligación de cumplir consta de la obligación de facilitar y la de proveer. La obligación de respetar exige que el Estado evite las medidas que obstaculicen o impidan el disfrute del derecho a la educación. La obligación de proteger impone al Estado adoptar medidas que eviten que el derecho a la educación sea obstaculizado por terceros. Por su parte, la de dar cumplimiento (facilitar) exige adoptar medidas positivas que permitan a individuos y comunidades disfrutar del derecho a la educación y les presten asistencia (Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, Aplicación del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, XXI período de sesiones, noviembre - diciembre 1999).

En el año 1994, representantes de 92 gobiernos, incluida Argentina, firmaron la Declaración de Salamanca y su Marco de Acción, renovando el compromiso de la Declaración Universal de Derechos Humanos (1948) y de la Conferencia Mundial sobre Educación para Todos (Tailandia, 1990). Esta establece que cada niño tiene características, intereses, capacidades y necesidades que le son propias; si el derecho a la educación significa algo, se deben diseñar los sistemas educativos y desarrollar los programas de modo que tengan en cuenta toda la gama de esas diferentes características y necesidades.

La legislación para una sociedad respetuosa de las diferencias existe. Pero no es lo mismo la legislación para la inclusión, que la inclusión real, en la vida cotidiana de cada uno de los ciudadanos. La iniciativa individual es riquísima en el camino hacia una sociedad inclusiva. Pero hacen falta otras respuestas.

La participación de la familia es primordial, dado el acompañamiento que debe existir en todo el proceso educativo. Editorial Abrecascarones responde a la iniciativa de una familia que vio la necesidad y decidió cubrirla. No existían en la Argentina publicaciones que estuvieran adaptadas para el niño con problemas cognitivos y trastornos generalizados del desarrollo. Este proyecto logra acercarse al niño, la familia y los docentes a través del Modelo de Diagramación Didáctica.

El Modelo de Diagramación Didáctica combina tres elementos diferentes: Texto, palabras ilustradas e imágenes secuenciales. Todo en función de una misma idea, reforzando y apuntando a la mayor comprensión y estimulación cognitiva y así favorecer el desarrollo emocional de los pequeños lectores.

Cuenta la autora que todo empezó cuando su hijo Ernesto perdió el primer diente y no había forma de explicarle que si lo ponía debajo de la almohada el ratón Pérez le traería una moneda. El niño no comprendía oralmente pero si en forma visual, a través de imágenes secuenciales.

No importa demasiado el diagnóstico del niño, lo cierto es que como muchos necesita herramientas que mejores la comunicación para poder compartir, estar informado, entretenerse y sentir que la brecha es cada vez más pequeña. Para esto nace Abrecascarones.

Se trata de libros para todos, con magníficas ilustraciones, con palabras sencillas y frases fáciles de comprender.

Están dirigidos a personas con necesidades espaciales pero no de uso exclusivo, ya que son ideales para la primera infancia y el pre escolar.

Abrecascarones es el sueño de un grupo de padres que pretenden para sus hijos una vida más sana, más divertida e independiente. Intenta crear un espacio para que los niños, de la mano de los libros, puedan abrir la puerta de ese lugar donde las diferencias desaparecen, donde es posible la igualdad que mira a las personas por sus virtudes y no por sus limitaciones.

Por todo lo expuesto solicito se apruebe el mencionado proyecto de resolución.