La Cámara de Diputados de la Nación

RESUELVE:

Solicitar al Poder Ejecutivo que, a través del Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, y demás dependencias que estime pertinente, informe acerca del cuadro de situación productiva, laboral, comercial, impositiva, etcétera, de las cadenas agroalimentarias hoy en riesgo en nuestro país.

En particular, se requieren precisiones sobre:

- Relevamientos realizados en las diferentes cadenas agroalimentarias de nuestro país a fines de determinar los factores que confluyen en el decrecimiento y/o estancamiento de sus economías agroindustriales.

- Informe detallado sobre la incidencia de dichos factores en la productividad, exportaciones, puestos de trabajo y rentabilidad de las diferentes actividades en riesgo.

- Evolución de la productividad, comercialización (interna y externa), costos de producción, carga tributaria, valor percibido por el productor y precio al consumidor de los diferentes bienes producidos durante los últimos cinco años y proyección de estas variables para los próximos dos años.

- Medidas que ha adoptado o planifica adoptar el gobierno nacional para paliar los efectos negativos de la crisis que viven actualmente las cadenas agroalimentarias y que generen condiciones propicias para su crecimiento sostenido a largo plazo, incorporando valor agregado y generando puestos de trabajo.

- Medidas específicas de asistencia fiscal y/o financiera directa instrumentadas por parte del Estado a fin de garantizar el pago de salarios de los trabajadores afectados y la continuidad laboral durante el curso de esta coyuntura.

- Toda otra información complementaria que estime pertinente.

Señor presidente:

Venimos a elevar el siguiente pedido de informe ya que nos resulta preocupante la situación por la que atraviesan las cadenas agroalimentarias de la Argentina, particularmente la crisis laboral que afecta al sector, que hoy se observa en la pérdida de miles de puestos de trabajo a lo largo y ancho del país.

Debemos tener en cuenta que la agroindustria argentina, de acuerdo a datos del último informe publicado por la Fundación Agropecuaria para el Desarrollo de Argentina (FADA), genera 2,7 millones de puestos de trabajo en el país, lo que equivale al 17,1% del empleo total. En las diferentes cadenas agroalimentarias, la generación de empleo se distribuye de la siguiente manera: el 30,8% pertenece a la cadena de granos; el 31,7% a la cárnica y láctea; el 33,8% a las producciones regionales; y el 1,7% es generado por la maquinaria agrícola. Estas cifras consideran el empleo directo e indirecto, lo que involucra a proveedores y clientes de la cadena de valor.

La misma entidad informa que todas las cadenas agroalimentarias que han analizado (maíz, trigo, soja, girasol, otras oleaginosas y cereales, cárnicas -bovina, porcina y aviar-, láctea, vitivinícola, frutas, verduras y otras economías regionales -incluye yerba mate, te, apícola, aceite de oliva, cacao y chocolate, caña de azúcar-, maquinaria agrícola, bioetanol de maíz y biodiesel), "exhiben una pérdida de 300.000 puestos de trabajo a lo largo de todo el país entre 2010 y 2013 (...), sin tener en cuenta nuevos empleos que se pueden haber perdido en 2014 como consecuencia de la recesión y la caída de precios de los bienes agrícolas".

En este contexto, no podemos dejar de señalar que el gobierno les ha impuesto condiciones altamente desfavorables, que hoy revelan sus resultados negativos. El fuerte retraso cambiario, los altísimos costos de producción y la excesiva presión tributaria que ha padecido la agroindustria en los últimos años, entre otros factores vinculados al panorama económico mundial, ponen en peligro de extinción a miles de productores y trabajadores del sector.

Recordemos que el mes pasado los productores de las economías regionales se habían declarado "en alerta y movilización", ya que más de un millón de puestos de trabajo se encuentran en riesgo, además de que se observa una caída en sus demandas internas y externas y por tanto en sus valores de comercialización. Y el cuadro se completa con la gran brecha entre el valor que reciben los productores y lo que se abona en góndola por sus productos, que ha alcanzado un 1500%.

De acuerdo a FADA, la situación que actualmente atraviesan las cadenas agroalimentarias es incomprensible si se analiza el potencial que cada una de ellas tiene. De hecho, calculan que, con una política estratégica que promueva la inversión y deje de ahogar a los productores con trabas e impuestos desmesurados, "entre 2016 y 2019, el agro argentino podría crear 497.816 nuevos puestos de trabajo, de los cuales los granos aportarían 165.000 puestos, con fuerte incidencia del trigo y el maíz; las carnes y lácteos, 152.000 puestos; las producciones regionales, 170.000 puestos; y la maquinaria agrícola 9.400 nuevos puestos".

Para solucionar los problemas de fondo de nuestro país, el sector agroindustrial tiene mucho que aportar; pero para ello necesitamos políticas que lo sostengan y no lo castiguen. Necesitamos seguridad jurídica, estabilidad monetaria, mejor distribución de los recursos y una optimización en la planificación de la infraestructura; así como un replanteamiento de los impuestos, que hoy perjudican a los más frágiles de la cadena, pequeños y medianos productores y trabajadores.

Es por ello que solicito a mis pares que acompañen el presente pedido de informe dado que este Parlamento no puede permanecer ajeno a una situación que podría revertirse rápidamente, con información, planificación y una política productiva estratégica a mediano y largo plazo.