El Senado y Cámara de Diputados...

Artículo 1°.- Declárese a 2012 "AÑO DEL BICENTENARIO DE LA CREACIÓN DE LA BANDERA NACIONAL".

Artículo 2°.- El Ministerio de Educación de la Nación, promoverá la realización de actividades que contribuyan a la difusión, conocimiento y reflexión sobre esta conmemoración.

Artículo 3°.- Dispónese que a partir del 1 de enero de 2012 hasta el 31 de diciembre del mismo año toda la papelería de uso oficial a utilizar por la administración publica nacional, centralizada y descentralizada, así como los entes autárquicos dependientes de ésta, deberán llevar en el margen superior derecho inserta la leyenda "2012 AÑO DEL BICENTENARIO DE LA CREACION DE LA BANDERA".

Artículo 4°.- Invitase a las provincias y ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherir a la presente ley.

Artículo 5°.- De forma.-

Señor presidente:

Allá por el año 1812 Manuel Belgrano creó la que es hoy nuestra Bandera Nacional; no sólo con el propósito de que nos represente como a un nuevo Estado, sino también con el fin de crear un lazo de unión entre todos los argentinos.

A casi 200 años de estos hechos, no está de más reflexionar sobre los mismos a fin de hacer una analogía con la realidad actual. Pero, para poder hacer una reflexión sobre algo, es necesario saber qué significa. ¿Qué nos representa la Bandera? En una primera aproximación podríamos decir que es símbolo de fuerza, unión, valor y libertad.

En aquel momento el General Manuel Belgrano sostuvo que: "La vida es nada si la libertad se pierde", en otras palabras, nuestro país es nada si la bandera se pierde, o lo que es lo mismo, si no se respeta. ¿Hoy la bandera representa para nosotros lo que para este prócer argentino hace dos siglos? La percepción es que hemos terminado por considerarla como algo superficial, y no lo que realmente simboliza; salvo cuando nos llena de orgullo al verla en un país extranjero, en un campeonato de fútbol o en un torneo de tenis. Será porque es el retrato de nuestra patria y que a pesar de todas las cosas, nos sentimos orgullosos de ser parte de ella, aunque todavía no hayamos podido definir a ciencia cierta que es el "ser argentino".

En la mayoría de los pueblos que han atravesado encrucijadas históricas se produjeron fuertes movimientos intelectuales y sociales para descubrir su identidad. Estas conmemoraciones, todas relacionadas con el bicentenario de nacimiento de nuestra Patria que será en 2016, se nos presentan como una ocasión y una oportunidad para generar este tipo de movimientos de redescubrimiento y recreación de la identidad nacional que permita a la Argentina encarar con esperanza un futuro prometedor. Saber qué somos y por qué somos así, es el cimiento para poder decidir qué queremos ser.

La identidad nacional se construye con la tela de la cultura, se cose con el hilo de la historia, se corta con el rumbo del proyecto político que tengamos como Nación y se modelará finalmente con las huellas que hayan dejado esa cultura y esa historia en el inconsciente colectivo de la sociedad.

En este contexto, debemos tomar como punto de partida la concepción de que la identidad de los argentinos no es homogénea ni puede permanecer inmutable: no todos descendimos de los barcos, ni a todos nos gusta el fútbol o leer a Borges. La idea de heterogeneidad está en la base de nuestra cultura, entonces, tenemos que reflejar dicha pluralidad.

La Bandera Nacional, puede ser un instrumento fundamental en la reconstrucción o refundación -por qué no- de la identidad nacional. Ya que más allá de los cambios, hay valores que permanecen inmutables: la libertad, la igualdad, el amor a nuestra tierra, a nuestra Nación, a lo que somos y queremos ser.

Por esto, se hace necesario revalorizar estas fechas, trabajar para que dejen de ser meros días no laborables que, quienes pueden, aprovechan para salir de vacaciones.

Si rememoramos lo ocurrido en aquel momento, sabemos que ocurrieron varios hechos antes de que Manuel Belgrano enarbolara la bandera nacional a orillas del Paraná. Así, el 13 de febrero, ya le había propuesto al Gobierno la creación de una "escarapela nacional", en vista de que los cuerpos del Ejército usaban distintivos diversos, y cinco días más tarde el Triunvirato aprobó, mediante decreto: "Sea la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Río de la Plata, de color blanco y azul celeste...". Finalmente, el 27 de febrero sus soldados juraron ante nuestra enseña patria. Este hecho fue comunicado mediante carta al Gobierno nacional, y si bien éste le ordenó a Belgrano que disimulara y ocultara la nueva bandera y que en su lugar pusiese la que se usaba entonces en la Capital; como Belgrano había sido destinado hacia el norte, no se enteró y el 25 de mayo en Jujuy enarboló con el Ejército de su mando la bandera en los balcones del Ayuntamiento, en vez del estandarte real de costumbre que presidía las festividades públicas. Allí, la bandera argentina fue bendecida por primera vez, aunque sería oficialmente será reconocida recién por el Congreso de Tucumán en 1818.

De esos iniciales y trascendentes hechos se cumplirán doscientos años en 2012. Por este motivo es que proponemos declararlo "Año del Bicentenario de la Creación de la Bandera Nacional", a fin de que empecemos a devolverle a nuestra enseña patria su real valor e importancia en la construcción de la identidad nacional.

Por las razones expuestas, solicito a los señores Diputados el voto favorable para el presente proyecto.-